Sony tiene problemas para hallar un hogar a su robot humanoide
A juzgar por la cara de embobados que se les qued¨® a los asistentes a una demostraci¨®n del robot de Sony SDR, pocos pondr¨ªan en duda lo adorable que es esta m¨¢quina humanoide. Su creador Masahiro Fujita, que le llama "¨¦l" en lugar de "eso", parec¨ªa sentirse realmente culpable cuando tir¨® al robot para mostrar lo r¨¢pido que se pone en pie de nuevo. "No me gusta esto", dijo.
Pero aunque Sony, el mayor fabricante de aparatos electr¨®nicos para el mercado de consumo del mundo, puede haber tenido ¨¦xito a la hora de crear un robot humanoide blando, a¨²n tiene que enfrentarse a una pregunta desalentadora: ?Qui¨¦n lo comprar¨ªa?
Cuando Sony mostr¨® hace un a?o la ¨²ltima versi¨®n del SDR, capaz de mantener conversaciones simples con humanos y de bailar y cantar, los ejecutivos esperaban tener un modelo en el mercado a finales de a?o al precio de un coche de lujo. No obstante, esta previsi¨®n debi¨® de resultar muy ambiciosa, y la compa?¨ªa asegur¨® que a¨²n estaba tratando de evaluar lo que los consumidores querr¨ªan de un robot humanoide y cu¨¢nto estar¨ªan dispuestos a pagar por ¨¦l.
"Nunca hemos abandonado la idea de comercializar este robot", dijo Fujita, el principal cient¨ªfico del Laboratorio de Inteligencia Din¨¢mica de Sony, en una demostraci¨®n para periodistas extranjeros el jueves. Aunque se mostr¨® reacio a dar una fecha, cuando se le presion¨® dijo que esperaba que el SDR llegara al mercado en unos pocos a?os.
Chip 'antipellizcos'
La nueva versi¨®n del SDR incorpora una serie de mejoras sobre su predecesor, incluyendo un microprocesador extra para ayudar a que mantenga peque?as conversaciones y sensores especiales para evitar que pellizque a los humanos al mover sus brazos y piernas.
Con menos de 60 cent¨ªmetros de altura y con siete kilos de peso, el robot es demasiado peque?o para suponer una amenaza a los muebles u otros objetos de la casa. Y tiene nuevas capacidades de control del movimiento y cartograf¨ªa para evitar los obst¨¢culos y protegerse extendiendo sus brazos cuando es derribado.
La estrategia en Sony, que quiere fabricar robots caseros para entretener a sus propietarios, contrasta ampliamente con la de compa?¨ªas como Honda Motor, cuyo robot Asimo est¨¢ pensado para convertirse en un ayudante de los humanos.
Sony tambi¨¦n fabrica el perro mascota robot Aibo, que fue un ¨¦xito de ventas cuando se comercializ¨® en 1999. SDR, de momento, tan s¨®lo puede hablar en japon¨¦s, pero Fujita dijo que los ingenieros de Sony estaban trabajando en tecnolog¨ªas de s¨ªntesis de conversaci¨®n y reconocimiento para el ingl¨¦s al igual que otros idiomas.
El experto cit¨® a la serie de televisi¨®n japonesa de los 60 Astro Boy, protagonizada por un superh¨¦roe que es un ni?o robot en dibujos animados, y la tradici¨®n de animes de Shinto, como los motivos por los que los japoneses parecen albergar una afinidad especial hacia los robots.
No obstante, Fujita alert¨® de los peligros potenciales de dicha tecnolog¨ªa. Sin una estricta red de seguridad, por ejemplo, los robots que est¨¦n conectados a Internet podr¨ªan ser abordados por un pirata cibern¨¦tico y utilizarlos para espiar o para causar estragos en un hogar.
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