A la c¨¢rcel por descargar una canci¨®n de Internet
Una treintena de empresas denuncia a 95.000 internautas por descargarse ilegalmente ficheros de la Red
Si es usted de los que usa programas inform¨¢ticos que le ha pasado un amigo, o si cada vez que le gusta una canci¨®n se la baja de Internet con alg¨²n programa de intercambio de archivos, tenga cuidado. Seguro que ya sabe que lo que est¨¢ haciendo es ilegal, pero es que adem¨¢s ahora puede acabar ante un juez por pirata. Un grupo de empresas de software se dispone a presentar una denuncia ante la polic¨ªa para investigar a 95.000 usuarios espa?oles de Internet que podr¨ªan haber obtenido canciones, pel¨ªculas o programas protegidos por derechos de autor a trav¨¦s de la Red. ?Es usted uno de ellos?
Si no lo es, seguro que ha o¨ªdo hablar de alg¨²n caso similar. El d¨ªa del estreno de Matrix Reload, el ¨²ltimo bombazo de Hollywood, la pel¨ªcula ya estaba flotando en el hiperespacio. Tan s¨®lo era necesario conectarse a un programa de intercambio de archivos del estilo del difunto Napster, realizar una b¨²squeda que hasta un ni?o de cinco a?os podr¨ªa hacer, y esperar a tener la pel¨ªcula en el PC en cuesti¨®n de unas horas (con una conexi¨®n de alta velocidad, por ejemplo ADSL; con un m¨®dem la espera puede resultar interminable).
?Qui¨¦n aprieta el bot¨®n?
El mencionado Napster, el abuelo de este tipo de programas, ten¨ªa un inconveniente: si usted quer¨ªa bajarse una canci¨®n de mi ordenador, ten¨ªa que pasar a trav¨¦s de un servidor central para conseguirlo. As¨ª, en cuanto las discogr¨¢ficas se enteraron del asunto, se pusieron a disparar con todo su aparato legal contra ese servidor. No tardaron en derribarlo, y ahora Napster forma parte de la bonita historia de Internet. Sin embargo, de su cad¨¢ver florecieron programas similares pero sin servidor central: el software (KaZaa, WinMX, etc¨¦tera) s¨®lo se encarga de decirle que yo tengo en mi ordenador la canci¨®n que a usted le interesa; luego usted aprieta un bot¨®n y ?voila!, la canci¨®n se descarga en su ordenador.
?Qui¨¦n aprieta el bot¨®n? Usted. ?Contra qui¨¦n se dirige ahora el armamento legal de la industria? Exacto: contra usted. O para ser m¨¢s exactos, contra los usuarios que se dedican al intercambio de archivos, encuadrados en lo que estas empresas han venido a denominar "comunidad".
Se trata de la primera denuncia de este estilo que se concreta en Europa, seg¨²n han informado fuentes judiciales a la agencia Efe. Los sospechosos son 95.000 usuarios de programas P2P (peer-to-peer, es decir, entre iguales, es decir, sin servidor central de por medio); el denunciante es el bufete de abogados Lanswell a petici¨®n de 32 empresas inform¨¢ticas; y el investigador, la Brigada de Investigaci¨®n Tecnol¨®gica de la Polic¨ªa Nacional.
Piratas de perfil alto
?Se cree usted a salvo, verdad? Claro, a priori parece dif¨ªcil pescar a un usuario de Internet mientras se baja una canci¨®n, y mandar hasta la puerta de su casa a una pareja de polic¨ªas. Pero los denunciantes tienen un as en la manga, en concreto un as inform¨¢tico: han desarrollado un programa que permite identificar al pirata y rastrearle por la Red. La mala noticia para los infractores es que esa fase del proceso ya se ha llevado a cabo; o sea: ya est¨¢n localizados. Ahora s¨®lo hace falta que la polic¨ªa les pille con las manos en la masa.
Entre estos sospechosos hay empresas, alguna que otra administraci¨®n p¨²blica, y sobre todo un pu?ado de usuario de perfil alto, cerca de 4.000, que cuentan con m¨¢s de 15.000 ficheros ilegales en sus alforjas. En total, seg¨²n los denunciantes esos 95.000 usuarios fichados han realizado cerca de 25 millones de descargas en los ¨²ltimos seis meses. Traducido a euros, estas empresas cifran en 85 millones de euros las p¨¦rdidas ocasionadas por esta actividad en ese periodo de tiempo. Adivine ahora qui¨¦n va a pagar el pato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.