Un robot despierta la fiebre del oro en la isla de Robinson Crusoe

La compa?¨ªa Warner Technologies afirma haber encontrado un tesoro de de 300 a?os de antig¨¹edad en la isla chilena en la que se desarrollan las aventuras del personaje de Daniel Dafoe Robinson Crusoe. Lo ha logrado gracias al uso de un robot llamado Arturito, pero antes de ponerse a excavar exige que se le conceda la mitad del bot¨ªn, procedente seg¨²n la leyenda de las actividades de los piratas.

La b¨²squeda del tesoro del archipi¨¦lago de Juan Fern¨¢ndez, situado a unos 600 kil¨®metros de la costa chilena, es ya antigua y responde a una leyenda que dice que all¨¢ por 1715 un marinero espa?ol enterr¨® en una de las islas un tesoro que posteriormente fue trasladado y enterrado en otro lugar por un marinero ingl¨¦s llamado Cornelius Webb. ?ste habr¨ªa enviado en 1761 una carta cifrada al admirante brit¨¢nico Lord George Anson en el que se?alaba su ubicaci¨®n. La misiva fue encontrada en 1950 y enviada a Chile, donde provoc¨® varias expediciones en busca del tesoro, todas ellas sin frutos. Ahora la intervenci¨®n de un robot ha vuelto a despertar la fiebre del oro.

La isla en cuesti¨®n es adem¨¢s conocida porque en ella fue abandonado durante cuatro a?os un marinero escoc¨¦s llamado Alexander Selkirk, cuyas vivencias inspiraron a Daniel Dafoe para crear el personaje del n¨¢ufrago Robinson Crusoe.

Arturito, un robot equipado con radar

El responsable del hallazgo es TX Spider, al que sus creadores llaman Arturito en homenaje a uno de los robots que aparecen en la guerra de las galaxias, R2D2, cuyo nombre pronunciado en ingl¨¦s suena igual que este diminutivo. Ha sido fabricado por la empresa Warner Technologies, y si se ha concedido credibilidad a la afirmaci¨®n de que ha encontrado el legendario tesoro es porque ya ha tenido otros ¨¦xitos en las b¨²squedas bajo tierra. Antes de viajar a las islas ya hab¨ªa ayudado a las autoridades en una investigaci¨®n criminal en la que encontr¨® un cuerpo enterrado.

Arturito est¨¢ equipado con un radar especial conocido como GPR (Ground Penetrating Radar, o radar que penetra en la tierra), que permite localizar objetos y estructuras enterrados bajo la superficie mediante la emisi¨®n de una radiaci¨®n electromagn¨¦tica de microondas y la medici¨®n de la se?al que se refleja, que se puede representar luego en dos y tres dimensiones.

Adam Booth, experto en el uso del GPP en arqueolog¨ªa, se?alaba esta semana en la revista New Scientist que ser¨ªa necesario utilizar una se?al de baja frecuencia para buscar a 15 metros -profundidad a la que seg¨²n Wagner se encuentra enterrado el tesoro-. Pero esto, seg¨²n el experto, reducir¨ªa sensiblemente la calidad de la imagen, haciendo "muy, muy dif¨ªcil" distinguir los metales. Sin embargo, tambi¨¦n reconoce que se podr¨ªa lograr un mayor detalle aplicando otras tecnolog¨ªas en combinaci¨®n con el GPR, como la magnetometr¨ªa, que mide los cambios en el campo magn¨¦tico de la Tierra.

?De qui¨¦n ser¨ªa el tesoro?

El supuesto tesoro encontrado por Arturito podr¨ªa tener un valor en la actualidad de 10.000 millones de d¨®lares y estar¨ªa compuesto por lingotes de oro, monedas, joyas y al menos un anillo papal. El problema es que Wagner no ha realizado ninguna excavaci¨®n, y asegura que no lo har¨¢ hasta que las autoridades le aseguren que puede quedarse la mitad de lo que encuentre.

Rodrigo Irrazabal, abogado de la compa?¨ªa, ha declarado que Wagner s¨®lo revelar¨¢ la ubicaci¨®n exacta del tesoro si el Gobierno asume la aplicaci¨®n de las normas civiles que dicen que los tesoros deben ser repartidos equitativamente entre el Estado y los autores del hallazgo. ?stos dicen adem¨¢s que entregar¨ªan su parte a varias entidades sin ¨¢nimo de lucro y el gobierno local de las islas.

Representates del Gobierno han manifestado ya sus dudas sobre la normativa a aplicar en este caso, pues adem¨¢s de la normativa civil existe una ley de Monumentos Nacionales y Excavaciones Arqueol¨®gicas que se?ala que cualquier descubrimiento arqueol¨®gico, antropol¨®gico o paleontol¨®gico pertenece en exclusiva al Estado.

Las autoridades locales tambi¨¦n quieren un trozo del pastel. "Un mont¨®n de pa¨ªses podr¨ªan reclamar su parte, pero lo cierto es que nosotros hemos sido sus guardianes durante 300 a?os y eso nos da un derecho" sobre el tesoro, ha declarado el alcalde de la isla, Leopoldo Gonz¨¢lez.

Para complicar a¨²n m¨¢s las cosas, el supuesto hallazgo se ha producido en un entorno natural protegido, por lo que Wagner no podr¨ªan excavar en ning¨²n caso sin antes realizar un informe de impacto ambiental y recibir la autorizaci¨®n correspondiente.