La Estaci¨®n Espacial Internacional cumple cinco a?os de ocupaci¨®n permanente

La Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) cumple hoy cinco a?os de ocupaci¨®n permanente en medio del debate sobre su viabilidad y las cr¨ªticas de quienes ponen en duda el sue?o de convertirla en plataforma de futuras misiones a otros planetas. Para los cr¨ªticos es un desperdicio de tiempo y dinero que ha retrasado el progreso en otros proyectos m¨¢s ¨²tiles. Sus partidarios se?alan que esas cr¨ªticas no tienen fundamento y que los esfuerzos hechos hasta ahora han producido enormes beneficios indirectos, entre ellos la comercializaci¨®n de tecnolog¨ªas desarrolladas a partir de la exploraci¨®n espacial.

La Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) cumple hoy cinco a?os de ocupaci¨®n permanente en medio del debate sobre su viabilidad y las cr¨ªticas de quienes ponen en duda el sue?o de convertirla en plataforma de futuras misiones a otros planetas. Para los cr¨ªticos es un desperdicio de tiempo y dinero que ha retrasado el progreso en otros proyectos m¨¢s ¨²tiles. Sus partidarios se?alan que esas cr¨ªticas no tienen fundamento y que los esfuerzos hechos hasta ahora han producido enormes beneficios indirectos, entre ellos la comercializaci¨®n de tecnolog¨ªas desarrolladas a partir de la exploraci¨®n espacial.

Los primeros ocupantes de la ISS, cuya construcci¨®n total ten¨ªa un coste previsto inicial de 100.000 millones de d¨®lares, fueron el astronauta estadounidense William Shepherd y los cosmonautas rusos Yuri Gidzenko y Serguei Krikelev, quienes llegaron al complejo espacial el 2 de noviembre de 2000. Desde entonces les han seguido otras once expediciones.

Anunciada en el decenio de los 80 como la mayor empresa de ingenier¨ªa en el espacio, la construcci¨®n de la ISS tendr¨ªa que estar terminada en 2006 ¨® 2007. Con una masa de m¨¢s de 453.000 kilogramos, su estructura deb¨ªa albergar al menos seis laboratorios de investigaci¨®n sobre una superficie equivalente a dos campos de f¨²tbol que podr¨ªa verse a simple vista desde tierra.

Para ello deb¨ªan realizarse, seg¨²n los planes iniciales, 45 misiones, 36 de ellas a cargo de los transbordadores estadounidenses a un costo total de unos 100.000 millones de d¨®lares. Pero eso no ha ocurrido. Las misiones programadas de los transbordadores se han reducido a veintiocho y el proyecto de estaci¨®n iniciado por seis agencias espaciales, incluidas la estadounidense NASA, la europea y las de Rusia, Jap¨®n, Brasil y Canad¨¢, est¨¢ virtualmente paralizado.

Una estaci¨®n sin transbordadores

Desde que comenz¨® su construcci¨®n con la llegada a una ¨®rbita de 360 kil¨®metros de la Tierra del m¨®dulo ruso Zarya, el 20 de noviembre de 1998, los problemas se han ido acumulando. Primero fueron los de suministro de ox¨ªgeno, siguieron los de acumulaci¨®n de desechos, para culminar con la cat¨¢strofe del Columbia, el 1 de febrero de 2003, que llev¨® a la NASA a suspender las misiones de los transbordadores, que eran el principal medio de abastecimiento y transporte de tripulaciones de relevo a la ISS.

Desde entonces, esas labores quedaron a cargo de las naves rusas "Soyuz", demasiado peque?as para llevar los equipos requeridos para continuar la construcci¨®n. Tambi¨¦n ha sido necesario reducir de tres a dos el n¨²mero de ocupantes estables de la estaci¨®n. La NASA proyecta reanudar los vuelos de los transbordadores y la construcci¨®n de la ISS en mayo, una vez resueltos los problemas del tanque externo que causaron el desastre del Columbia, que se cobr¨® la vida de sus siete tripulantes.

Un nuevo problema puede provenir de una ley estadounidense que proh¨ªbe el uso de tecnolog¨ªa espacial rusa mientras ese pa¨ªs exporte tecnolog¨ªa nuclear y de misiles a Ir¨¢n. La norma podr¨ªa provocar que EEUU viera impedido el acceso de sus astronautas a la ISS.

El asunto qued¨® en proceso de resoluci¨®n la semana pasada cuando la C¨¢mara de Representantes estadounidense aprob¨®, como hab¨ªa hecho el Senado, una enmienda a la Ley de No Proliferaci¨®n para Ir¨¢n, que permitir¨ªa que astronautas de EEUU viajen a la ISS en naves rusas. Seg¨²n el senador Richard Lugar, se espera que el presidente estadounidense, George W. Bush, respalde la iniciativa, pese a ciertas dudas que ha manifestado respecto a la idea.