La m¨¦dula tecnol¨®gica de los Juegos Ol¨ªmpicos
Una tribu n¨®mada de guardianes de la tecnolog¨ªa vela desde hace tres a?os y medio porque todo salga bien durante los quince d¨ªas que durar¨¢n los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Tur¨ªn. Ni una impresora bloqueada, ni un pirata inform¨¢tico malintencionado deben estropearle el triunfo a ning¨²n atleta.
La empresa no es f¨¢cil. Atos Origin, la compa?¨ªa designada para proveer de tecnolog¨ªa a los juegos, debe ofrecer los resultados de las pruebas instant¨¢neamente, gestionar la intranet, el transporte y las acreditaciones de los 2.500 atletas, 2.300 oficiales del COI y 10.000 periodistas (en el caso de Tur¨ªn) que acuden al evento mundial, unas funciones que la multinacional comenz¨® a desempe?ar en Barcelona 92 y que efectuar¨¢ hasta los juegos de Londres, cuando acaba su contrato. Y no puede permitirse periodos de pruebas, retrasos o fallos durante los primeros d¨ªas, como sucedi¨®, por ejemplo, durante la inauguraci¨®n de la nueva terminal de Barajas. En el caso de los Juegos Ol¨ªmpicos, el equipo trabaja durante m¨¢s de tres a?os para que todo sea perfecto durante quince d¨ªas.
El fr¨ªo de los juegos de invierno a?ade dificultades. Los 5.000 ordenadores, 385 servidores, 1.800 terminales de resultados y 700 impresoras son sensibles a la humedad y el fr¨ªo, la climatolog¨ªa que rodea unos juegos de invierno. Por eso, las primeras simulaciones comenzaron a realizarse el a?o pasado, para hacerlo en las mismas condiciones.
No han sido las ¨²nicas pruebas. Adem¨¢s de este sistema, Atos ha desarrollado un programa de test masivo, con m¨¢s de 100.000 horas de simulacro, para comprobar que todo funciona correctamente.
Incluso, han llegado a contratar a piratas inform¨¢ticos para que se introduzcan en la intranet de los juegos (que no tiene conexi¨®n a Internet para evitar intrusiones molestas) e intentasen destrozar todo lo posible. No lo consiguieron.
"Los juegos son un evento mundial con gran visibilidad, con m¨¢s de 2.000 millones de personas vi¨¦ndolos por la televisi¨®n. Atraen a cualquier pirata que quiera hacerse notar. Hay que tenerlo previsto", explica el arquitecto de sistemas espa?ol Jordi Cuartero. De hecho, en Atenas, el sistema que controlaba los resultados deportivos recibi¨® 4,7 millones de alertas, veinte de ellas cr¨ªticas. Hasta el momento, fue uno de los sistemas inform¨¢ticos que m¨¢s ataques hab¨ªa recibido, junto con el de la Casa Blanca y otros caramelos para los hackers.
El secreto para que todo salga bien es "clasificar y minimizar el riesgo. Tener planeados todos los imprevistos y desgracias que pueden ir ocurriendo, incluso encaden¨¢ndose, para saber c¨®mo actuar en caso de que se produzcan", explica Yan Noblot, director de seguridad tecnol¨®gica. Para los juegos de Tur¨ªn, Noblot ha desarrollado un sistema de alertas que eval¨²a con rapidez el alcance del riesgo y las partes afectadas del sistema inform¨¢tico. Se le ocurri¨® despu¨¦s de Salt Lake City, cuando se dio cuenta de que el departamento recib¨ªa alertas cada pocos minutos y que era muy complicado decidir por d¨®nde empezar.
Adem¨¢s, todo el sistema est¨¢ duplicado en un lugar secreto de Italia por si sucede algo "realmente grave".
Pero la hora de los simulacros ya ha terminado. Comienzan quince d¨ªas de locura para esta tribu de guardines de la tecnolog¨ªa en la sombra. Caf¨¦, guardias y pocas horas de sue?o. Para ellos, las medallas son lo de menos.
Y cuando todo acabe, los atletas reciban su gloria, Tur¨ªn termine sus juegos y los espectadores hayan disfrutado del triunfo de sus compatriotas, los 1.500 empleados de Atos y los 1.000 voluntarios, de decenas de nacionalidades, har¨¢n sus maletas, recoger¨¢n sus cacharros y no dejar¨¢n ni un mal cable. Se ir¨¢n como n¨®madas con su pr¨®ximo desaf¨ªo en la mente: Pek¨ªn 2010.
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