El correo electr¨®nico, en los tribunales
Varios expertos debaten sobre la prueba electr¨®nica
El correo electr¨®nico se cita cada vez m¨¢s en los tribunales espa?oles. Su uso abusivo o ilegal enfrenta a los trabajadores y a las empresas que utilizan herramientas inform¨¢ticas para probar el comportamiento desleal de sus empleados. Los c¨®nyuges tambi¨¦n comienzan a presentar mails impresos en causas de divorcio. En todos los casos el l¨ªmite entre la vulneraci¨®n del derecho al secreto de las comunicaciones y la legalidad es muy fino y algunos jueces desestiman esta prueba.
Cybex, empresa que investiga el fraude empresarial y econ¨®mico en los entornos virtuales, logr¨® probar gracias a la herramienta EnCase , que se instala en los ordenadores y que no lee toda la informaci¨®n sino que realiza "b¨²squedas ciegas" de determinadas palabras clave, la competencia desleal de un grupo de trabajadores a su empresa.
?stos utilizaban dos ordenadores de su empresa para intercambiar, a trav¨¦s del correo electr¨®nico, informaci¨®n. Con esa informaci¨®n crearon sociedades paralelas. La sentencia recoge que un alto cargo de dicha sociedad revel¨® datos confidenciales ayudado por otros empleados y todos aprovecharon el prestigio y los recursos de la sociedad demandante desviando su fondo de comercio hacia nuevas empresas constituidas a la sombra de la primera. Una de las demandadas cre¨® una sociedad 24 horas despu¨¦s de irse de su empresa y obtuvo hasta 1 mill¨®n de euros en su primer a?o de vida.
Aunque los hechos parecen claros la empresa no consigui¨® en el primer juicio que fuera admitida la prueba electr¨®nica aportada. El juez de primera instancia se?al¨® que se vulneraba el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones y a la intimidad de los demandados. Abrir sus correos electr¨®nicos infring¨ªa sus derechos.
La empresa recurri¨® y, en segunda instancia, el fallo se?al¨® que la prueba era constitucional porque "la b¨²squeda ciega" discrimina los ficheros personales de los empleados y el rastreo s¨®lo recoge los correos comerciales o empresariales.
La dificultad de aceptar o no las pruebas electr¨®nicas es uno de los grandes problemas de los ¨®rganos judiciales espa?oles pues no existe ninguna normativa que regule este tipo de pruebas. En el IV Seminario de Pruebas Electr¨®nicas organizado en Madrid por Cybex, varios expertos y juristas - Antonio Garrigues, presidente del Foro de Evidencias Electr¨®nicas, Javier Ribas de Landwell, Francisco Conde de Cuatrecasas, el profesor del Instituto de Empresa Enrique Dans, el magistrado del gabinete t¨¦cnico del Tribunal Supremo Eduardo de Urbano y Jos¨¦ Manuel Maza, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, - han opinado sobre la prueba electr¨®nica como herramienta procesal.
Fiabilidad
"Este tipo de pruebas puede ser muy ¨²til en muchos campos pero hay que estar alertas en cuanto a su fiabilidad, es especialmente f¨¢cil de manipular. La firma electr¨®nica no es la panacea, puede haberla realizado una de las partes mientras estaba apuntada con una pistola en la nuca", afirm¨® el magistrado Eduardo de Urbano.
Para este especialista del gabinete t¨¦cnico del Tribunal Supremo, no s¨®lo hay que presentar un correo electr¨®nico en los juicios, tambi¨¦n es necesario el ordenador. "Hay que tener noticias del hardware, por ello la polic¨ªa decomisa el PC. Si no tenemos la pistola, aunque tengamos la bala, no tenemos nada".
Urbano recalca que no hay regulaci¨®n espa?ola ni internacional y que hay que tener cuidado con la "seducci¨®n de estas pruebas porque nos pueden meter muchos goles". Seg¨²n el magistrado hay "una cifra negra de delitos frente a los reales, muchas grandes empresas no denuncian por miedo a que se desconf¨ªe de su seguridad. Hay m¨¢s delitos inform¨¢ticos que los denunciados, incluso puede que su n¨²mero sume m¨¢s que el de todos los otros campos juntos".
Conde, socio de Cuatrecasas, se?al¨® que: "Hay que pens¨¢rselo dos veces antes de presentar un correo electr¨®nico como prueba, los tribunales de lo social restringen la v¨¢lvula a las pruebas electr¨®nicas si hay un patr¨®n de riesgo y se pueden vulnerar los derechos." Pese a ello, Conde se?ala que "si la empresa avisa a sus empleados que el espacio inform¨¢tico no es h¨¢bil para la intimidad, por ejemplo con un mensaje todas las ma?anas cada vez que el trabajador enciende el ordenador, los tribunales toman estas medidas en consideraci¨®n pues el empleado ya estaba avisado".
El magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Jos¨¦ Manuel Maza, ironiz¨® sobre la falta de legislaci¨®n en los delitos tecnol¨®gicos. "Si van a estafar, h¨¢ganlo desde Internet. Si firman un cheque falso les van a acusar de dos delitos: falsedad de documentos y delito de estafa. Si lo hacen en Internet s¨®lo de la estafa pues no hay documento".
El magistrado se?ala que cada vez son m¨¢s los correos electr¨®nicos que se presentan como prueba en los casos laborales aunque los fallos suelen recoger m¨¢s sanciones a trabajadores que despidos.
Maza afirma tambi¨¦n que ante "la falsificaci¨®n y el uso fraudulento de los medios de pago electr¨®nico es necesario que el Estado y no la jurisprudencia adecuen la legislaci¨®n espa?ola a la europea. Espa?a lleva un retraso de cuatro a?os".
![Imagen de un correo electr¨®nico](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/X24NADA54XX255CAYDTMZDCFT4.gif?auth=0528c83885a280be2836f6ea65ee8f840154a764376a3a166c96e7c9bc6e4669&width=414)
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