Internet no surge del sol
Aunque parezca algo et¨¦reo, la red tiene detr¨¢s un enorme equipo humano que sostiene el servicio
Internet es un medio que resulta transparente para el usuario. La gratuidad es un factor clave y hace que mucha gente se olvide del mantenimiento y la innovaci¨®n de los medios f¨ªsicos que emplea. El presidente de la Asociaci¨®n de Internautas- un grupo de usuarios que en 1998 se junt¨® para defender sus derechos-, V¨ªctor Domingo, sit¨²a el n¨²mero de gente que realmente sabe c¨®mo funciona, "haciendo las cuentas de la abuela", en medio mill¨®n de personas, con un "grueso del ej¨¦rcito" formado por ingenieros de telecomunicaciones e inform¨¢ticos.
"La gente se cree que Internet sale del sol", dice Guillermo, mientras toma una cerveza a la salida de su jornada. Siete horas sentado delante de una pantalla y hablando por tel¨¦fono con usuarios que tienen problemas con la conexi¨®n a la Red. Trabaja en teleasistencia t¨¦cnica de una empresa de telecomunicaciones en Madrid. Levanta las manos hac¨ªa el cielo y clama "?INTERNET! No en serio, no tienen ni idea". Explica, "el otro d¨ªa me llama uno y tras hablar 15 minutos le pregunto que c¨®mo tiene el router [aparato imprescindible para conectarse a Internet] y contesta: en la caja". "Incre¨ªble", sentencia.
David trabaja de lo mismo pero en Vigo. "Lo m¨¢s duro fue el primer d¨ªa". "Te llaman y dicen: s¨¦ que esto no va contigo, pero sois una pandilla de cabrones", comenta, "y cosas peores". "Sal¨ª del trabajo con la moral destrozada". Seg¨²n Telef¨®nica, el 85 % de las aver¨ªas de Internet de los hogares son resueltas por estos t¨¦cnicos, mediante programas inform¨¢ticos con los que interact¨²an con el acceso a la Red del cliente.
Suelen acabar hartos. "Yo me estoy reafirmando en mis estereotipos raciales", comenta David, "te llama una casa de diez asi¨¢ticos y ninguno sabe hablar espa?ol; los latinoamericanos siempre tienen locutorios, con un bullicio detr¨¢s y parando la conversaci¨®n para cobrar a los clientes; los negros son los amos, simp¨¢ticos y en seguida los ventilas". A Guillermo no le importa "que no sepan hablar espa?ol, les puedes cortar la llamada sin sentirte culpable". "Estoy cogiendo aversi¨®n a los ancianos", concluye David sonriendo, "me llama una de 70 a?os y tengo que explicarle que siga el cable, que toque los botones del router, que me diga como est¨¢n las luces". "Muchas veces estoy seguro que est¨¢n mirando el aparato de DVD".
Gregorio Rubio Cifuentes es profesor del departamento de arquitectura telem¨¢tica de la universidad Polit¨¦cnica. En sus clases utiliza una met¨¢fora muy simple para explicar el funcionamiento: "es como cuando env¨ªas una carta". "La informaci¨®n en Internet", explica, "se manda empaquetada, en data grama, que ser¨ªa el sobre y contiene la informaci¨®n origen y destino". Al enviar este paquete llega a un nodo o router, "que ser¨ªa la estafeta de correos", y en funci¨®n de unas tablas de encaminamiento decide si lo env¨ªa por el enlace A, B o C, llega a otro nodo y se repite la operaci¨®n hasta el destino. "El problema es igual", concluye, "para que llegue a Sydney o al piso de arriba"
"Una canci¨®n de tres megas", dice Cifuentes, "la dividir¨ªamos en muchos paquetitos y como en Correos, no te importa qu¨¦ camino siguen, solo que lleguen". La ¨²nica condici¨®n es que "en toda esa ruta, ya se transmita por cable, v¨ªa a¨¦rea o radio, la informaci¨®n no pueda da?arse". La se?al, la herramienta f¨ªsica que transporta los data gramas, puede modificarse diez o 20 veces y se transmite por l¨ªneas de fibra ¨®ptica.
L¨ªneas de luz
La fibra ¨®ptica es un cable transparente por el que pasan pulsos de luz l¨¢ser. Cada pulso de informaci¨®n va codificado en un color, una longitud de onda, del espectro lum¨ªnico. Es el medio de transmisi¨®n m¨¢s utilizado por tener una capacidad ilimitada e inmunidad a las interferencias electromagn¨¦ticas. La cantidad de datos depende de los equipos inform¨¢ticos a cada lado del cable. Como se?ala una ingeniera de ONO, "con el ritmo exponencial que lleva la tecnolog¨ªa no se puede calcular d¨®nde estar¨¢ dentro de unos a?os".
Mantenimiento
Todos los cambios en las redes se realizan entre la una y las seis de la madrugada para que el cliente no note nada. Entre todas las estaciones donde est¨¢ el equipo hay dos, tres o hasta cuatro caminos para llegar a la siguiente. Al estar todo redundado, en caso de corte en un tramo de la fibra la informaci¨®n encuentra una ruta alternativa. Todas tienen alimentaci¨®n el¨¦ctrica de dos centrales diferentes y muchas veces generadores di¨¦sel.
En el mantenimiento de las redes la aver¨ªa m¨¢s com¨²n es una obra que levanta la calle y corta las canalizaciones de la fibra. "En una consiguieron,", recuerda Javier Llimas, director de operaciones de Colt, "no s¨¦ c¨®mo, perforar la fibra de abajo y dejar las de arriba intactas". Las obras de la autopista de circunvalaci¨®n M-30 en Madrid fueron durante a?os la pesadilla de los equipos de mantenimiento.
En Jazztel dicen tener problemas con los roedores pero que "se reconocen f¨¢cil". "Ves en la sala de control", una habitaci¨®n grande, llena de equipos inform¨¢ticos que controlan la calidad de la se?al mediante sensores colocados en todas las fibras, "como se va apagando gradualmente la se?al". "Primero cae una de las fibras, luego otra, despu¨¦s una m¨¢s", dice mientras cuenta con los dedos,"y ya sabes: ratones".
En ONO y Colt sufrieron durante unos a?os intentos de robo de cable. "Pensaban que dentro hab¨ªa cobre", dicen desde ONO, "y luego ve¨ªan que era fibra". "Llegamos a poner carteles anunciando 'Aqu¨ª no hay cobre, solo fibra'". El equipo de Colt distingue entre "los educados" y "los v¨¢ndalos". Los primeros "cortan solo un cacho, ven que no es cobre y se van". Los segundos "echan gasolina, les prenden fuego a los cables [el cobre no arde], te lo dejan hecho un amasijo humeante de pl¨¢stico y fibra".
En los hogares cambia el tipo de aver¨ªa: un usuario que reforma su casa perfora el cable, el incendio de un fotomat¨®n quema las canalizaciones exteriores de un edificio o una obra en el metro corta el cable que llega a un edificio. Hay un servicio de guardia 24 horas siete d¨ªas a la semana.
Fortalezas de la informaci¨®n
Algunos de los servicios de Internet como cuentas bancarias, informaci¨®n de la agencia tributaria o venta en l¨ªnea requieren asegurar la privacidad de esos datos. Para ello existen edificios especializados, llamados centros de datos, con una infraestructura particular para garantizar la seguridad y que el servicio jam¨¢s deje de darse.
Colt Telecom tiene dos centros de datos en Madrid y Barcelona. Entre sus clientes hay bancos y organismos p¨²blicos. No puede revelarse d¨®nde est¨¢ situado su centro en Madrid, pero Jorge, uno de los encargados de esta fortaleza de la informaci¨®n, explica que "est¨¢ un ¨¢rea apartada, alejada de centros de riesgo como embajadas o comisar¨ªas". Vigilan el acceso y los equipos con c¨¢maras y las puertas de seguridad se abren con una tarjeta personalizada. El edificio necesit¨® "un trabajo de ingenier¨ªa importante", como una estructura de hierro apoyada directamente sobre los pilares del edificio. Este refuerzo sostiene los dos transformadores de 20.000 voltios alimentados por dos l¨ªneas el¨¦ctricas de dos subestaciones, una cercana y una lejana y los dos generadores di¨¦sel, como los de un barco de mercanc¨ªas, con una autonom¨ªa de 72 horas y 114.000 litros de combustible.
Este equipamiento evita, en caso de aver¨ªa el¨¦ctrica, el servicio deje de funcionar. Jorge recuerda que "hace unos a?os se cort¨® el suministro el¨¦ctrico durante muchas horas y no lo notamos". Tambi¨¦n rememora el cable de alta tensi¨®n que cay¨® en Barcelona y su centro de datos en esa ciudad pudo seguir funcionando gracias a esta infraestructura. "Tendr¨ªa que juntarse un apag¨®n general de tres d¨ªas m¨¢s una huelga de camiones cisternas", bromea.
El recalentamiento es motivo de aver¨ªa en los equipos inform¨¢ticos que alojan. Usan sistemas de refrigeraci¨®n que mantienen las salas a 23 grados. "Yo suelo entrar con bufanda", dice uno de los t¨¦cnicos.
A Paco Quintana, el director de desarrollo de la red de Telef¨®nica, le resulta incre¨ªble el concepto de que Internet es gratuito. "Como te bajas los contenidos gratis parece que esto no cuesta dinero", reflexiona, "pero la infraestructura de las redes de fibra, de los servidores, los centros de datos, la gente que lo mantiene, la innovaci¨®n... cuesta much¨ªsimo dinero". "Internet puede ser muchas cosas," concluye, "pero desde luego no es barato".
Estructura de la red
Hay m¨²ltiples modelos de red. El de Telef¨®nica, que solo en Madrid tiene 600.000 kil¨®metros de fibra ¨®ptica, ser¨ªa de ¨¢rbol. Los cables se van sumando desde el hogar o la empresa hasta la central final, creando un enraizado que llaman red de condensaci¨®n. La de ONO sigue un sistema de anillos que une de forma circular los routers de sus centrales. Es la ¨²nica empresa en Espa?a que tiene conexi¨®n propia hasta los hogares. El resto deben alquilar el cable de cobre a Telef¨®nica. Jazztel acab¨® de instalar en 2005 su propia red. Es la m¨¢s moderna de Espa?a pero la innovaci¨®n y el cambio de equipos es constante. En diez a?os, Telef¨®nica ha mejorado los equipos dos veces. Actualmente cuentan en sus centrales principales nodos que gestionan 1.048.576 mega bits por segundo. Otro es el de Colt Telecom, una operadora paneuropea, enfocada a empresas, con anillos de fibra que llega a los centros de negocios de las principales ciudades del continente como Madrid y Barcelona. Su red en Madrid es de 2.000 kil¨®metros y llega directamente hasta la sede de la empresa.
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