La prensa italiana teme que Berlusconi censure Internet
El Gobierno publicar¨¢ ma?ana un decreto que afectar¨¢ a "temas sensibles" como la libertad de expresi¨®n en la Red
El anuncio de que el Gobierno italiano prepara un decreto urgente sobre Internet y el aviso del ministro del Interior de aquel pa¨ªs de que esta medida afectar¨¢ a una "zona sensible, como la libertad de expresi¨®n en la web y de manifestaci¨®n", ha desatado la preocupaci¨®n de la prensa italiana.
Las principales cabeceras sostienen que para combatir los delitos en Internet basta el c¨®digo penal vigente. El debate se produce despu¨¦s de que la agresi¨®n a Berlusconi haya suscitado una pol¨¦mica en la Red entre grupos que apoyan o critican al agresor. El ministro del Interior considera que es necesario "encontrar un equilibrio entre la libertad de manifestaci¨®n del propio pensamiento en campa?a electoral y la de manifestar la propia cr¨ªtica".
En el Corriere, Beppe Severgnini, recuerda que Internet no ha sido ni la causa ni el instrumento de la agresi¨®n contra Berlusconi, "Ha estado el escenario de las consecuencias", pero el articulista est¨¢ convencido de que muchos de los que acusan a Twitter o Facebook nunca han entrado en una red social. Severgnini teme que el famoso decreto entre, por ejemplo, en la prohibici¨®n del anonimato en Internet o pretenda el cierre de sitios extremistas sin que sepamos qu¨¦ quiere decir "extremista".
Francesco Costa, en Unit¨¤, combate tambi¨¦n que el decreto quiera penalizar el anonimato en Internet y recuerda que los grupos que apoyan al agresor de Berlusconi est¨¢n registrados con su nombre en las redes sociales. La difamaci¨®n, la apolog¨ªa de la violencia que se cometa en Internet son perseguibles gracias a las leyes vigentes, recuerda el articulista, que alerta sobre leyes que puedan ser parangonables como las que rigen en dictaduras como Corea del Norte.
Ana Masera, en La Stampa, tambi¨¦n advierte que el dise?o de esta ley italiana puede acercarse a los sistemas de China o Cuba y lamenta que Internet vaya a ser el chivo expiatorio del gesto de un desequilibrado. La autora alerta a los defensores de la libertad de expresi¨®n de la existencia de un mundo antiinternet en la pol¨ªtica y de una ¨¦poca f¨¦rtil para reprimir la libertad de expresi¨®n
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