Sony defiende los libros electr¨®nicos frente a las tabletas

Un lector de libros digitales para los lectores muy lectores. Esa es la apuesta que Sony hace en su lanzamiento en Espa?a de Reader, su dispositivo de lectura, una filosof¨ªa con la que justifica la ausencia de un modelo con wifi, teclado f¨ªsico incorporado o con conectividad 3G. "Esto est¨¢ pensado para leer y de la misma manera que los tel¨¦fonos inteligentes no han acabado con las buenas c¨¢maras fotogr¨¢ficas digitales, las tabletas [como el iPad de Apple] no acabar¨¢n con estos lectores", argumenta Pedro Navarrete, presidente y director general de Sony Espa?a.

Esfuerzos para que el Reader sea el equivalente a la mejor de la m¨¢s mullida butaca orejera, Sony los ha hecho. As¨ª, de entrada, tanto el Reader Pocket Edition (cinco pulgadas) como el Reader Touch Edition (seis pulgadas) funcionan con una de las mejores pantallas t¨¢ctiles del momento, permiten f¨¢cilmente pasar hasta seis tama?os de cuerpo de letra y, por descontado, deja subrayar y tomar notas. Y, sobre todo, la tinta electr¨®nica, que permite una alta legibilidad sin fatiga por su parecido al papel impreso. Rematan la propuesta un peso liviano (155 y 220 gramos, respectivamente) y una bater¨ªa de bajo consumo que permitir¨ªa unas dos semanas de lectura seguida, el equivalente a unas 10.000 p¨¢ginas. Unos 1.200 libros son los que puede almacenar el lector en su memoria, que en el caso del Reader Touch puede ampliarse hasta los 32 gigas, o sea, 19.000 e-books que, claro, siempre deben descargarse v¨ªa ordenador.

?La apuesta por este modelo implica que Sony abandona la batalla de aparatos -tabletas, con wi-fi y dem¨¢s? "No, ese producto ya lo tenemos en Estados Unidos con el Reader Daily Edition, pero nuestra apuesta aqu¨ª es por los lectores de libros puros; vamos a mercados distintos", insiste Navarrete, que cree que el precio "tambi¨¦n es competitivo" y les ayudar¨¢ a fijarse en el mercado: 200 y 250 euros, respectivamente. Est¨¢ a medio camino entre el agresivo Kindle 3G de Amazon (189 d¨®lares, unos 137 euros) y, por ejemplo, el e-book que acaba de lanzar Samsung (299 euros). Sin duda es mucho m¨¢s econ¨®mico que las iPad de Apple, (a partir de 488 euros) pero, eso s¨ª, todos tienen una conectividad y prestaciones comunicativas mayores. La opini¨®n generalizada en el sector es que ahora a¨²n hay espacio para todos los tipos de dispositivos, si bien dentro de unos tiempo, sin m¨¢s prestaciones, la ley del mercado reducir¨¢ dr¨¢sticamente la oferta de aparatos.

Sony, en realidad, pod¨ªa haber lanzado su Reader en Espa?a hace ya dos a?os, "pero hasta ahora el sector del libro electr¨®nico ha estado aqu¨ª hu¨¦rfano de contenido", apunta Navarrete. Por ello la multinacional japonesa ha buscado el apoyo de Libranda, la gran plataforma de distribuci¨®n de libros en ese formato, que cuenta ya con 1.400 t¨ªtulos digitalizados. "El mercado no existe a¨²n; se calcula que en Espa?a hay entre 50.000 y 100.000 aparatos lectores de libros digitales [se calcula en 11 millones de dispositivos en EEUU], pero hemos de ir juntos: libros digitalizados sin aparatos lectores dar¨¢ como resultado la pirater¨ªa; aparatos sin contenido, algo absurdo", expone Arantza Larrauri, directora general de Libranda, distribuidora que esperaba alcanzar a finales de este a?o los 8.000 t¨ªtulos, pero que deber¨¢ conformarse con la mitad ante la dificultad de los editores por hacerse con los derechos de autor digitales. El peligro de la pirater¨ªa s¨®lo tiene, en su opini¨®n, un ant¨ªdoto: la edici¨®n simult¨¢nea de las novedades tanto en papel como en e-book, "como ya demostramos hace unos d¨ªas con el ¨²ltimo Ken Follet".

Alcanzar una m¨ªnima masa cr¨ªtica de propietarios de dispositivos para libros digitales es el objetivo de ambas empresas, por lo que ultiman una posible campa?a conjunta en las librer¨ªas. "Lo importante de un aparato como el Reader, que adem¨¢s es abierto y multiformato, es que va a hacer perder el miedo a los lectores puros y de alto recorrido con el tema del papel y la pantalla; hoy por hoy da la sensaci¨®n de que las tabletas ser¨¢n para lectores y lecturas m¨¢s espor¨¢dicas y cortas porque la visualizaci¨®n no es tan n¨ªtida", apunta Larrauri. Igual es s¨®lo cuesti¨®n de meses.