Yoshinori Ono: "Ca¨ªmos en la trampa del m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa"

Street Fighter marc¨® varios hitos. En primer lugar, hizo que las chicas entrasen en los salones recreativos. En segundo, cre¨® un g¨¦nero, el de los juegos de lucha. Hace m¨¢s de 10 a?os el japon¨¦s Yoshinori Ono tom¨® las riendas de este juego con halo de mito, que sigue coleccionando imitadores. Capcom, el estudio que ide¨® este ¨¦xito de los 90, le ha puesto al frente no solo del lanzamiento de este cl¨¢sico adaptado en tres dimensiones para la consola Nintendo 3DS, sino que le ha convertido en m¨¢ximo responsable de la divisi¨®n de juegos de consumo.

El juego es muy similar al t¨ªtulo m¨¢s laureado de la saga: Street Fighter II, con los mismos personajes y la misma trama, sin complicaciones en los ataques, pero con efectos a?adidos para que sea en tres dimensiones. El proceso de recuperaci¨®n de Street Fighter ha sido bastante l¨®gico. "Hemos escuchado a los fan¨¢ticos de las primeras ediciones en foros, Twitter, blogs y Facebook, su opini¨®n nos interesa, pero tenemos que adaptarnos al nuevo formato, sin vivir de la nostalgia" a?ade mientras pasa de una mano a otra una figurita de Blanka, una bestia a medio camino entre el personaje mitol¨®gico y el humano que destac¨® por su piel verde, pelo naranja y ataques el¨¦ctricos.

Durante su breve estancia en Madrid para promocionar la consola Nintendo 3DS charl¨® con los alumnos del M¨¢ster de desarrollo de Videojuegos de la Universidad Complutense de Madrid. Aconsej¨® que no se salieran demasiado de lo conocido, que no sacrificasen la jugabilidad a cambio de hacer algo demasiado personal. En pocas palabras, les hizo ver que se deben al p¨²blico y que no tiene sentido hacer un juego demasiado complejo e incomprensible.

El productor record¨® que estuvo varios meses en Italia y Espa?a para documentar el ambiente del juego Shadow of Rome. Esta experiencia le hizo evocar lo que siente cada vez que viaja al sur de Europa y aprovech¨® para dar un consejo a los alumnos: "Estudiad lo m¨¢ximo posible. No solo f¨ªsica y matem¨¢ticas, sino tambi¨¦n Arte, Cultura, M¨²sica, Geograf¨ªa y actualidad. Solo as¨ª podr¨¦is entender el mundo y crear con fundamento".

Street Fighter II, con Chun Li, un personaje femenino, quit¨® complejos. "La inclusi¨®n de la jugadora femenina fue clave para la popularizaci¨®n, para pasar de ser un juego muy bueno a parte de la cultura popular. Las chicas entraron en los recreativos y ahora lo juega toda la familia".

"Ni cambian las reglas del f¨²tbol, ni las del ajedrez, y todo el mundo sigue jugando", se defiende Ono al preguntarle por qu¨¦ no hay cambios mayores en Street Fighter IV 3DS. "No cambia el juego, sino el jugador, las t¨¦cnicas, su destreza", insiste.

Street Fighter fue el paradigma del juego en dos dimensiones, la profundidad no exist¨ªa en sus escenarios, y as¨ª se sigue desarrollando. El productor argumenta que "cambia la representaci¨®n visual, aunque estemos en el siglo XXI no se ha cambiado la forma de jugar, pero s¨ª los efectos".

Aunque la expectaci¨®n es notable, Ono no lo considera un ¨¦xito hasta que tenga cifras de ventas. La Nintendo 3DS permite jugar a distancia a trav¨¦s de Internet o con una nueva aplicaci¨®n denominada StreetPass, que alerta al jugador de que alguien cercano tiene la consola consigo. Si ambos quieren pueden compartir una partida. Ono estima que para que este sistema funcione tienen que vender, al menos, un mill¨®n de copias de su juego. "De lo contrario, la gente no notar¨¢ la diferencia con respecto al juego por Internet porque no encontrar¨¢n a nadie a quien retar" explica.

Opina que las diferencias entre la forma de trabajar en Jap¨®n y Occidente se notan en el resultado final: "Nosotros vivimos mucho m¨¢s el proceso, muchas veces es m¨¢s largo, avanzamos y retrocedemos, pero es una experiencia m¨¢s intensa. En Occidente los plazos son m¨¢s r¨ªgidos y la exigencia de resultados es mayor".

Dentro del cap¨ªtulo de diferencias entre las dos formas de producir este entretenimiento encuentra una diferencia en la que incluye una cr¨ªtica a s¨ª mismo. "Nuestra obsesi¨®n es que la gente lo pase bien, se divierta y repita. La jugabilidad es lo que m¨¢s nos inquieta. Hubo un tiempo en que ca¨ªmos en la trampa del m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, fue con Street Fighter III, y nos olvidamos de que nuestros clientes quieren pasarlo bien. Nadie pod¨ªa jugar a algo tan complicado. El juego es parte de su ocio, no una fuente de problemas".