?Me hago un iBook?

?iBooks Author quiere convertirse en el Garage Band de los libros. En 2001 el iPod, un aparato llamado a revolucionar la m¨²sica sali¨® a la venta. El programa para crear m¨²sica Garage Band se estren¨® en 2004. Quiz¨¢ no se crearon tantas canciones como se pens¨®. El programa tuvo ¨¦xito, y lo sigue teniendo, pero para crear otro tipo de contenidos, tan populares que se han convertido en un g¨¦nero en s¨ª mismos: los podcasts, programas de radio caseros que se difunden a trav¨¦s de iTunes.

En enero de 2010 Steve Jobs mostr¨® el primer iPad. Esta vez solo han tardado dos a?os en crear un programa nativo y gratuito para crear contenidos a medida para el aparato. iBooks, al igual que Garage Band, es gratuito y solo funciona en ordenadores Mac.

No es tan sencillo como usar un iPad, pero casi. Aparentemente iBooks sirve para crear libros de texto, centrado en la educaci¨®n, as¨ª que al abrir el programa da varios temas para elegir y adaptar la est¨¦tica y formato al tema. En todo caso, no es una restricci¨®n. Los que hayan hecho alguna presentaci¨®n con Keynote, el equivalante de la manzana al Power Point de Microsoft, se sentir¨¢n familiarizados con el entorno.

El libro se puede enriquecer tanto como se quiera con galer¨ªas de fotos, im¨¢genes interactivas (como mapas, por ejemplo) o piezas de p¨¢ginas web en formato HTML.

Philip Schiller fue el directivo designado para conducir la presentaci¨®n. Lo defini¨® como ¡°La herramienta de creaci¨®n de libros electr¨®nicos m¨¢s avanzada, divertida y poderosa creada hasta el momento¡±. Como no hay mucho para comparar se puede dar la afirmaci¨®n por buena. iBooks Author es muy sencilla, pero no tanto como divertida. En pocos minutos se puede soltar el texto, a?adir im¨¢genes y poner v¨ªdeos. Es decir, se crean algo as¨ª como libros de texto con diaporamas enriquecidos o narrativas multimedia en menos de media hora. La gran ventaja que tiene es que encaja perfectamente para el formato en que se pens¨®: el iPad.

El libro se puede enriquecer tanto como se quiera con galer¨ªas de fotos, im¨¢genes interactivas (como mapas, por ejemplo) o piezas de p¨¢ginas web en formato HTML. El uso es sencillo, pero no se cierra a las complicaciones que pueda demandar el autor. Los estudiantes podr¨¢n ponerse a prueba con cuestionarios b¨¢sicos para repasar conocimientos.

Una vez que se da por terminado el libro, tenga la extensi¨®n que tenga, ya sea una unidad did¨¢ctica o una novela de aventuras comienza la exportaci¨®n. Se puede comprobar que todo funciona como debe en el bot¨®n de previsualizar. En ese punto hay dos opciones: exportalo directamente a iTunes Producer, el equivalente a lo que se hac¨ªa con los programas musicales y ofrecerlos para descargar en la tienda de libros de Apple (iBookStore) o compartirlo desde la aplicaci¨®n.

Por el momento la iBookStore est¨¢ repleta de t¨ªtulos de editoriales. Son muy escasos, en solo cuatro d¨ªas los de autores que publiquen por su cuenta, algo que s¨ª se da en Amazon cada vez con m¨¢s frecuencia. En este punto aparece el primer gran problema: un autor puede, si lo desea cobrar por el libro, pero no podr¨¢ hacerlo si desea promocionarlo en alguna otra plataforma. Dan Wineman, un desarrollador aplicaciones para Mac e iOS, ha sido el primero en darse cuenta de los t¨¦rminos de uso: ¡°Si va a cobrar por cualquier libro o trabajo hecho con este programa, solo lo podr¨¢ vender o distribuir a trav¨¦s de Apple y la distribuci¨®n estar¨¢ sujera a un acuerdo con Apple¡±.

iBooks Author cumple con la misi¨®n de crear contenido, contar historias y difundirlas, pero no permite hacer dinero con ellas fuera de su ecosistema.