"?Una aplicaci¨®n de aceitunas? M¨¢ndeme pruebas de heces"
La burocracia griega para autorizar una empresa de Internet contrasta con las 24 horas que se necesitan en EE UU o Australia. Espa?a quiere imitarlos.
Hace aproximadamente un a?o, Fotis I. Antonopoulos, dise?ador de aplicaciones web de Atenas, decidi¨® que quer¨ªa crear una empresa en Internet para vender productos relacionados con la aceituna. Tard¨® 10 meses en empezar, despu¨¦s de recorrer la ciudad de un extremo a otro para recoger docenas de formularios y sellos de autorizaci¨®n.
Pero ni siquiera eso bast¨®. En el que tal vez fue el tr¨¢mite m¨¢s extra?o de todos, el Ministerio de Salud exigi¨® a los miembros de la junta directiva de la empresa que enviaran radiograf¨ªas de pulm¨®n y muestras de heces, puesto que era una empresa alimentaria. ¡°Ahora me da la risa¡±, dice, ¡°pero no ser¨ªa tan divertido si no tuviese un trabajo excelente con un buen salario¡±.
Ahora que la econom¨ªa griega entra en su cuarto a?o de recesi¨®n, los emprendedores est¨¢n ansiosos por detener una marejada aterradora. El a?o pasado, al menos 68.000 peque?as y medianas empresas cerraron en Grecia; casi 135.000 empleos asociados con ellas desaparecieron. Y los pron¨®sticos para 2012 son nefastos.
Pese a que el Gobierno ha prometido que mejorar¨¢ la situaci¨®n, el clima para los negocios sigue siendo p¨¦simo. McKinsey&Company afirmaba en un informe reciente que las nuevas empresas griegas hacen frente a inmensas cantidades de papeleo y complejos sistemas administrativos y tributarios.
¡°S¨¦ que lo que nos ha ocurrido no es un hecho aislado. Es lo que est¨¢n viviendo todos los que quieren fundar una empresa¡±
Antonopoulos espera que su experiencia al lanzar la p¨¢gina OliveShop.com anime a otros griegos a fundar sus propias empresas en la Red. Por el contrario, su historia ha copado los titulares nacionales como un ejemplo de lo mucho que debe avanzar que Grecia para convertirse en un pa¨ªs que fomente los nuevos negocios. ¡°S¨¦ que lo que nos ha ocurrido no es un hecho aislado¡±, afirma. ¡°Es lo que est¨¢n viviendo todos los que quieren fundar una empresa¡±.
Antonopoulos, de 36 a?os, comenta que el peor momento en la fundaci¨®n de la empresa fue cuando los representantes de dos organismos fueron a inspeccionar la tienda y discreparon sobre la legalidad de una escalera circular. Se marcharon dici¨¦ndole que tendr¨ªan ¡°que averiguarlo¡±.
Cuando la empresa recibi¨® un encargo importante de Dinamarca, el papeleo fue tan abrumador que decidieron que ni siquiera intentar¨ªan rellenar el formulario. Por el contrario, agrega, obtener la aprobaci¨®n de la Administraci¨®n de Alimentos y Medicamentos estadounidense para exportar aceites, madera de olivo y cosm¨¦ticos a EE UU les llev¨® 24 horas. ¡°Se hizo todo por Internet. En Grecia no pod¨ªa hacerse nada a trav¨¦s de la Red¡±, explica.
Antonopoulos dice que su historia tuvo un final feliz. La empresa, que solo lleva cinco meses en funcionamiento, ya ha enviado mercanc¨ªas a EE UU, Argentina, Australia, Jap¨®n y Mongolia. ¡°Las muestras de excrementos no pueden ser el centro de esta historia¡±, sentencia. ¡°Lo hemos conseguido¡±.
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