Jack Tramiel, creador de la inform¨¢tica superventas

?Quiso fabricar un ordenador asequible para el gran p¨²blico, no un producto exclusivo para las clases m¨¢s pudientes. Y con esa filosof¨ªa Jack Tramiel cre¨® la computadora con forma de teclado Commodore. El hasta ahora tambi¨¦n consejero delegado de la compa?¨ªa pionera en el mundo de los videojuegos, Atari, muri¨® el domingo, a los 83 a?os de edad. La historia de este gigante del mundo del silicio es un testamento de la lucha por la supervivencia.

Tramiel naci¨® en la localidad polaca de Lodz, en diciembre de 1928, en el seno de una familia de origen jud¨ªo. Durante la II Guerra Mundial fueron enviados todos al campo de concentraci¨®n de Auschwitz, tras la invasi¨®n de Polonia por las tropas del r¨¦gimen nazi. Su madre permaneci¨® all¨ª cuando ¨¦l y su padre fueron trasladados al campo de trabajos forzados de Ahlem.

Sobrevivieron en el campo de concentraci¨®n hasta que las fuerzas estadounidenses les liberaron, en abril de 1945. Dos a?os y medio despu¨¦s emigr¨® a Estados Unidos, donde se dedic¨® a arreglar m¨¢quinas de escribir para la Armada. El oficio le llev¨® despu¨¦s a abrir una tienda de reparaciones de maquinaria en el Bronx neoyorquino, que bautiz¨® con el nombre de Commodore Portable Typewriter.

Corr¨ªa el a?o 1953; en aquel establecimiento se dibuj¨® un episodio crucial en la historia de la inform¨¢tica personal. De reparar y vender m¨¢quinas de escribir, Tramiel pas¨® a fabricar calculadoras y, un cuarto de siglo despu¨¦s, en 1977, lanz¨® el primer ordenador personal. Su figura nunca fue tan popular como la de Steve Jobs, el patr¨®n de Apple, o la de Bill Gates, el cofundador de Microsoft. De hecho, le hac¨ªa feliz que nadie le conociera, aunque su compa?¨ªa cotizaba en Bolsa desde 1962.

El Commodore 64 lleg¨® al mercado en 1982. Se convirti¨® en la computadora m¨¢s vendida de la ¨¦poca. Costaba casi la tercera parte que el de IBM, y era m¨¢s potente

De los suburbios en Nueva York llev¨® la compa?¨ªa a Silicon Valley, la cuna de sector tecnol¨®gico. El Commodore 64 lleg¨® al mercado en 1982 y se convirti¨® en la computadora m¨¢s vendida de la ¨¦poca. No en vano su precio era casi la tercera parte que el del PC de IBM, su competidor directo, que adem¨¢s era bastante menos potente.

Dos a?os despu¨¦s, Tramiel dejar¨ªa la compa?¨ªa y en julio de 1984 se lanz¨® a la compra de Atari a Warner Communications, aprovechando la crisis que dominaba la saturada industria de los videojuegos, antes de su resurgimiento a finales de esa d¨¦cada.

El C64 acabar¨ªa compitiendo en el mercado con la consola Atari 400. Y despu¨¦s la Atari ST con el Commodore Amiga. Eran aparatos electr¨®nicos m¨¢s enfocados a los amantes de los juegos que a la computaci¨®n, porque por aquella ¨¦poca los ordenadores de IBM y de Apple ya se ense?aban las garras. Nintendo les dio el rej¨®n definitivo.

El empresario estuvo al frente de la compa?¨ªa hasta 1996. Despu¨¦s ser¨ªa vendida a JTS Corporation. Como recuerdan en esta ¨²ltima empresa, Tramiel puso las semillas de una revoluci¨®n que sigue en marcha. En el 25? aniversario del C64, Tramiel, protagonista decisivo pero desconocido para el p¨²blico en un sector plagado de figuras legendarias, lanz¨® la siguiente pregunta: ?qui¨¦n puede vivir ahora sin un ordenador?