¡°Soy un jur¨¢sico, pero me fascina llegar a nuevas audiencias¡±
El reportero Jon Lee Anderson se estrena con un libro electr¨®nico, 'Capit¨¢n Dadis'
Subirse al tren y empezar a leer. Conocer la cocina de un reportaje y gastarse menos de lo que cuesta una revista. Esta es la propuesta de eC¨ªcero, la editorial reci¨¦n creada por Fernando Garc¨ªa Mongay. El estreno viene de la mano de Jon Lee Anderson (California, 1957) con Capit¨¢n Dadis, un texto que no es un art¨ªculo, tampoco un reportaje, ni un libro al uso. Cuesta 2,99 euros. ¡°Soy un jur¨¢sico, muy de papel, pero me fascina llegar a una nueva audiencia. A la hora de escribir no me importa tanto la plataforma como la creatividad y las posibilidades que ofrece¡±, aclara el autor.
Capit¨¢n Dadis es el relato de la subida y descenso a los infiernos de un dictador guineano que provoc¨® una matanza en un campo de f¨²tbol en Conakry en septiembre de 2009. ¡°Tuve acceso privilegiado a este dictador, impredecible, en ocasiones, gracioso, pero tambi¨¦n caprichoso y cruel. Aquella matanza fue un momento t¨¦trico, g¨®tico...¡±.
El t¨ªtulo naci¨® como un reportaje para la revista NewYorker publicado en marzo. Ahora es lo m¨¢s parecido a lo que en Amazon se denomina un ¡°single¡±. A medio camino entre el art¨ªculo de revista y el libro, pero enriquecido con ilustraciones, mapas y algo muy especial, una cara B, algo as¨ª como la cocina del texto period¨ªstico que quiere convertirse en sello de identidad de la editorial. ¡°Si mi experiencia sirve para otros j¨®venes periodistas, me reconforta¡±, subraya.
Otro de los compromisos asumidos por el editor es la apertura. Los libros vienen sin DRM, como se denomina al candado digital que impide reenviar un archivo a otros, y tambi¨¦n se ofrecen en otros escaparates, como es el caso de la propia Amazon y en la tienda de libros de Apple, iBookStore. Anderson cree que esta postura es la m¨¢s natural: ¡°No me hice periodista para hacerme rico, ni pretendo ser excluyente. Tampoco creo que signifique un desgaste, sino una apertura. Me interesa tener audiencia m¨¢s amplia y, tambi¨¦n, publicar en espa?ol. Muchos de mis reportajes solo salen en ingl¨¦s¡±.
Hago un uso peculiar de Facebook. No me gusta esa parte de ingenier¨ªa social, de llamar amigo a quien no lo es
El precio es un factor clave a la hora de comprar un libro. La frontera de eC¨ªcero est¨¢ en el precio de una revista, pero con una diferencia muy clara. ¡°Te llevas solo lo que quieres. No es l¨®gico pagar cinco o seis euros cuando solo te interesa un reportaje¡±.
Por el momento el autor estadounidense lee en su iPhone y se est¨¢ planteando hacerlo con la tableta de Apple. Confiesa que no se ve leyendo frente al ordenador. En el futuro no descarta explorar nuevos formatos como la novela gr¨¢fica: ¡°Con la llegada de Joe Saco y Marjane Satrapi, el g¨¦nero ha dado un salto. Estar¨ªa bien dotarlo de la interacci¨®n que permiten las tabletas¡±.
Otro de los hechos diferenciales de eCicero es el compromiso de continuidad, de asumir que la historia no termina cuando se ha le¨ªdo el t¨ªtulo, sino que sigue a trav¨¦s de las redes sociales: ¡°Es una relaci¨®n m¨¢s c¨¢lida, una conversaci¨®n paralela. Como autor es muy positivo saber qu¨¦ piensa el p¨²blico¡±.
Anderson aterriz¨® en Facebook hace dos a?os, tiene casi 5.000 ¡®amigos¡¯, pero aborrece esa palabra y tiene una visi¨®n cr¨ªtica del invento de Mark Zuckerberg. ¡°Hago un uso peculiar de esta herramienta. Para empezar porque no me gusta esa parte de ingenier¨ªa social, de llamar amigo a quien no lo es. Tambi¨¦n por lo difusa que es la frontera entre lo p¨²blico y lo privado. He decidido usarlo como una vitrina para promocionar en mi muro a j¨®venes colegas cuyo trabajo merece la pena, para comunicar¡±.
El perfil de Twitter lo abri¨® por recomendaci¨®n de su editora en la revista. Su experiencia tiene doble cara: ¡°Me vino muy bien cuando estaba en Siria. Lo utilizaba como una especie de agencia a la carta, a medida, pero al volver, cuando condenaron al juez Garz¨®n no ocult¨¦ mi disgusto y hubo comentarios que me sacaron de quicio. No deb¨ª hacerlo, pero he aprendido la lecci¨®n. Ahora hago un uso m¨¢s moderado¡±.
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