Stephen Wolfram, el f¨ªsico al que copian todos
Las novedades de Google y del asistente Siri (Apple) siguen las del buscador Wolfram Alpha
Como buen cient¨ªfico, Stephen Wolfram considera casi una afrenta extenderse menos de 10 minutos por respuesta; pero si se le pregunta por Google, carraspea, afila su iron¨ªa brit¨¢nica y va al grano. ¡°Google es un buen producto, pero es como un bibliotecario al que le preguntas algo y te devuelve una lista de 10 libros para encontrar la soluci¨®n. La gente necesita respuestas, no un mont¨®n de enlaces¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica desde Boston (Estados Unidos), donde reside. Luego a?ade un chascarrillo: Sergey Brin, cofundador de Google, fue su becario en 1993. ¡°Le conozco bien, ni ¨¦l mismo ten¨ªa idea de que la b¨²squeda acabar¨ªa siendo un ¨¦xito comercial tan masivo¡±.
A sus 52 a?os, Wolfram es uno de los pocos intelectuales que sobreviven en el sector. Public¨® su primer informe cient¨ªfico a los 15, termin¨® la tesis en F¨ªsica a los 20, desarroll¨® Mathematica, un complejo programa de computaci¨®n, y escribi¨® un libro cient¨ªfico de 1.200 p¨¢ginas antes de su reto de 2009: reinventar los buscadores.
El reto es Wolfram Alpha, una web similar a Google o a Bing, pero solo en apariencia. En lugar de indexar millones de p¨¢ginas, rastrear palabras clave y devolver enlaces, como hace Google, Wolfram Alpha interpreta las preguntas del internauta, transforma la informaci¨®n en lenguaje matem¨¢tico, bucea en miles de bases de datos propietarias y ofrece una soluci¨®n en segundos, gr¨¢ficos incluidos. Es un buscador inteligente. O como puntualiza Wolfram, un poderoso motor de computaci¨®n del conocimiento.
A Google le ha costado m¨¢s de una d¨¦cada, pero el mi¨¦rcoles dio un paso en la direcci¨®n en la que ¨¦l lleva a?os trabajando: ofrecer respuestas, no enlaces, un cambio bautizado como ¡°gr¨¢fico de conocimiento¡± (knowledge graph). Ahora interpreta lo que tecleamos y, adem¨¢s de enlaces, ofrece informaci¨®n complementaria de biograf¨ªas, fotos, temas relacionados, incluso mapas. Un avance hacia los buscadores sem¨¢nticos, capaces de entender al internauta en lugar de simplemente vomitarle informaci¨®n.
¡°Los buscadores procesan consultas muy triviales¡±, dice Wolfram. ¡°No podr¨ªan responder a ninguna de las preguntas que la gente hace en Wolfram Alpha¡±. Y es cierto, se le puede preguntar de todo, aunque en ingl¨¦s: la masa de los planetas del sistema solar, el valor nutricional de la hamburguesa o el resultado de una compleja ecuaci¨®n diferencial. As¨ª en decenas de ¨¢reas tem¨¢ticas, desde astronom¨ªa, qu¨ªmica y m¨²sica a deportes, ciencia o finanzas. En el 90% de los casos entender¨¢ la pregunta a la primera y ofrecer¨¢ la respuesta correcta.
Menospreciado al principio por creer que solo servir¨ªa a cient¨ªficos, Wolfram Alpha ha madurado en un potente sistema que recibe m¨¢s de cinco millones de consultas al d¨ªa, responde a parte de las b¨²squedas de Bing, a quien licencia la tecnolog¨ªa, y procesa el 25% de las preguntas de Siri, el asistente de voz del iPhone 4S de Apple.
¡°El acuerdo con Apple es importante para demostrar que Wolfram Alpha funciona. Creo que en los pr¨®ximos a?os empezaremos a dar por supuesto que es posible calcular cualquier cosa instant¨¢neamente. Empezaremos a exigirlo; hasta ahora asum¨ªamos que no era viable¡±. Wolfram predice que en el futuro cualquier aparato llevar¨¢ inyectado software de computaci¨®n para convertirlo en un equipo inteligente. ¡°Si est¨¢s redactando un e-mail, por ejemplo, podr¨ªas recibir informaci¨®n sobre el remitente, el historial de intercambios, qu¨¦ le tienes que responder¡ Los objetos sabr¨¢n discernir problemas y situaciones por s¨ª mismos, es algo que ya estamos empezando a ver en los m¨®viles¡±.
Wolfram Alpha ingresa dinero con acuerdos como el de Apple y Microsoft. Buena parte de sus 200 empleados trabajan en lanzar aplicaciones de m¨®viles, libros electr¨®nicos y tabletas que calculan de todo un poco: el tiempo, hipotecas o la probabilidad de ganar la loter¨ªa.
En febrero estren¨® Wolfram Alpha Pro. Por cinco d¨®lares al mes permite subir datos e im¨¢genes y utilizar su computaci¨®n para analizarlos. ¡°Muchos estudiantes utilizan la versi¨®n gratuita, tambi¨¦n m¨¦dicos, gente de finanzas y Gobiernos para analizar datos socioecon¨®micos y tomar decisiones¡±.
Wolfram asegura no sentirse frustrado por el ¨¦xito de su becario Brin. Le asombra. ¡°Es incre¨ªble, el e-mail lo utilizamos tanto o m¨¢s que un buscador y sin embargo ha resultado ser un negocio much¨ªsimo menor¡±.
Respecto a las redes sociales, reconoce su importancia, ¡°pero me gustan los proyectos m¨¢s intelectuales. En la historia de la tecnolog¨ªa hay momentos de cambio muy r¨¢pido y de calma. Vivimos una etapa de innovaci¨®n acelerada. Las cosas que se est¨¢n creando ahora, los Facebook y dem¨¢s, las seguiremos utilizando durante d¨¦cadas¡±.
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