Paga dos veces por el mismo juego

Hace casi una d¨¦cada era impensable que un videojuego de m¨¢s de 10.000 pesetas (60 euros) pudiera estar incompleto. Hoy se impone el troceado. Se venden sus partes m¨¢s jugosas como extras, de compra necesaria para disfrutar de una experiencia completa. La industria present¨® las plataformas de descarga digital Xbox Live y PSN como un Santo Grial. Traer¨ªan nuevas actualizaciones, revisiones, contenidos extra y mejorar¨ªan, en definitiva, la calidad del producto. La realidad se ha impuesto a la ficci¨®n: los videojuegos son un negocio m¨¢s, donde la facturaci¨®n y los beneficios mandan.

Las descargas por Red superaron en facturaci¨®n a las ventas en tienda en el ¨²ltimo trimestre de 2011 en Estados Unidos. El contenido descargable (DLC por sus siglas en ingl¨¦s) es un aliado com¨²n de las productoras. Grandes lanzamientos como Call of duty, Gears of war o Forza, se actualizan varias veces al a?o con paquetes lanzados peri¨®dicamente: m¨¢s mapas, armas, personajes, coches o circuitos a cambio de precios que van desde los 4 a los 12 euros.

Uno de los juegos del a?o pasado The Elder Scrolls V: Skyrim, pronto recibir¨¢ expansiones, al igual que Mass Effect 3, que incluir¨¢ un final ampliado gratuito tras las cr¨ªticas vertidas por su cierre. Pero no son los casos m¨¢s flagrantes. Sus editoras insisten en que estos contenidos descargables ¡°se crean una vez finalizado el juego¡±, por lo que no se est¨¢ pagando por algo que se adquiri¨® inicialmente, sino desarrollado despu¨¦s, con coste de producci¨®n extra, y que logra mantener al videojuego vivo durante m¨¢s tiempo.

Enric ?lvarez, fundador del estudio madrile?o Mercury Steam responsable deCastlevania lords of shadow, se muestra favorable al lanzamiento de contenidos descargables siempre y cuando no troceen la experiencia de juego porque ¡°te arriesgas a que la gente lo perciba como que te lo has guardado y les quieres cobrar aparte¡±. En su opini¨®n, ¡°est¨¢ feo dejar el juego sin final, guardarlo para el descargable y adem¨¢s sacarlo con todo el morro al d¨ªa siguiente¡±. A pesar de las cr¨ªticas de los jugadores contra este modelo de negocio, ?lvarez considera que las productoras ¡°tienen derecho¡± a comercializar descargables para rentabilizar sus creaciones.

En Castlevania lords of shadow, los jugadores pueden comprar dos contenidos descargables lanzados meses despu¨¦s de su estreno. Ambos costaron ¡°buenos seis meses¡± de trabajo al estudio madrile?o y ¡°completaban un juego de 20 horas¡±, por lo que ¡°la gente no ten¨ªa motivos objetivos para quejarse, aparte de que les gustaran m¨¢s o menos¡±, tercia ?lvarez.

?Y si el extra ya estuviera incluido en el disco que compra el jugador, fuera bloqueado por la editora y no hubiera forma de acceder a ¨¦l si no es previo pago? Las editoras intentan ocultar estas situaciones, pero no siempre sale bien. Su azote: hackers que recorren el c¨®digo del juego en busca de pistas y contenido oculto. A la productora japonesa Capcom, responsable de Street Fighter, le han pillado en varias ocasiones. Su reciente Street Fighter X Tekken conten¨ªa 12 luchadores escondidos, que los clientes de Xbox 360 y PlayStation 3 tendr¨¢n que pagar. Lo mismo con Resident Evil: Operation Raccoon City, en el que se hallaron varios gigas con misiones destinadas a su posterior comercializaci¨®n.

Los casos m¨¢s c¨¦lebres incluyen nuevos dise?os para las monturas de The Elder Scrolls IV: Oblivion, el ep¨ªlogo de Prince of Persia y la misi¨®n de Florencia en Assassin¡¯s Creed II, ambos de Ubisoft. Pero tambi¨¦n existen casos de contenido descargable honesto, como el de Rockstar Games con sus Episodios de Liberty City para Grand Theft Auto IV, cada uno con m¨¢s de 20 horas de diversi¨®n por 16 euros. O el de Bethesda con las expansiones adicionales de Fallout 3 y Fallout New Vegas, entre otros.

La mayor¨ªa de compradores se entera de que al videojuego le faltan partes, por las que deber¨¢ pagar al salir de la tienda. Las compa?¨ªas se cuidan mucho de anunciarlo antes del lanzamiento o durante la promoci¨®n, incluso esquivando las preguntas de la prensa. Los contenidos descargables son, en definitiva, un modelo de negocio que ha llegado a esta industria para quedarse, porque trocear el juego es rentable, aunque no gusta a los aficionados.

Espa?a es la quinta potencia en consumo de videojuegos de Europa, con una facturaci¨®n de 980 millones de euros en 2011, casi un 15% menos que en el ejercicio anterior. El descenso se atribuye a la crisis econ¨®mica y la pirater¨ªa. Conviene recordar que los juegos comprados en formato descargable crece a?o tras a?o, pero no se refleja en la facturaci¨®n anual.

Para la Asociaci¨®n Espa?ola de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (aDeSe) son necesarios sistemas que contabilicen de manera exacta las descargas. Este segmento del mercado as¨ª como los juegos para m¨®viles y redes sociales necesitan ¡°datos tan fiables como los del canal f¨ªsico de distribuci¨®n¡±, dice su secretario general, Carlos Iglesias.

M¨¢s informaci¨®n en Meristation