El futuro Internet de las cosas
Un bill¨®n de nodos medir¨¢n cualquier cosa que se pueda medir sobre la faz de la Tierra
El Internet de las Cosas ser¨¢ la estructura m¨¢s compleja que la humanidad haya creado jam¨¢s. En una generaci¨®n, es probable que exista un bill¨®n de nodos que midan cualquier cosa que se pueda medir sobre la faz de la Tierra y con la informaci¨®n extra¨ªda de esos datos controlaremos todos los aspectos del mundo que hemos construido.
El hecho de que podemos planificar una gran parte de esta labor de antemano ¨Cacertar con los est¨¢ndares, reglas y aplicaciones antes de que hayamos avanzado demasiado¨C constituye una oportunidad para que se d¨¦ un magn¨ªfico ejemplo de bloqueo del escritor, en versi¨®n arquitecto inform¨¢tico. O se trata de arrogancia. O de ambas cosas.
Sin embargo, contamos con una amplia experiencia sobre la forma en que se dise?an y construyen estructuras complejas y confusas. Entonces, ?qu¨¦ podemos aprender del pasado y c¨®mo nos puede orientar?
?Qui¨¦nes ser¨¢n los arquitectos de todo esto? ?ser¨ªa mejor de arriba abajo, de forma ordenada, integrada, como corresponde a una corporaci¨®n gigante o a China? ?O de abajo arriba, de forma confusa, innovadora, resultado de apa?os brillantes? ?c¨®mo podr¨ªa funcionar todo como un sistema?
La historia nos dice que algunas de nuestras estructuras m¨¢s complejas y viables no son grandes redes integradas, sino que en realidad se trata de varias redes heterog¨¦neas que se adaptan y aprenden. La planificaci¨®n es m¨¢s una aplicaci¨®n sistem¨¢tica de lo aprendido que un acto de preordenaci¨®n. Las ciudades e Internet son, ambas, buenos ejemplos de ello y tambi¨¦n dos de los mayores logros de la humanidad. Al mismo tiempo, con las comunidades de innovaci¨®n global actuales y el crowdsourcing, es m¨¢s que probable que algunas de las ideas m¨¢s valiosas y perdurables vayan a surgir como sorpresas no planificadas.
El Internet de las Cosas tiene car¨¢cter pol¨ªtico. Es algo digno del aprendiz de brujo, que va a afectar a toda nuestra vida, con grandes repercusiones sociales, econ¨®micas y sobre la privacidad. Por lo tanto, m¨¢s vale que sea construida de forma inclusiva, ya que, de lo contrario, el temor puede superar sus beneficios. Los padres fundadores de Estados Unidos no prescribieron el modo en que se deb¨ªa dirigir el pa¨ªs durante los siguientes doscientos a?os; dise?aron mecanismos para la participaci¨®n y la manifestaci¨®n de intereses discrepantes. En el caso del Internet de las cosas (Internet of things, IoT) existe una oportunidad similar de gobierno flexible.
He aqu¨ª un ejemplo precoz citado en este cap¨ªtulo: la tecnolog¨ªa de control energ¨¦tico de SmartMeter desarrollada por una empresa de suministro de California fue objeto de oposici¨®n por parte de los clientes, que consideraron que se trataba de una falta de control y un acto de vigilancia. Sin embargo, una tecnolog¨ªa similar que permita que los clientes descubran c¨®mo ahorrar energ¨ªa de forma individual y como comunidad, incluso como una forma de juego, no se considera una intromisi¨®n. Del mismo modo, el movimiento Open Data en las ciudades supone la participaci¨®n de grupos de la comunidad, periodistas y hackers con sensores y datos, creando apoyo y nuevas ideas para las soluciones urbanas.
Nadie sabe cu¨¢l ser¨¢ la killer application, la aplicaci¨®n fundamental, del IoT. En primer lugar, vamos a instrumentalizar las cosas obvias (las mismas cosas que hemos medido a lo largo del siglo xx): energ¨ªa, transporte y procesos industriales. Sin embargo, las aplicaciones m¨¢s profundas del Internet de las Cosas no existen en la actualidad y probablemente, si existieran, nos parecer¨ªan cosas sin sentido.
La primera vez que escuch¨¦ que el MIT colocaba sensores en elementos de basura para ver d¨®nde iban, pens¨¦, "eso es una tonter¨ªa; han instrumentalizado la basura. ?Por qu¨¦ han hecho eso? Tal vez sea un proyecto art¨ªstico". En realidad, TrashTrack revel¨® matices de la cadena de suministro inversa que nadie hab¨ªa observado con anterioridad, y reclam¨® la atenci¨®n del Gobierno y la industria.
De modo que, cuando oigan hablar de aplicaciones de IoT que parecen tontas, molestas o triviales, presten atenci¨®n. ?Alguien est¨¢ viendo algo nuevo! Y tal vez en ese detalle encuentre una pista que marque el futuro.
Peter Hirshberg, consejero delegado de The Reimagine Group, expresidente de Technorati y experto de la Fundaci¨®n de la Innovaci¨®n Bankinter.
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