La tableta Nexus 7, a 199 d¨®lares

El m¨®vil no es suficiente. Hay que tener tambi¨¦n una tableta, la pantalla para ver v¨ªdeos y leer revistas.Google acaba de presentar en San Francisco, en su conferencia para desarrolladores de software, la tableta Nexus 7. A diferencia de Apple y Microsoft, Google reparte alpiste a los fabricantes. No har¨¢ ¨¦l mismo el aparato, sino que siguiendo su pol¨ªtico con los port¨¢tiles Chromebook o los m¨®viles, deja en manos de otros la fabricaci¨®n. Si en los m¨®viles su preferido es Samsung, la tableta recae en Asus.

Otra diferencia sobre casi todos. La dimensi¨®n de 7 pulgadas, frente a las 10 que ha impuesto Apple y han seguido la mayor¨ªa, excepto Samsung, que lanz¨® su primera versi¨®n en este formato peque?o, que tiene la ventaja de aligerar considerablemente el peso del aparato: solo 340 gramos, la mitad que un iPad. Y su precio¡­tambi¨¦n: 199 d¨®lares en Estados Unidos. Empezar¨¢ a venderse a mediados d ejulio en este pa¨ªs, en el reino Unido y Canad¨¢. M¨¢s adelante llegar¨¢ a Espa?a. Siempre con un vale de 25 d¨®lares para gast¨¢rselos en aplicaciones o descargas de pel¨ªculas o m¨²sica.

La apuesta de Google por este formato que se invent¨® Samsung puede dar un impulso definitivo a la tableta peque?a, que cabe en el bolso de una chaqueta y que es mucho m¨¢s manejable como lector electr¨®nico y en situaciones que no son las de estar estirado en un sof¨¢. Se puede manejar con una mano.

De entrada suena como una bofetada para la competencia de la tableta de Amazon Kindle Fire. La Nexus 7, adem¨¢s ya viene con todo el poder¨ªo de Google detr¨¢s, su navegador Chrome, su Youtube adaptado a las dimensiones de la tableta y a la alta definici¨®n, al igual que el correo Gmail.

En las mismas fechas, Google lanza el aparato Q, por 299 d¨®lares. Aspira a ser el centro multimedia del hogar desde donde controlar todos los contenidos de cualquier aparato de la casa y pasarlos de una pantalla a otra.

Por el lado del software, Google ha anunciado Jelly Bean, su nueva versi¨®n de sistema operativo Android. Ya van casi 15 versiones? en menos de cinco a?os. La ¨²ltima Ice Cream, que precedi¨® a Honeycomb (efectivamente, los diab¨¦ticos mejor no trabajar en Google) apenas est¨¢ en el 7% de los aparatos. El 65% de los Android que circulan por el mundo siguen con el sistema Gingerbread (o versi¨®n 2.3), Y la nueva Jelly Bean es la 4.1.

Esta dispersi¨®n de sistemas operativos, frente la unidad cuasi militar de Apple, no parece preocupar a Google, pues en ¨²ltima instancia parecen que no hay grandes problemas de incompatibilidad.

Entre las aportaciones de Jelly Bean se encuentra una mayor duraci¨®n de la bater¨ªa. Si consigue eso, vale la pena el cambio. Tambi¨¦n Hugo Barra, encargado de cantar las excelencias del nuevo sistema operativo, promete que es mejor el rendimiento del m¨®vil con las aplicaciones y especialmente con los gr¨¢ficos.

Al teclado con Jelly Bean se le puede dictar y el teclado lo convierte en texto sin necesidad de estar conectado a Internet. Luego cuando haya conexi¨®n lo manda.Gracia a su NFC, aparte de pagar, distribuye contenidos, fotos, m¨²sica o textos.

Jelly Bean a?ade la b¨²squeda por voz. Es decir, lo mismo que Siri. Y el Google Now, informaci¨®n en tiempo real, combinando la agenda con el lugar donde te encuentras. Google calcular¨¢ por ti el tiempo que vas a tardar en el transporte, los cambios horarios, el tr¨¢fico. Y rutas alternativas, aunque no especifica si es solo para Estados Unidos. Si estuvieron atentos a las conferencias de desarrolladores hace una semana de Microsoft y hace dos de Apple, todo suena a lo mismo o a muy parecido. Jelly Bean estar¨¢ ya a mediados de julio en los m¨®viles Galaxy Nexus y Moto Xoom.

La batalla contin¨²a, y ninguno de los contendientes renuncia a ninguna parte del pastel; sin embargo el show de Google termin¨® en son de paz, con la subida al escenario de Sergey Brin, cofundador del buscador junto a Larry Page, para hablar no de la tableta ni de m¨®viles, sino de gafas. Brin est¨¢ decidido a que la gente vaya por la vida con sus gafascam, captando im¨¢genes y v¨ªdeos por el mundo. Dense prisa, dijo, para encargar unas. Cuestan 1.500 d¨®lares y llegan? el a?o que viene. Por favor, no hagan colas. es el capricho de Brin.