Fracaso de las teles en 3D
La ausencia de contenidos y los elevados precios condenan a estos televisores, que solo ocupan el 2% del parque espa?ol
Estaba llamada a convertirse en la pr¨®xima revoluci¨®n tecnol¨®gica en el hogar y se ha quedado en tremendo chasco. El televisor 3D, ese que en Navidad del 2010 inund¨® las tiendas impulsado por fabricantes como Sony, Panasonic o LG sigue sin interesar a los consumidores. Y no es culpa suya. La falta de contenidos, los elevados precios de las teles y la incomodidad de las gafas 3D han condenado a esta tecnolog¨ªa al fracaso.
Dos a?os despu¨¦s de su lanzamiento, solo un 2% del total de televisores en Espa?a es 3D, seg¨²n GfK. En EE.UU. no llega ni al 5%. Y en la pr¨®xima campa?a de Navidad ocurrir¨¢ m¨¢s de lo mismo: se hablar¨¢ muy poco (o nada) del 3D y mucho de televisi¨®n conectada, tabletas, smartphones y aplicaciones. Los fabricantes se resisten a hablar de fracaso, pero admiten que el 3D, se encuentra en una v¨ªa estancada.
¡°Las expectativas eran muy altas de inicio y no se han cumplido. La crisis y el elevado coste de producir contenidos han lastrado el mercado. De todas formas, apenas han pasado 18 meses, creo que a¨²n no se puede hablar de fracaso, lo ser¨¢ si dentro de cuatro o cinco a?os seguimos igual¡±, dice Samuel Andreo, responsable de producto de Panasonic. En Samsung, l¨ªder en ventas de televisores en Espa?a, reconocen que la idea del smart TV, la tele conectada a Internet para navegar y acceder a aplicaciones, ha superado al resto. ¡°El 3D no ha muerto, pero creemos que ser¨¢ simplemente una opci¨®n m¨¢s de contenido dentro de la tele conectada¡±, explica Nacho Monje, directivo de la firma coreana.
El contenido es justamente lo que falta. En Espa?a, salvo Canal+, que emite de vez en cuando alg¨²n partido o concierto en 3D, y tambi¨¦n en estas Navidades, no hay programaci¨®n. La ¨²nica opci¨®n pasa por adquirir aparte un reproductor BluRay, pero los t¨ªtulos 3D disponibles en este formato son escasos y caros (a partir de 25 o 30 euros por pel¨ªcula). Tambi¨¦n hay videojuegos en 3D aunque, de nuevo, es necesario invertir en una consola si a¨²n no se tiene una. Las tres dimensiones salen caras.
Lo primero, por el televisor. En las tiendas ya se pueden encontrar modelos b¨¢sicos de 32 pulgadas con 3D y conexi¨®n a Internet desde 599 euros. A eso hay que a?adir las gafas, que en la mayor¨ªa de los casos no vienen incluidas. Hay dos tipos, gafas activas, que ofrecen mejor sensaci¨®n 3D pero requieren pilas, son inc¨®modas y m¨¢s caras; y pasivas, que son sencillas, ligeras y muy baratas, pero con peor calidad de imagen.
Casi todos los televisores 3D en venta funcionan con gafas activas, que cuestan entre 30 y 60 euros la unidad. Es decir, para una familia de cuatro miembros, toca a?adir entre 120 y 240 euros extra al televisor. A eso, sume un reproductor BluRay o una consola para disfrutar de alg¨²n contenido en 3D. Resultado: la factura final se acerca a los 1.000 euros. Excesivo para demasiados bolsillos.
¡°Las teles 3D convierten cualquier contenido 2D a las tres dimensiones, pero la calidad de imagen es muy pobre, simplemente aumenta un poco la sensaci¨®n de profundidad, nosotros ni divulgamos esa capacidad. La verdadera calidad se consigue con contenido 3D Full HD a trav¨¦s de BluRay o emisiones en directo¡±, explica Joao Barbosa, jefe de producto de Sony.
La japonesa Toshiba es de momento la ¨²nica que ha lanzado en nuestro pa¨ªs un televisor 3D sin gafas de 55 pulgadas, pero con dos grandes inconvenientes: el precio, 9.000 euros, y la experiencia de uso, a¨²n mejorable. Hasta nueve personas pueden ver la tele en 3D sin gafas en este equipo, pero es necesario permanecer como una vela en el sof¨¢. Al m¨ªnimo movimiento, se pierde el efecto profundidad. ¡°Estamos empezando con esta tecnolog¨ªa, pero es una apuesta seria. El consumidor a¨²n no est¨¢ acostumbrado al 3D, pero creemos que poco a poco iremos viendo m¨¢s uso. Eso s¨ª, para nosotros no es un tema estrat¨¦gico, tiene m¨¢s peso la tele conectada¡±, dice Javier Morago, de Toshiba.
El escaso tir¨®n de las tres dimensiones en el cine, que deber¨ªa haber impulsado la adopci¨®n en el hogar, tampoco ha ayudado. Tras el boom en 2010, el inter¨¦s del p¨²blico se ha ido apagando por la escasa calidad del 3D en muchas de las producciones y los elevados precios: entre 11 y 13 euros por entrada. ¡°La crisis est¨¢ afectando tambi¨¦n mucho al cine. Una producci¨®n en 3D nativo, con c¨¢maras adaptadas, es muy costosa. Al final se escoge solo por transformar 2D en 3D, la calidad sufre y el consumidor sale decepcionado¡±, se?ala Andreo.
Con el 3D en la nevera, los fabricantes han apostado de lleno por las teles conectadas, en las que el consumidor s¨ª ve valor. Enganchan adem¨¢s con la tendencia al consumo de contenidos online en m¨®viles, tabletas y ahora en televisi¨®n. La siguiente apuesta de la industria se llama 4K, es decir, pantallas con resoluci¨®n cuatro veces superior al actual Full HD (1080p). Sony, Samsung, LG y compa?¨ªa aseguran que ser¨¢ ¡°la pr¨®xima revoluci¨®n¡±. Tras el chasco del 3D, mejor entrecomillarlo.
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