El Supremo da la raz¨®n a Julio Alonso en el caso SGAE = ladrones

El creador de la red blogs Weblogs SL y autor del blog Merodeando, Julio Alonso, escribi¨® un post con un t¨ªtulo ¡°SGAE = ladrones¡± en abril de 2004. No se trataba de un t¨ªtulo incendiario sin m¨¢s, sino de un post en el que relataba la campa?a que desde la entonces incipiente blogosfera se estaba fraguando en contra de la entidad que dirig¨ªa Teddy Bautista.

En julio de 2008 result¨® condenado en primera instancia a pagar 9.000 euros y retirada de los comentarios insultantes por vulnerar el derecho al honor de la entidad. En mayo de 2011 la Audiencia provincial de Madrid ratific¨® la condena. Ahora, el Tribunal Supremo le ha dado la raz¨®n y anula la condena anterior al interpretar que debe primar la libertad de expresi¨®n.

Alonso, en su blog personal, explic¨® c¨®mo al repetirse en diferentes p¨¢ginas web un enlace apuntando a la p¨¢gina web de la SGAE en la palabra ¡°ladrones¡± se hab¨ªa conseguido que al teclear en Google ¡°ladrones¡± el primer resultado propuesto por el buscador fuese la web de la entidad. Esta t¨¦cnica, que funciona por reiteraci¨®n y que se utiliz¨® durante a?os como forma de activismo en Internet era bien conocida entonces. La SGAE no es la ¨²nica da?ada por esta t¨¦cnica, sin embargo s¨ª parece ser la que peor se lo ha tomado. En Reino Unido cuando se buscaba el t¨¦rmino ¡°liar¡± (mentiroso) aparec¨ªa la biograf¨ªa de Tony Blair. En Estados Unidos, si se ped¨ªa ¡°error miserable¡±, Google devolv¨ªa el perfil del entonces presidente George Bush.

En enero de 2007 el propio Google tom¨® cartas en el asunto y comenz¨® a intentar detectar este tipo de actos. Desde entonces es m¨¢s que notable que Google no s¨®lo funciona bas¨¢ndose en enlaces entrantes, sino tambi¨¦n teniendo en cuenta el contexto sem¨¢ntico.

Alonso celebra el veredicto en su blog. En conversaci¨®n telef¨®nica a?ade que esta sentencia marca un precedente en la libertad de expresi¨®n en Internet: ¡°Mi condena inicial se ha utilizado para meter miedo a otros internautas. A decirles ¡®cuidado¡¯ que mira lo que le ha pasado a este. Considero que se puede ser cr¨ªtico y decir cosas que a alguien no le gusten sin temor¡±. En la sentencia se indica que aunque su art¨ªculo pueda resultar ofensivo hay que verlo en contexto, al tiempo que se considera que es de inter¨¦s p¨²blico lo publicado.

Al mismo tiempo, este caso abre un debate de inter¨¦s, el de concretar hasta d¨®nde llega la responsabilidad por los comentarios vertidos en p¨¢ginas web. ¡°De alguna manera se apela a la responsabilidad de los comentaristas y no tanto a los que ponemos el soporte¡±, a?ade.

Alonso cree que se le utiliz¨® como ejemplo, pero tuvo suerte. ¡°Si no era yo, habr¨ªa sido otro. No todo el mundo puede guardarse un dinero para pagar el proceso y por si finalmente hay que pagar la multa. Espero que esto sirva para que sigamos ejerciendo nuestra libertad en la Red¡±, concluye.