Occidente copia a China

Wang Shifeng es uno de los millones de chinos a los que se puede ver en cualquier lugar hablando de frente a su tel¨¦fono m¨®vil mientras presiona el pulgar contra la pantalla t¨¢ctil del aparato. ¡°Tengo WhatsAapp, pero no lo utilizo porque WeChat (conocida como Weixin en China) es mucho mejor, mucho m¨¢s intuitivo y completo¡±. De hecho, hace tiempo que Wang, ingeniero inform¨¢tico en una importante multinacional de comercio electr¨®nico en Shangh¨¢i, no teclea sobre el cristal para comunicarse con sus amigos. ¡°Les hablo. Es m¨¢s r¨¢pido y agradable¡±. Esta funci¨®n, con la que Weixin naci¨® desde un principio, est¨¢ disponible ya en su contrincante estadounidense, ¡°pero es mucho m¨¢s engorrosa de utilizar¡±. Adem¨¢s, ahora, un plug-in permite hacer videoconferencias de forma muy sencilla en la aplicaci¨®n china m¨¢s exitosa.

¡°Mientras que Whatsapp es un simple Messenger, WeChat funciona como una red social en toda regla¡±. All¨ª Wang sube sus fotos a trav¨¦s de?Momentos¡¯ e incluso encuentra nuevos amigos. ¡°Me encanta la funci¨®n de agitar el tel¨¦fono. Cuando lo haces, te permite conectar con cualquier otro usuario que, cerca o lejos, est¨¦ haciendo el mismo gesto¡±. La aplicaci¨®n muestra el nombre de usuario y la distancia a la que se encuentra. ¡°En China, donde hacer amigos en el ciberespacio es habitual, esta es una iniciativa muy interesante. Y no me extra?ar¨ªa que se copie pronto en Occidente¡±.

En esa misma l¨ªnea, WeChat, propiedad del gigante chino de Internet Tencent, ha desarrollado otros dos plug-ins de ¨¦xito llamados ¡®busca alrededor¡¯ y ¡®mensaje en una botella¡¯. El primero es muy sencillo: localiza a los usuarios que quieren interactuar con otros y que est¨¢n conectados cerca del terminal, al estilo de las b¨²squedas con Bluetooth. El segundo tiene m¨¢s encanto: el usuario ¡®coge¡¯ una botella e ¡®introduce¡¯ un mensaje -escrito o hablado- en ella. La lanza al oc¨¦ano cibern¨¦tico y, quien quiera, puede recogerla, leer o escuchar el mensaje, y responder al mismo o devolver la botella al agua.

Claro que no todo son alabanzas. ¡°Hay quienes echan de menos la doble confirmaci¨®n de WhatsApp, pero WeChat ya ha confirmado que no introducir¨¢ nada igual porque va contra la privacidad de sus usuarios¡±, explica a EL PA?S un representante de Tencent que reh¨²sa dar su nombre y comentar las cr¨ªticas que han vertido grupos de disidentes que acusan a WeChat de compartir informaci¨®n privada con el gobierno chino.

Eso s¨ª, preguntado por la innovaci¨®n que suponen las funciones que ofrece el servicio, el empleado lo tiene claro: ¡°Antes era China quien copiaba a Occidente, pero en Internet la situaci¨®n ha dado un vuelco. Ahora, quiz¨¢ gracias al incentivo del gigantesco mercado existente [se espera que el gigante asi¨¢tico rebase los 620 millones de internautas este a?o, la mayor¨ªa de los cuales se conectan a la Red a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos m¨®viles], creo que vamos en cabeza¡±. Para Wang, la ¨²ltima actualizaci¨®n de la aplicaci¨®n de Facebook para m¨®vil as¨ª lo confirma.

El joven la compara con WeChat en la pantalla de su Huawei, y las similitudes saltan a la vista. Facebook permite ahora enviar mensajes de sonido de hasta 60 segundos, y, desde el 16 de enero, ofrece a los propietarios de un iPhone realizar videollamadas gratis. ¡°Todo eso ya lo ten¨ªa WeChat. Es evidente que la innovaci¨®n en Internet llega ahora de Asia, y nosotros mismos recibimos muchas consultas de multinacionales extranjeras que quieren a?adir servicios que hemos desarrollado en China¡±. Wang apuntala su afirmaci¨®n mencionando otras aplicaciones similares como Line -coreano-, Kakaotalk -coreano-, e incluso Nimbuzz -indio-. ¡°Son todas superiores a Whatsapp¡±.

Y su ambici¨®n ya no se circunscribe ¨²nicamente al mercado local. WeChat ha superado los 300 millones de usuarios en todo el mundo, y pretende a?adir m¨¢s idiomas para acceder a diferentes mercados. Algo parecido ha hecho Weibo, el Twitter chino, que despu¨¦s de adelantar al original en n¨²mero de cuentas activas -m¨¢s de 400 millones-, ha comenzado el a?o con una sencilla versi¨®n en ingl¨¦s que ir¨¢ expandi¨¦ndose.

¡°En muchos aspectos, Weibo es mejor que Twitter¡±, asegura Oscar Ramos, director de DAD Asia, una empresa espa?ola de capital semilla que ayuda a lanzar proyectos empresariales en el ciberespacio chino. ¡°Las empresas chinas han sabido copiar el concepto y aplicar microinnovaciones que le han dado ventaja sobre sus competidores extranjeros, los originales¡±. Por supuesto, el gobierno de Pek¨ªn tambi¨¦n ha puesto su granito de arena a la hora de vetar el uso de redes como Facebook y Twitter, que son inaccesibles en la Rep¨²blica Popular. ¡°Eso pudo ayudar en un comienzo, pero ahora seguro que muchos internautas preferir¨ªan la versi¨®n china a la original¡±.

Wang es uno de ellos. Se salta la Gran Muralla Cibern¨¦tica gracias a una red virtual VPN que tiene instalada tanto en su PC como en sus dispositivos m¨®viles, y, aun as¨ª, prefiere las aplicaciones chinas, muchas de las cuales cobran por servicios extra. Y ah¨ª est¨¢ el verdadero objetivo de la innovaci¨®n china: hacer rentable los servicios que se ofrecen gratis.

WeChat ya est¨¢ buscando el camino, y acaba de lanzar la versi¨®n beta que, por una cuant¨ªa que se desconoce, ofrece a las empresas que tienen cuentas p¨²blicas la personalizaci¨®n de sus men¨²s para integrar incluso los servicios de comercio electr¨®nico en la propia aplicaci¨®n, que tambi¨¦n dar¨¢ a los usuarios la ubicaci¨®n del establecimiento m¨¢s cercano y les permitir¨¢ hablar con la empresa sin realizar una llamada telef¨®nica.

Ramos pone otro ejemplo de rentabilidad econ¨®mica que naci¨® en China: el negocio de los juegos en red. ¡°En vez de generar ingresos por la venta de licencias -o sea, del juego en s¨ª-, en China las empresas se lucran cobrando por diferentes conceptos, ya sea a trav¨¦s de sms ¡®premium¡¯ o con tarjetas prepago. O sea, cualquiera puede participar en un juego X de lucha, por ejemplo. Puede descargar gratis el programa y jugar sin pagar un solo yuan. Pero, si quiere pelear con una espada mejor que la ¡®b¨¢sica¡¯ y enfrentarse a sus oponentes con mayores posibilidades de ¨¦xito, entonces tiene que pagar. Es un modelo que ha empezado a copiarse en Occidente y que demuestra el potencial innovador que tiene China. Hay aceptar que nuestro liderazgo mundial se ha acabado, y que el primer lugar en el que se va a escenificar este nuevo orden mundial es el ciberespacio¡±.