Surface RT, Windows quiere ser tableta
El aparato combina la inmediatez de una tableta con las funcionalidades de un port¨¢til
El Surface RT, la tableta con la que Microsoft quiere introducirse en el gran consumo, lleva dos meses ya en el mercado espa?ol. No se conocen cifras de venta y los ¨²nicos referentes que tenemos es su presencia visible en las estanter¨ªas y principales centros de compra, y las declaraciones de satisfacci¨®n los responsables de Microsoft Ib¨¦rica, con su presidenta, Mar¨ªa Gara?a, a la cabeza.
Un primer acercamiento a la Surface RT, en sinopsis: una tableta con amplia y resistente pantalla (10,6 pulgadas), de buen dise?o, algo pesada (660 gramos m¨¢s el teclado), dependiente del Wi Fi, con las aplicaciones limitadas al mundo Windows pero el a?adido de Office, con un teclado funda muy pr¨¢ctico e imprescindible (pero no incluido en el precio), potente bater¨ªa y un interfaz entre el modo port¨¢til y el modo tableta poco definido, que vuelve complicado moverse entre ambos.
Todos los que est¨¦n dispuestos a moverse fuera del universo Android o Apple (IOS), encontrar¨¢n en la Surface RT una tableta robusta, con un funcionamiento excelente de las aplicaciones b¨¢sicas preinstaladas de Windows RT (ojo, mucho m¨¢s limitadas que las de Windows Store a las que se puede acceder desde el m¨®vil) como Skype (llamadas y videoconferencias) , buscadores Bing y Google, lector Kindle de libros, Zatto Live TV para ver todos canales, galer¨ªa de fotos, juegos y una aplicaci¨®n de EL PA?S, entre otras, pero no cuenta con algunas fundamentales como Twitter.
Adem¨¢s de estas funciones b¨¢sicas de tableta, el Surface RT incluye una versi¨®n simplificada de Office con el que se pueden generar documentos, trabajar con hojas de c¨¢lculo o presentaciones. Para explotar esa faceta se hace casi imprescindible los teclados, que act¨²an adem¨¢s de funda, para los que Microsoft presenta dos versiones: el t¨¢ctil Touch Cover y el Type Cover, una versi¨®n delgada de un teclado mec¨¢nico. Adem¨¢s, el soporte mec¨¢nico que lleva de serie en la parte trasera soluciona el problema de la sujeci¨®n. El conector USB, la ranura microSDXC para ampliar la memoria, la doble c¨¢mara (frontal y trasera), y el conector magn¨¦tico del cargador son otros pluses. Las aplicaciones corren bien y la multitarea (ver un v¨ªdeo mientras se escribe, por ejemplo) se hacen llevaderas gracias a la amplia pantalla y la duraci¨®n de la bater¨ªa (ocho horas).
Pero tal vez el principal problema de la Surface provenga precisamente se su aspiraci¨®n a funcionar como h¨ªbrido. Y es que cuando el usuario se pasa el escritorio tradicional (similar al que ve en su port¨¢til o su PC equipado con Windows) empiezan los problemas. La interfaz cambia completamente. Las letras y los iconos se empeque?ecen y uno realmente no sabe d¨®nde est¨¢, ni donde est¨¢ cada funcionalidad. As¨ª que se apresura por volver a la apacible pantalla de la tableta. El otro gran inconveniente es la dependencia del Wi Fi porque no tiene versi¨®n de 3G.
La Surface RT b¨¢sica de 32 GB cuesta 479, pero hay que a?adirle los 100 del teclado y otros 25 para ampliar la memoria, ya que el sistema ocupa de 16 GB
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