Optimus G, un gigante con mucho tacto

La primera impresi¨®n es de haberlo visto antes. Es inevitable, LG Optimus G recuerda al Nexus 4, el m¨®vil que la firma coreana desarroll¨® de la mano de Google, uno de los modelos m¨¢s deseados. La parte trasera es exactamente igual, con el mismo panel, salvo por la c¨¢mara que pasa de ocho megap¨ªxeles a 13. El v¨ªdeo, en ambos casos, es de 1080p.

La pantalla se queda dentro de lo razonable, 4,7 pulgadas con una superficie bien aprovechada, escaso marco para ganar espacio sin llegar a resultar inc¨®modo al cogerlo con una mano. Tanto la parte frontal como trasera son de material reforzado supuestamente a prueba de ara?azos.

La tecnolog¨ªa utilizada en la pantalla es uno de los aspectos m¨¢s interesantes. El fabricante promete que es m¨¢s sensible, esto se traduce en una capa menos entre el cristal y la membrana que convierte los pulsos en acciones. As¨ª, por ejemplo, se puede usar con guantes, de los normales. Al tener una respuesta inmediata al toque da la sensaci¨®n de ser m¨¢s r¨¢pido.

A diferencia de otros fabricantes no viste demasiado Android, presenta una versi¨®n muy cercana a la limpia de Google, pero con interesantes mejoras. Se han preocupado de sacarlo al mercado con la ¨²ltima disponible, 4.2. El procesador Qualcomm de cuatro n¨²cleos y los dos gigas de memoria RAM a?adidos a una versi¨®n del sistema operativo bastante limpia, sin una capa intermedia que tanto le gusta poner a las marcas para personalizar sus modelos, hace que el paso entre aplicaciones sea agradable y fluido.

Tan solo han incluido QSlide, como denominan a una funci¨®n para abrir aplicaciones de uso com¨²n, pr¨¢cticas, como son la calculadora, notas, el navegador o la previsi¨®n del tiempo como si fueran un programa flotante. Se presenta como una transparencia para seguir usando el tel¨¦fono mientras se consultan estos programas.

Se agradece que incluya un asistente para grabar v¨ªdeo y un editor. As¨ª se aseguran tomas bien hechas y sencillez a la hora de montar el resultado. Como detalle menor, incluye algunos filtros, muy comunes en las fotos, para dar un toque c¨®mico, antiguo, de tensi¨®n...

?Se puede hacer una foto sin darle al bot¨®n? S¨ª y no. El usuario tiene esa percepci¨®n, con el retrodisparo. Si se activa esta opci¨®n, el m¨®vil captura im¨¢genes un poquito antes de darle el bot¨®n. La realidad es que hace una captura continua, de modo que presenta solo cinco anteriores a darle al bot¨®n, de hasta dos segundos antes. Resulta pr¨¢ctico en usos cotidianos o disparos deportivos. Especialmente pr¨¢ctico para padres con cr¨ªos que comienzan a soplar velas y dar primeros pasos y quieren garantizar que inmortalizan el momento.

Optimus G brilla con Skype o en cualquier programa de videoconferencia. Al contrario de lo habitual, la c¨¢mara frontal graba v¨ªdeo en alta definici¨®n y hace fotos de un megap¨ªxel.

Lo peor, no cuenta con ranura MicroSD para a?adir memoria, aunque 32 gigas internos dan bastante de s¨ª. Se equilibra con un punto a favor, llega sin recarga al final del d¨ªa, con un uso normal: algunas fotos, consulta de redes sociales y correo, navegaci¨®n, llamadas y mensajer¨ªa instant¨¢nea lejos del enchufe. Si se usa para leer libros, la generosa pantalla se presta a ello, o ver pel¨ªculas con intensidad s¨ª es necesario volver a cargar.

Se queda en la barrera de los 600 euros, algo que sobrepasan sus competidores directos, iPhone 5, cada vez m¨¢s vetusto y con un hardware lejos de competencia, como el Xperia Z, cuya c¨¢mara y robustez lo distinguen, o el Galaxy S4.