La bohemia no quiere a Google en su barrio

Lo llaman pi?ata por aquello de dar palos a un objeto en movimiento. No es una forma de diversi¨®n, sino una protesta. Los golpes va a parar a una r¨¦plica de los autobuses de Google y de dentro no caen caramelos.

Los habitantes del barrio de Mission, se quejan as¨ª de las consecuencias de contar con nuevos vecinos. Lo denominan gentrificaci¨®n y es el mismo fen¨®meno que se dio en el sudeste de Manhattan, ahora en Brooklyn y que se conoce bien en zonas de Berl¨ªn. Un lugar se pone de moda, suben los alquileres, los precios de los comercios tambi¨¦n, as¨ª hasta que los que llevaban d¨¦cadas all¨ª terminan por irse.

Seg¨²n las estimaciones de los manifestantes hay 25.000 googlers en la zona de la Bah¨ªa. Una cifra que es casi la mitad de los 53.000 empleados que declara el buscador de manera oficial.

El domingo 5 de mayo hicieron la actuaci¨®n m¨¢s seguida hasta el momento, con una veintena de polic¨ªas y alrededor de 50 participantes organizados para, al menos, hacer un espect¨¢culo. En la zona quedan pancartas y carteles en comercios peque?os, como tiendas de fruta y verdura, advirtiendo que pronto tendr¨¢n que cerrar. El punto de encuentro para mostrar el malestar est¨¢ entre la calle 16 y Mission, una de las arterias de San Francisco, donde cada d¨ªa Google recoge a sus trabajadores para ir al Google Plex.

En el blog Uptown Almanac explican los motivos: ¡°Durante d¨¦cadas miles de personas se han tenido mudar debido a la presi¨®n, la subida de la renta, el transporte y, en general, del coste de vivir aqu¨ª. Al mismo tiempo, han disminuido los puestos de trabajo y la oferta educativa. A muchos el alquiler se nos ha doblado en poco tiempo¡±.