Cargadores para n¨®madas
Noah Dentzel, hermano del fundador de Tuenti, pretende que nadie se quede sin energ¨ªa
Ser el hermano peque?o de alguien conocido no siempre pone las cosas f¨¢ciles. Noah Dentzel (Port Townsend, 1988), hermano del cofundador y consejero delegado de Tuenti, Zaryn, dej¨® esta hace dos a?os. Entre 2008 y 2012 estuvo en la red social. Primero como becario y despu¨¦s a cargo de la plataforma de juegos, pero sent¨ªa que necesitaba hacer algo por s¨ª mismo.
De su experiencia en Espa?a volvi¨® con dos ideas de negocio. Una empresa para hacer, vender y popularizar el gazpacho en Estados Unidos o cargadores para m¨®viles de tama?o m¨ªnimo. 15 litros y muchas pruebas despu¨¦s, se qued¨® con los cargadores. As¨ª naci¨® Nomad. ¡°En serio, me parec¨ªa un ¡®superfood¡¯, como una ensalada para beber, natural, con buen sabor, nutritivo, sin az¨²car¡¡±, insiste en que no descarta la idea, pero los problemas de log¨ªstica y conservaci¨®n eran demasiados para empezar de cero.
Nomad ofrece por ahora dos modelos de cargador, una llave de tama?o m¨ªnimo, perfecta para llevar junto a la de casa, y una tarjeta de cr¨¦dito que esconde una clavija en su interior. Funciona tanto con Micro USB como con la conexi¨®n de ¨²ltima generaci¨®n de Apple, lightning. Algo muy b¨¢sico, pero al mismo tiempo necesario. ¡°Lo importante no es solo el tama?o, sino que lo lleves siempre contigo, que no se te olvide. Las llaves y la cartera van siempre contigo¡±, argumenta.
La idea surgi¨® de las noches en Pach¨¢ y Gabanna, cuando Tuenti era la web de moda en Espa?a. ¡°?ramos muy j¨®venes y con ¨¦xito. En EE UU salimos de otra manera, en Madrid, ¨ªbamos de discoteca, con nuestras Blackberry y era pat¨¦tico tener que llevar dos m¨®viles o sacar el cable y pedir a la camarera que lo cargase en la barra¡±, relata.
En cualquier caso, el problema del enchufe todav¨ªa no se ha resuelto. ¡°S¨ª, pero la conexi¨®n USB cada vez es m¨¢s popular. Hace nada estuve en China y ya lo ten¨ªan en los taxis, en estaciones p¨²blicas, en bares¡ Lo mismo sucede ya en casi todos los aviones¡±, defiende.
No es que la sombra de su hermano se le hiciera pesada, pero s¨ª ten¨ªa intenci¨®n de hacer algo por s¨ª mismo. Su car¨¢cter emprendedor considera que le viene de la forma de vida de su familia. De hecho, el nombre de la empresa, Nomad, es un homenaje. Son de California, donde ha residido temporadas junto a su abuela, pero se trasladaron a su ciudad natal para que su padre desarrollase el oficio de sus sue?os, hacer atracciones de feria en madera. Con 14 a?os se fue seis meses a Ecuador. ¡°Aprend¨ª el idioma y a manejarme en el mundo, pero vamos, que ahora veo a un cr¨ªo con esas edad y me parece una locura que mis padres me dejaran irme¡±, confiesa.
La clave de su ¨¦xito, m¨¢s all¨¢ de contar con una buena idea, estuvo en apostar por Kickstarter para buscar financiaci¨®n. ¡°Mi hermano Zaryn me dec¨ªa que estaba loco, que no, que no. Cuando superamos 170.000 d¨®lares cambi¨® de idea¡±, sostiene, ¡°ahora los tiempos han cambiado y para un objeto f¨ªsico es lo mejor. Adem¨¢s, as¨ª sal¨ªamos con un buen n¨²mero de clientes iniciales¡±.
El primer rev¨¦s, inesperado, vino de la mano de Apple. Despu¨¦s de hacer un molde y fabricar los primeros 500 prototipos. Considera que fue una forma de aprender. Al igual que han tenido que recurrir a abogados especializados en patentes y proteger sus dise?os, tambi¨¦n ha aprendido de log¨ªstica. ¡°Es clave que podamos mandar nuestro producto en un sobre. En menos de diez d¨ªas y por un d¨®lar llega al pueblo m¨¢s remoto de Galicia. Esto nos permite mantener el precio en 25 d¨®lares por cada unidad¡±, dice como ejemplo. El escaso peso y espacio hace que esquive aduanas.
Acaban de cambiar de oficina, de un piso compartido a otra algo m¨¢s formal en el centro de San Francisco, donde est¨¢ la docena de trabajadores de Nomad. Conf¨ªa en terminar el a?o con m¨¢s de 20. ¡°Es donde pasan las cosas¡±, matiza. Aunque recuerda con cari?o cuando hace poco m¨¢s de un a?o estuvieron en el garaje de su abuela y en casa de uno de los socios. ¡°Como ten¨ªamos m¨¢s de 10.000 aparatos ya comprados, ten¨ªamos que hacer los env¨ªos, pegar sellos, imprimir etiquetas¡ Una locura¡±, indica.
Dado que el paso del tiempo no ha mejorado demasiado la autonom¨ªa de los smartphones parece que la idea tiene todav¨ªa bastante recorrido.
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