Facebook busca a los j¨®venes
La red social ha demostrado no entender la mensajer¨ªa instant¨¢nea
Para Facebook 10 a?os, reci¨¦n cumplidos, son casi siglo. Cualquier otra compa?¨ªa se considerar¨ªa muy joven, ellos buscan desesperadamente volver a la esencia, cuando era necesario tener un correo universitario para formar parte de su club. La media de edad ha subido, ahora mandan los treinta?eros, mientras que el tiempo de estancia en la p¨¢gina ha bajado.
El m¨®vil, soporte mayoritario en los ¨²ltimos tres a?os, es su asignatura pendiente. Aunque cuentan con un servicio propio, llamado Messenger, poco original, resulta farragoso y poco claro. Para paliarlo intentaron comprar, sin ¨¦xito, Snapchat. Mark Zuckerberg lleg¨® a ofrecer 3.000 millones de d¨®lares que no convencieron a los Booby Murphy y y Even Spiegel, de 24 y 22 a?os respectivamente.
El secreto de Snapchat reside en su inmediatez, pero tambi¨¦n en su cuidado con la privacidad. No se permiten las capturas de pantalla y los env¨ªos tienen fecha de caducidad, se autodestruyen cuando lo decide el emisor.
Hasta la compra de WhatsApp, la oferta por Snapchat era la m¨¢s generosa que hab¨ªa hecho nunca Facebook. El r¨¦cord en desembolso lo ten¨ªa Instagram cuya compra en abril de 2012 fue por 765 millones de euros, aunque entonces solo era una aplicaci¨®n con 30 millones de clientes que funcionaba exclusivamente en iPhone.
La inmediatez es la ¨²ltima moda en servicios para m¨®viles. Marco Polo funciona en esta misma l¨ªnea, sirve para dar a los contactos la localizaci¨®n solo durante un instante. No es casualidad que la financiaci¨®n venga de Eduardo Saverin, cofundador de Facebook.
Dudas e incertidumbre
El anuncio de compra ha creado gran revuelo en redes sociales, tanto en Twitter como en Facebook. En general, se considera que la compa?¨ªa adquirida, lo que desprende, no encaja con la imagen de la matriz. Al mismo tiempo, se da por hecho que comenzar¨¢n a incluir publicidad para rentabilizar una compra tan abultada.
Este incendio deja al descubierto la desconfianza que generan estas compras que incluyen datos sensibles de usuarios, contenido (muy) personal y las escasas dotas de comunicaci¨®n de las startups de nuevo cu?o.
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