Android no era t¨¢ctil
Google cambi¨® de idea en 2007, tras presentarse el iPhone de Apple
Steve Jobs entr¨® en c¨®lera al descubrir c¨®mo era Android. Seg¨²n Walter Isaacson, su bi¨®grafo, no tard¨® en descolgar un tel¨¦fono para acusar a Google de plagio. Ese fue el primer cap¨ªtulo de un largo litigio en los juzgados de California que ha derivado en lucha de patentes entre Samsung y Apple. La segunda pide a la firma coreana el pago de 28 euros (40 d¨®lares) por aparato vendido, hasta sumar m¨¢s de 1.446 millones de euros (2.000 millones de d¨®lares). En la ¨²ltima documentaci¨®n aportada por Google deja muy claro c¨®mo su estrategia cambi¨® a partir de la salida del iPhone.
En 2006 no se contemplaba la inclusi¨®n de una pantalla t¨¢ctil. Al contrario, su dise?o se parec¨ªa mucho al de los tel¨¦fonos de moda entonces, Blackberry. No es casualidad que el primer modelo, fabricado por HTC, el G-1 o Dream, seg¨²n mercados, todav¨ªa incluyese el teclado t¨¢ctil. Se desplegaba y guardaba debajo de la estructura principal usando unos flejes.
Por entonces se basaba en Linux 2.6, incapaz de responder al posar los dedos. ¡°El producto se dise?ado para usar botones f¨ªsicos¡±, se incide. Al tiempo dejan una puerta abierta: ¡°En cualquier caso, no es algo fundamental en la arquitectura del producto y se podr¨ªa modificar¡±. De hecho, la primera intenci¨®n al crear Android era probarlo en c¨¢maras de fotos, un campo que solo ha explotado Samsung.
En noviembre de 2007, con el iPhone ya en el mercado, rectifican. En la versi¨®n casi final del sistema operativo, la 0.99.3, se a?ad¨ªa ¡°una pantalla t¨¢ctil para navegar con los dedos. Adem¨¢s, ser¨¢ multit¨¢ctil¡±. Se indicaba as¨ª a los fabricantes los requerimientos y las posibilidades de uso que presentar¨ªan los tel¨¦fonos de Google. Apple apostada por presentar la web tal y como se ve¨ªa en los navegadores de sobremesa. Android, por adaptarlo y a?adir aplicaciones tanto propias como de terceros, algo que el iPhone no lleg¨® hasta julio de 2008, cuando se estren¨® la AppStore, la tienda que hoy les proporciona casi el 30% de sus ingresos.
Tanto los widgets, peque?as piezas de programas con informaci¨®n actualizada en portada, como el almacenamiento extra¨ªble, casi siempre con tarjetas MicroSD, siguen siendo se?a de identidad en los smartphones de Google.
Aunque los m¨®viles con teclado f¨ªsico parecen abocados al fracaso, tanto HTC como Samsung, han intentado sacar al mercado con botones para escribir. Uno fue el Samsung Chat, que solo argrad¨® a adolescentes. El otro, HTC Chachacha, lanzado de la mano de Facebook con una tecla adicional de acceso directo a la red social. Ambos han quedado relegados a rarezas, casi piezas de coleccionismo.
La dificultad para escribir a una velocidad notable en pantallas se pal¨ªa, casi siempre, con software, ya sea con patrones de texto predictivos, con programas como Switfkey o Swype, o con reconocimiento de voz.
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