La revoluci¨®n ser¨¢ impresa
Objetos a medida, cada vez m¨¢s cerca
¡°?Por qu¨¦ tener una bicicleta hecha en China cuando la puedes tener a medida por el mismo precio? Est¨¢ m¨¢s cerca de los que crees¡±, reflexiona Hemant Bheda de Arevo, una startup dedicada a explorar nuevos materiales de impresi¨®n en tres dimensiones. La propuesta es clara, en el futuro no compraremos objetos, sino patrones. Su empresa es la primera en usar fibra de carbono. ¡°Podremos hacer esqu¨ªs personalizados dentro de muy poco¡±, prosigue.
La previsiones m¨¢s optimistas estiman que en 2020 la impresi¨®n de objetos f¨ªsicos ser¨¢ un negocio de 8.600 millones de d¨®lares. Para la consultora Allied Market, su adopci¨®n es una cuesti¨®n de tiempo, aunque matiza algunos aspectos que tendr¨ªan que mejorar para llegar a ser un negocio escalable: mejores materiales, software m¨¢s sencillo y mejor asistencia postventa.
La capacidad de esta tecnolog¨ªa depende mucho del potencial humano, sobre todo, de su imaginaci¨®n. Hace 30 a?os, en 1984, HP comenz¨® a flirtear este tipo de impresi¨®n, pero con un matiz, casi siempre se han centrado en prototipos para dise?adores y arquitectos, pero no en objetos con un uso final.
Los segmentos en los que se usan ya estos aparatos son diversos, desde la creaci¨®n art¨ªstica y exploraci¨®n como un juego, pasando por la salud, arquitectura o el sector aeron¨¢utico. La clave est¨¢ en la capacidad de las m¨¢quinas para crear piezas bien pulidas, sin necesidad de ensamblar y duraderas.
El mercado de consumo, la parte m¨¢s l¨²dica, cuenta con un 22% de cuota de mercado, es la que da m¨¢s visibilidad al sector. Desde hace un mes Home Depot, un gran almac¨¦n de bricolage, vende varios modelos de Makerbot, una de las primeras en apostar por el sector, radicada en Brooklyn, por menos de 1.500 d¨®lares.
En un taller de SOMA, el barrio de las startups, se esconde la sede inicial de Type A Machines. No han dejado de crecer, mantienen la oficina por tener algo en la ciudad pero el trabajo real lo hacen en su centro de investigaci¨®n y fabricaci¨®n de impresoras, en San Leandro. El equipo de 25 personas dice ser diferente. Son diferentes. Su modelo m¨¢s modesto, el Type A, cuesta 2.700 d¨®lares. Mientras que Maker Bot ofrece m¨¢quinas para hacer objetos de apenas 15 cent¨ªmetros, ellos llegan a 35, pero ese no es su mejor secreto. Miloh Alexander (Colorado, 1975), su fundador, cree que no es un aparato para usarlo tal cual, sino para adaptarlo, para darle al consumidor el potencial de la m¨¢quina: ¡°Esto no es una tostadora, que solo tiene una funci¨®n. Hay que explorar¡±. Su visi¨®n se traduce en, por ejemplo, poder conectar un mando de consola a trav¨¦s del puerto USB, una soluci¨®n muy ingeniosa para dirigir el filamento de impresi¨®n y crear el objeto deseado.
Alexander fundador de la empresa, cree que trabajar as¨ª ser¨¢ m¨¢s seguro en muchos aspectos: ¡°Adi¨®s a los cortes de materiales y los accidentes que producen. Tambi¨¦n a los gastos innecesarios. El filamento se calienta entre 185 a 210 grados cent¨ªgrados en solo un minuto y comienza a realizar las figuras¡±.
A solo dos calles est¨¢ 3D Systems, cuya mayor virtud estriba en combinar la impresi¨®n de figuras l¨²dicas, cuentan con un fotomat¨®n que toma varios ¨¢ngulos para despu¨¦s crear una figura impresa de la persona, con el ¨¢mbito profesional. Fueron los primeros en explotar el ¨¢mbito sanitario. Las escayolas, seg¨²n sus vaticinios ser¨¢n cosa del pasado. Suena l¨®gico. Se lleva poniendo yeso en las fracturas ¨®seas desde hace siglos y quieren que la experiencia del convaleciente sea mejor. Menos peso, misma resistencia y la posibilidad de poder darse una ducha sin demasiadas precauciones.
Su ¨²ltimo lanzamiento ayudar¨¢ a muchos adolescentes. Un cors¨¦ para la escoliosis severa, una desviaci¨®n de la columna cuyo corrector era pesado, antiest¨¦tico y molesto. Scott Summit, director de dise?o, sigue imaginando usos: "Queremos imprimir comida, tenemos un acuerdo con la Estaci¨®n Espacial Internacional para avanzar en este campo. Tambi¨¦n investigamos c¨®mo crear instrumentos musicales, monopatines...".
Por extra?o que suene, esta tecnolog¨ªa tambi¨¦n sirve para ayudar a los discapacitados visuales. Finger Reader es un molde medida que se introduce en un dedo. Dentro llega una c¨¢mara conectada a un ordenador. Basta con ir pasando el dedo sobre un libro, como si estuviera en Braille, para que el programa vaya recitando en alto el texto. La intenci¨®n del laboratorio de investigaci¨®n del MIT que lo ha creado es usarlo para escanear m¨¢s aspectos de la realidad.
Puestos a explorar, Normal pretende acabar con uno de esos molestos problemas cotidianos, los auriculares que se caen por no encajar bien el pabell¨®n auricular. El 9 de agosto comenzar¨¢n a ofrecer su modelo de 199 d¨®lares. Se fabrican a partir de una aplicaci¨®n que toma im¨¢genes de las dimensiones del cliente y en 48 horas se recibe en casa.
Amazon es la ¨²ltima en sumarse a la moda, el gigante no quiere quedarse fuera. Acaba de lanzar, por ahora solo en EEUU, una tienda dedicada a peque?os objetos, en su mayor¨ªa l¨²dicos: figuritas, bisuter¨ªa, g¨¦melos, fundas para el m¨®vil¡ Con un matiz, se pueden modificar y adaptar. El sue?o de personalizar los objetos, de diferenciarse de los productos en serie se acerca sin demasiada variaci¨®n en el precio. Amazon no imprime, sino que ejerce de intermediario con Sculpteo, la firma l¨²dica de 3Dsystems.
A modo de prueba, UPS ha incluido el servicio de impresi¨®n remota desde hace un a?o. Desde entonces, han derribado varios mitos. El primero, que no canibaliza otras l¨ªneas de negocio. Al contrario, atra¨ªa a m¨¢s clientes para ir a sus locales y usar otro servicios. Tambi¨¦n descubrieron que cuanto mejor sea la impresora, m¨¢s posibilidades hay de repetir la experiencia.
En Arevo, una oficina en el RocketSpace, una lanzadera de startups cuyo nombre se inspira en ¡°a revolution¡±, creen que la revoluci¨®n impresa no ha hecho m¨¢s que empezar. Solo son siete personas, el consejero delegado ya ha vendido cuatro empresas, la primera fue un programa de lectura de DVDs a Microsoft, y cree que va por buen camino. ¡°Estaba trabajando con empresas de energ¨ªa y buscaban mejores tuber¨ªas, que no tuvieran que sellarse. Se evitan aver¨ªas y arreglos costosos. Basta con reimprimir una pieza¡±, explica, ¡°pens¨¦ que la impresi¨®n 3D con fibra de carbono era la mejor opci¨®n¡±. El titanio tambi¨¦n ser¨¢ maleable, siempre que usen impresoras capaces de fundir su polvo. ¡°Perfecto tanto para pr¨®tesis quir¨²rgicas como para hacer piezas de uso aeron¨¢utico. En los aviones las piezas tienen que durar 50 a?os¡±, subraya.
Bheda est¨¢ seguro del ¨¦xito: ¡°Forma parte del ciclo, primero lo usan las empresas donde la innovaci¨®n es clave, como la aviaci¨®n y las petroleras. Despu¨¦s llegar¨¢ al autom¨®vil. El ¨²ltimo paso, ser¨¢n los hogares¡±. El visionario de origen indio solo pone un impedimento para su difusi¨®n, que los programas de control y dise?o sean tan sencillos sean tan sencillos como una aplicaci¨®n m¨®vil. ¡°Entonces s¨ª, ser¨¢ imparable¡±.
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