Sin conductor pero con volante y pedales

El proyecto del coche sin conductor de Google peligra, al menos c¨®mo se concibe hasta el momento. A las cr¨ªticas por su escasa velocidad, apenas pasa de 70 kil¨®metros por hora, se le suman la obligaci¨®n de a?adir volante y pedales para poder circular por las carreteras de California, estado en el que se est¨¢n haciendo las primeras pruebas.

El Departamento de Veh¨ªculos a Motor (DMV) ha publicado un documento en el que obliga a incluir tanto pedales de freno y aceleraci¨®n como un volante para poder tomar el control del coche en caso de que fuese necesario. El prototipo biplaza mostrado por Google en primavera quedar¨ªa in¨²til y solo podr¨ªa circular en sus instalaciones de Mountain View pero nunca salir de un recinto privado y mezclarse con el tr¨¢fico.

Google se ha limitado a decir que se ce?ir¨¢ a la legislaci¨®n, por lo que incorporar¨¢ de manera temporal estos elementos a sus prototipos. A mediados de septiembre tendr¨¢n listos los cambios en 100 ejemplares y la empresa espera que puedan recorrer las calles dentro de dos a?os.

Uno de los puntos de fricci¨®n entre el buscador y las autoridades de California es la publicaci¨®n de accidentes. Seg¨²n las leyes locales, cada autom¨®vil tiene un registro de choques e infracciones que sirven tanto para evaluar al conductor como para garantizar el estado en que se adquiere un coche de segunda mano. Google est¨¢ presionando para conseguir una excepci¨®n a dicha norma de modo que se silencien los errores en estos primeros kil¨®metros de rodaje. Las autoridades tambi¨¦n exigen saber en qu¨¦ momento el coche pasa de ser manejado por un humano a solo por los sistemas de inteligencia artificial de Google.

Otro factor para mantener en secreto su archivos es que podr¨ªa desprestigiarlos si se hace p¨²blico el paso durante las pruebas entre conducci¨®n manual, con humanos, y la autom¨¢tica, pilotada bas¨¢ndose en los datos que recaban. En este aspecto Google no est¨¢ sola: GM, Chrysler, Mercedes y Volkswagen se han mostrado en contra de la publicaci¨®n de estos datos.

Para Google, controlar el tr¨¢fico es una de las claves del futuro del comercio, no solo para el proyecto del coche. La desconfianza de DMV hacia la capacidad de Google queda patente al final del informe: "esta informaci¨®n generar¨¢ dolores de cabeza porque no tienen ingenieros ni gente preparada para interpretar adecuadamente los datos que recopilan". La empresa creada por Larry Page y Sergey Brin no se conforma con los coches, sino que pide permiso a este organismo para hacer lo propio con motos que se dirijan solas a su destino.

Una de las l¨ªneas de negocio que exploran consiste en hacer ofertas a los consumidores en las que se incluya el viaje a una tienda f¨ªsica como una cortes¨ªa. La premisa es que, adem¨¢s de asegurar la venta, una vez en el comercio las posibilidades de adquirir m¨¢s objetos son muy altas. En consecuencia, resulta l¨®gico que Google comprase Waze, una aplicaci¨®n que recopila datos del tr¨¢fico en tiempo real bas¨¢ndose en las aportaciones de los propios conductores y que, a trav¨¦s de Google Ventures, sean uno de los grandes accionistas de Uber, la aplicaci¨®n que hace competencia al taxi.

A Google le interesa mantenerse en la vanguardia en innovaci¨®n. Los anuncios por palabras siguen siendo su gran fuente de ingresos, pero presentarse como una empresa que mira al futuro y marca el paso es clave para mantener su imagen. Entre sus obsesiones est¨¢ que no se repita la experiencia de Google Glass, un proyecto presentado hace m¨¢s de dos a?os.

La compra de Gecko, una empresa de Los Gatos, al sur de Silicon Valley, dedicada al dise?o industrial, reafirma la ambici¨®n de cuidar la est¨¦tica tanto de los coches como de sucesivos aparatos. Gecko naci¨® en 1996, desde entonces ha cosechado diversos premios y cuenta con un interesante cat¨¢logo de patentes que han encarecido una venta cuya cifra final no ha trascendido.