Waze se al¨ªa con las ciudades para mejorar el tr¨¢fico

Cuando pas¨® a formar parte del imperio Google, Waze solo se conoc¨ªa entre un grupo de entusiastas. Desde entonces, la aplicaci¨®n nacida en Israel ha mejorado su interfaz, m¨¢s sencilla, y su utilidad.

El siguiente paso ha sido convertirse en puente de comunicaci¨®n entre los ayuntamientos de 10 lugares y sus ciudadanos para mejorar el tr¨¢fico entre ambas con intenci¨®n de que tanto los gobiernos locales como sus habitantes tengan informaci¨®n actualizada basada en las aportaciones de la comunidad.

Hasta ahora Waze recib¨ªa datos a partir de los m¨®viles de sus usuarios, en el caso de Barcelona, R¨ªo de Janeiro, Yakarta, Tel Aviv, San Jos¨¦, Boston, el Estado de Florida, el de Utah, el Condado de Los ?ngeles y Nueva York, tambi¨¦n tendr¨¢n acceso a sensores en las carreteras y calendario de eventos, como carreras populares, altercados o imprevistos meteorol¨®gicos.

Di-Ann Eisnor, responsable de crecimiento de la aplicaci¨®n, subraya el ahorro de costes como uno de los puntos m¨¢s interesantes: ¡°Somos una plataforma que elimina capas superfluas y de bajo coste. Nos hemos impuesto la obligaci¨®n de poner en contacto a las ciudades con sus habitantes¡±.

La directiva destaca como caso ¨¦xito la relaci¨®n con la ciudad de R¨ªo de Janeiro antes de la visita del Papa Francisco en oto?o del a?o pasado. Dos semanas antes de la llegada, el centro de control de la ciudad a?adi¨® el acceso a los datos de Waze a su sistema de c¨¢maras distribuido por toda la urbe. Durante un encuentro en Nueva York, Pedro Junquera, responsable del centro, explic¨® la experiencia: ¡°Poner sensores y c¨¢maras tiene un coste prohibitivo. La mejor manera de controlar la ciudad, es tener estos reportes¡±.

Eisnor insiste en que quieren ampliar la cantidad de ciudades, cuentan con m¨¢s de 80 peticiones: ¡°No es necesario un gran conocimiento t¨¦cnico pero s¨ª que entiendan la importancia de generar una comunidad. El tr¨¢fico es un problema universal¡±.

Waze cuenta con m¨¢s de 50 millones de usuarios, Eisnor considera que todav¨ªa est¨¢n muy lejos de su techo, aunque prefiri¨® no hacer ning¨²n comentario sobre posibles alianzas con otras empresas dedicadas a la gesti¨®n del tr¨¢fico. No ser¨ªa descabellado si se tiene en cuenta que uno de los grandes accionistas de Uber es el propio Google.

Su siguiente paso es profundizar en este tipo de relaciones y mejorar la aplicaci¨®n: ¡°queremos medir mejor, saber cu¨¢nto tiempo ayudamos a ahorrar o cu¨¢nto tiempo se tarda desde que recibimos una se?al hasta que llega a toda la red¡±.