Juegos vivos para consolas muertas

La caja de madera, barnizada a mano. Dentro, el juego en cinta de cassete, como los de antes, con su ilustraci¨®n de portada. Y de extras, hasta un sobre con un lacre para dar ambientaci¨®n o figuritas pixeladas creadas con las populares cuentas retro hama beads. Es la edici¨®n coleccionista de Los amores de Brunilda, un juego de nuevo cu?o para una consola-ordenador que lleva extinto un par de d¨¦cadas: el ZX Spectrum.

Su principal art¨ªfice, Francisco Javier Velasco (Madrid, 1971) dise?ador de juegos del grupo Retroworks, un peque?o grupo de entre 10 y 15 aficionados que crean obras para estas consolas muertas por un placer que es a medias nostalgia a medias hartazgo. "Hay una saturaci¨®n con los juegos triple-A [superproducciones] porque, o al menos es la sensaci¨®n que tengo, las mec¨¢nicas son muy parecidas". Retroworks ofrece sus juegos gratuitamente en versi¨®n digital. Pero si uno quiere comprarse la edici¨®n f¨ªsica, tiran la casa por la ventana y se montan una edici¨®n coleccionista como la caja de madera hecha a mano para Los amores de Brunilda, que cuesta 25 euros. "Las ponemos pr¨¢cticamente a precio de coste porque no nos interesa ganar dinero con esto. Todos tenemos la suerte de vivir de nuestro trabajo". Y si el usuario quiere jugar desde su ordenador, puede bajarse el juego gratis de la web de Retroworks.

La moda por lo retro en el videojuego nace de una necesidad evidente para cualquier consumidor cultural. ?Qu¨¦ pasa cuando a una consola se le acaba la vida? Pues, de momento, una inmensa cantidad de juegos caen en el olvido porque al contrario que en el cine o la m¨²sica, las obras no se reciclan comercialmente: "Si quiero ver una pel¨ªcula antigua o escuchar un disco de un m¨²sico muerto, puedo. Pero con las consolas, de momento, es casi imposible". Hasta ahora, la respuesta (pirata) han sido los emuladores, programas que replican consolas como ZX Spectrum, Game Boy, Super Nintendo, Mega Drive... Y ahora las plataformas de venta online (como Steam, Xbox Live o Playstation Network) empiezan a desempolvar juegos del pasado.

Pero la raz¨®n fundamental es "crear el juego que siempre quisiste jugar", es decir, esa obra que nunca lleg¨® a crearse en la consola favorita de estos arque¨®logos del videojuego sin l¨¢tigo ni sombrero. Velasco lo ha hecho junto con un compa?ero de Retroworks en Los amores de Brunilda, su ojito derecho que bebe de la perspectiva cenital del afamado Zelda de Nintendo y la adapta a las severas restricciones gr¨¢ficas del Spectrum. "Lo conseguimos usando t¨¦cnicas de compresi¨®n moderna para que nos cupiera en los 128k [poco m¨¢s de la d¨¦cima parte de un mega] de Spectrum. El juego ha tenido una aceptaci¨®n muy grande entre nuestra comunidad".

La labor de exhumaci¨®n de Retroworks no es cosa solo de ellos. Tanto en Espa?a como en el mundo la fiebre retro hierve en nuevas obras para consolas desaparecidas. Algunas llegan a ser algo m¨¢s, como ha pasado con Pier Solar, obra de nueva cu?o para la 16 bits de Sega, Mega Drive. Ha dado el salto a Steam y PlayStation 4 y Nintendo Wii-U, que recibir¨¢n tambi¨¦n este juego de rol alabado por la cr¨ªtica. Camino parecido lleva Nightmare Busters, el primero en 15 a?os para Super Nintendo protagonizado por un leprechaum, los duendes irlandeses.

Velasco es humilde. Ve su papel en esta ola de amor por lo retro, evidente en los numerosos puestos de venta de la reciente Madrid Games Week, como el de un aficionado que quiere hacer disfrutar sin plantearse jugar en la Champions del videojuego, una industria de 70.000 millones de euros (el doble de la taquilla en el cine). Pero reconoce que el pensamiento de hacer un gran juego Spectrum que pudiera llegar m¨¢s all¨¢ de los amantes de este sistema ha cruzado por su mente: "Por ejemplo, cogemos el Brunilda, que ya sabemos que ha gustado mucho, mantenemos la est¨¦tica y lo ampliamos. Y s¨ª, podr¨ªa arrasar. Pero ser¨ªa ya salirse del nicho".