Una simple cuchara reduce el temblor del p¨¢rkinson

La ¨²ltima apuesta de Google cambiar¨¢ la vida de muchos, aunque no tiene el glamour de sus gafas de realidad aumentada o los coches sin conductor. Aparentemente se trata de una m¨ªsera cuchara con aire infantil, un agarrador generoso, para tomar el ¨²til con el pu?o, en el que se esconde un mecanismo y la bater¨ªa que reduce los temblores que padecen los enfermos de p¨¢rkinson. La creaci¨®n de Liftware, empresa que compr¨® en septiembre, permite algo tan sencillo como comer sin mancharse o perder los alimentos en el trayecto del plato a la boca. Google mantiene su misi¨®n de facilitar la vida con soluciones pr¨¢cticas.

Los sensores que se esconden en su interior recogen el movimiento, su procesador analiza el patr¨®n y, por ¨²ltimo, el mecanismo interno, los neutraliza. Los primeros estudios del fabricante estiman una reducci¨®n del 76% del efecto de los movimientos. Katelin Jabbari, portavoz de Google, explica el porqu¨¦ de esta inversi¨®n: ¡°Queremos, en primer lugar, hacer la vida m¨¢s sencilla a los enfermos de p¨¢rkinson. A largo plazo, entender mejor c¨®mo afecta y las diferentes formas de paliar sus efectos¡±. El hecho de anunciar su venta esta semana no es casual, justo cuando se celebra el tradicional encuentro familiar de Acci¨®n de Gracias y se acerca la Navidad: ¡°Estas festividades est¨¢n llenas de cenar familiares que pueden poner en dificultades, especialmente comiendo, a muchos. Queremos que se relajen¡±.

Los env¨ªos comenzar¨¢n el pr¨®ximo lunes a un precio de?295 d¨®lares (235 euros), no parece una opci¨®n demasiado ajustada, pero s¨ª pr¨¢ctica. Venden a Europa y Australia con un recargo de 40 d¨®lares (32 euros). Seg¨²n los c¨¢lculos del fabricante, cada comida sale a 27 c¨¦ntimos durante el primer a?o y, a partir de ese momento, queda amortizado. Incluye un cargador, muy parecido al sistema de los cepillos de dientes el¨¦ctricos. Por 19,95 d¨®lares (16 euros) ofrecen un recambio de la cuchara o un complemento para convertirlo en tenedor.

En Estados Unidos, seg¨²n los datos del buscador, un mill¨®n de habitantes padece la enfermedad y m¨¢s de 10 millones, 220 en todo el mundo, sufren temblores. La madre de Sergey Brin, cofundador de Google, es una de las afectadas. ?l mismo, tras varios an¨¢lisis, es consciente de tener predisposici¨®n gen¨¦tica para padecer esta dolencia. Hace dos a?os don¨® 50 millones de d¨®lares (49, de euros) para investigar. La adquisici¨®n de estos laboratorios, cuya cifra no se ha revelado, es un impulso m¨¢s en esta l¨ªnea. Larry Page, cofundador de Google, tiene una regla que sigue a la hora de comprar empresas. La denomina "el cepillo de dientes" y consiste en invertir en aplicaciones o servicios que se usen a diario. Esto explica la compra de la aplicaci¨®n Waze, por ejemplo, o los termostatos de Nest. La cuchara encaja dentro de esta idea.

Los primeros estudios del fabricante estiman una reducci¨®n del 76% del efecto de los movimientos

Anupam Pathak, el director del equipo que ha inventado la cuchara, celebra que hayan pasado a formar parte de Google X, los laboratorios futuristas de Google. Ahora lidera la divisi¨®n de salud. ¡°Ven¨ªamos de un equipo de cuatro personas, como cualquier startup de San Francisco¡±, explica, ¡°dentro del campus de Mountain View nos sentimos mucho m¨¢s creativos para emplear nuestras ideas de una manera m¨¢s amplia. Si construyes algo con tus manos, desde cero, y ver que tiene impacto, que funciona, la sensaci¨®n es indescriptible¡±.

Entre los proyectos m¨¢s destacados de X Life se encuentran las lentillas que miden el nivel de glucosa de los diab¨¦ticos o las nanopart¨ªculas capaces de detectar enfermedades a trav¨¦s del torrente sangu¨ªneo.

El fabricante de chips Intel tambi¨¦n ha mostrado inter¨¦s en investigar la enfermedad. Conf¨ªa en los wearables, tecnolog¨ªa integrada en ropa o complementos, para atajar los efectos m¨¢s visibles del p¨¢rkinson. Este verano cerr¨® una alianza con la fundaci¨®n del actor Michael J. Fox, que padece la enfermedad. El programa pretende a?adir sensores en su vida cotidiana para poder conocer a distancia sus reacciones y necesidades en una primera fase. La segunda pasa por analizar los datos y poder determinar mejores terapia bas¨¢ndose en la frecuencia y gravedad de los s¨ªntomas.?