Moovit, la revoluci¨®n del transporte p¨²blico

A Nir Erez le ofrecieron invertir en Waze, una aplicaci¨®n con informaci¨®n de tr¨¢fico en tiempo real aportada por los usuarios. Era la startup de moda en Tel Aviv y ¨¦l, un emprendedor de ¨¦xito e incipiente inversor en Eyron, uno de los grandes fondos de Israel. Se lo pens¨® mucho, demasiado. Cuando quiso tomar una decisi¨®n era tarde. Se hab¨ªa cerrado la ronda. En junio de 2013, Waze pas¨® a manos del imperio Google por 1.100 millones de euros. Era un unicornio, como les gusta llamar en el ambiente a las empresas de un billion, un unicornio, una empresa de gran crecimiento que da buenos dividendos a los que apostaron primero por ella.

Quedarse fuera hizo que Erez proyectase algo alternativo sin perder la esencia. ¡°Quer¨ªa aportar algo diferente en la disrupci¨®n que est¨¢ sufriendo el transporte urbano. Uber y Lyft, especialmente con la opci¨®n de compartir coche, son un ejemplo¡±, expone antes de explicar en qu¨¦ consiste Moovit, nacida en enero de 2013. ¡°Una aplicaci¨®n que muestra la mejor manera de ir del punto A al punto B, usando el transporte p¨²blico. Se trata de eliminar una incertidumbre¡±, sostiene. No hay startup, empresa de nuevo cu?o y r¨¢pido crecimiento, que no se plantee resolver un problema o, como prefieren decir, eliminar una fricci¨®n. La de Moovit, que funciona tanto en Android como en los m¨®viles de Apple, propone un uso m¨¢s eficiente de los recursos y promover que se deje el coche en casa o que, directamente, no se compre.

Moovit, que funciona tanto en Android como en los m¨®viles de Apple, propone un uso m¨¢s eficiente de los recursos y promover que se deje el coche en casa o que, directamente, no se compre

Algo que llama la atenci¨®n si se tiene en cuenta que, en su ¨²ltima ronda de financiaci¨®n, de 50 millones de d¨®lares, ha tenido un papel relevante la alemana BMW. ¡°No es ninguna contradicci¨®n, sino un s¨ªntoma m¨¢s de que estamos en el camino correcto. No es descabellado pensar que, en el futuro, el coche se integra con el transporte p¨²blico, en algunos tramos, como un sistema de suscripci¨®n o compartiendo trayecto¡±, apunta para justificar el inter¨¦s de los b¨¢varos.

En la mayor parte de los casos, los datos provienen de los propios municipios. En Estados Unidos y Reino Unido, se suelen seguir par¨¢metros de datos abiertos (open data), que las propias organizaciones locales liberan para darles diferentes usos. En algunos casos, hasta promueven hackathons, maratones de programaci¨®n, para incentivar su uso.

La situaci¨®n de Madrid merece cap¨ªtulo aparte. La EMT, empresa municipal de transportes, y el consorcio de la Comunidad, les parece una bendici¨®n. ¡°Unen varios municipios y es muy eficiente, pero no cuentan con una aplicaci¨®n que una todo. Ah¨ª entramos nosotros, que decimos hasta en qu¨¦ estaci¨®n es mejor bajarse o el tiempo estimado de llegada¡±, proclama con aire de vendedor.

En Espa?a funciona en 17 ciudades, C¨®rdoba ha sido la ¨²ltima en dar el paso. La capital y Barcelona acaparan el 80% del mill¨®n de usuarios. Nueva York, Londres, Los ?ngeles, Roma, Par¨ªs, Sao Paulo, R¨ªo de Janeiro, Bogot¨¢, Santiago de Chile, Buenos Aires, M¨¦xico D. F., Sidney, Toronto y Tel Aviv son las que mejor tasa de uso presentan. Guadalajara (M¨¦xico) ha sido su ¨²ltima sorpresa en Am¨¦rica Latina.

Aunque cuenta con un espacio en una de las calles que funde el coraz¨®n financiero de San Francisco con SOMA, el antiguo barrio industrial en cuyas naves el software de nuevo cu?o crece sin parar, su sede central sigue cerca de Tel Aviv. En San Francisco, Alex Torres lidera el equipo de marketing. Espa?ol, con nueve a?os de experiencia en Google, donde estuvo a cargo del marketing de sus mapas, ha dado el paso. ¡°Hay un momento en que sientes que tienes que salir al fr¨ªo, comenzar algo nuevo¡±, se sonr¨ªe. Cada vez son m¨¢s las empresas extranjeras que adoptan ese modelo, oficina comercial en Silicon Valley, desarrollo en el pa¨ªs de origen. ¡°Aqu¨ª es donde est¨¢ el talento, el foco mundial, donde se toman ideas para mejorar y se presentan novedades, pero los desarrolladores de Israel son tan buenos como los de Silicon¡±, defiende.

Sequoia, el fondo que vislumbr¨® el potencial de Facebook, WhatsApp y Google, tambi¨¦n ha puesto su mirada en Moovit. La cuesti¨®n es c¨®mo hacerlo rentable para mantener el inter¨¦s y justificar los 81,5 millones de d¨®lares que ya ha recolectado. La prioridad de este fondo es que la aplicaci¨®n crezca, que, como se dice en el argot, tenga tracci¨®n, despu¨¦s habr¨¢ que pensar en hacerlo rentable. En seis meses ha pasado de siete millones de usuarios activos a m¨¢s de 15. ¡°Moovit es, ha sido y ser¨¢ gratis para el consumidor¡±, insiste su fundador, ¡°vamos a comenzar a vender tickets, por ejemplo, que es algo que siempre resulta complicado para los turistas a cambio de una peque?a comisi¨®n¡±. Otro modelo que contemplan es el publicitario: ¡°Podemos plantear anuncios hiperlocales, bas¨¢ndonos en tu destino y los lugares por los que vas a pasar¡±.

Erez tiene claro que sin los usuarios no ser¨ªan nada. No son usuarios pasivos, sino, sobre todo, los que construyen, mejoran y hacen que la aplicaci¨®n se convierta en una herramienta de uso diario. ¡°Son ellos los que indican los retrasos a trav¨¦s de la aplicaci¨®n, si hay una incidencia menor, si est¨¢ cortada una calle, si quedan asientos libres en el autob¨²s o no est¨¢ bien indicada la parada¡±, explica.

Larry Page, cofundador de Google, tiene una norma para contrastar el inter¨¦s por una startup. Lo llama ¡°el cepillo de dientes¡±, as¨ª es como justifica la compra de servicios o productos de uso frecuente. Como pas¨® con los termostatos Nest, con la cuchara que reduce los efectos del p¨¢rkinson al comer, o, una vez m¨¢s, con el patr¨®n de Waze. Erez es consciente de que, si solo diese la ruta m¨¢s adecuada, la recurrencia ser¨ªa baja, pero los matices pueden ser clave para ganar atractivo: ¡°No todos los d¨ªas se sale a la misma hora. Un usuario puede memorizar la ruta habitual, pero no es lo mismo salir a las cinco, que a las seis y media o las ocho, la frecuencia de paso¡­¡±.