Microsoft jubila Internet Explorer

Internet Explorer, el navegador m¨¢s veterano tiene los d¨ªas contados. Microsoft ha decidido jubilarlo y no tendr¨¢ cabida en Windows 10, su pr¨®ximo sistema operativo que saldr¨¢ al mercado en oto?o. No prescinden del navegador, pero s¨ª de una marca gastada y motivo de mofa, especialmente entre los desarrolladores. Su sustituto ser¨¢ Spartan, m¨¢s moderno, con dise?o limpio, sin apenas bordes y con el reconocimiento de voz como novedad en su manejo.

Entre las novedades de Spartan, nombre temporal, se encuentran la opci¨®n de tomar una imagen en tiempo real de la p¨¢gina que se est¨¢ visitando y hacer anotaciones sobre la misma para compartirla con amigos, contactos o colegas del trabajo. Otro de los puntos mejorados es el modo de lectura, que trata de potenciar el tiempo en p¨¢gina, uno de los factores clave en las negociaciones publicitarias en EE UU; servir¨¢ para potenciar el texto sin distracciones. Las extensiones son la puerta abierta a los desarrolladores, algo que ya hacen los competidores y Microsoft ha decidido abrazar. En sus manos quedar¨¢ dotar de funciones especiales al programa. Por ¨²ltimo, por primera vez se contar¨¢ con la misma interfaz en m¨®vil, tableta y PC, la idea es que, como sucede con el sistema operativo con el que nace, Windows 10, la experiencia sea muy similar sea cual sea el formato.

Chris Capossela, director de marketing de Microsoft, ha certificado su fin durante una conferencia de la firma. Tan solo habr¨¢ una excepci¨®n, las empresas. Se mantendr¨¢ solo si las compa?¨ªas lo piden y siempre que argumenten motivos de compatibilidad que impidan el normal funcionamiento de la compa?¨ªa. Es decir, que ponen al cliente por delante de su inter¨¦s de marca.

Durante los 90, Explorer fue el navegador est¨¢ndar, tras destronar a Netscape, el gran rey de la primera explosi¨®n de software en Silicon Valley, a comienzos de la d¨¦cada. Marc Andreessen, su fundador, es hoy una de las grandes fortunas del mundo tecnol¨®gico y uno de los inversores m¨¢s visionarios.

Explorer 6 ser¨¢ especialmente recordado, sin cari?o alguno. Fue el gran rompecabezas para los dise?adores web, lejos de los est¨¢ndares y especialista en deformar webs.

La inclusi¨®n de Explorer como navegador por defecto en los ordenadores Windows fue clave para su expansi¨®n. Era el que ven¨ªa instalado, una ventaja competitiva que le granje¨® no solo cr¨ªticas de los competidores, sino tambi¨¦n multas por parte de Bruselas, que lo consider¨® una clara forma de abuso de posici¨®n dominante en el mercado.

Su declive ha sido paulatino, pero sin freno. Primero con el despegue de los ordenadores Mac, que imitaron su t¨¦cnico usando Safari como el navegador por defecto. Despu¨¦s, con la llegada de Firefox, creado por una fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro y muy escrupuloso con los est¨¢ndares de la industria. Su gran innovaci¨®n lleg¨® en forma de pesta?as, un m¨¦todo para tener varias p¨¢ginas abiertas sin necesidad de tener varias sesiones que consum¨ªan un gran n¨²mero de recursos del ordenador.

El ¨²ltimo en sumarse fue Google, con Chrome. Ligero, con un men¨² m¨ªnimo y r¨¢pido en la carga, pero tambi¨¦n pol¨¦mico. Su barra ¨²nica serv¨ªa tanto para teclear direcciones web como para hacer b¨²squedas en su servicio sin una distinci¨®n clara para los usuarios menos avanzados. En la actualidad, seg¨²n NetMarketShare, Explorer, sumando sus diferentes versiones, llegaba al 57% de cuota mundial en febrero de este a?o. Seguido por Chrome con un 25% y con un 11% para Firefox.