Hay vida despu¨¦s de ¡®Second Life¡¯

Permiti¨® la socializaci¨®n virtual entre usuarios antes que Facebook. Se adelant¨® en varios a?os a los bitcoins con su moneda virtual, el?linden. Populariz¨® el t¨¦rmino avatar, anticip¨¢ndose a la pel¨ªcula de James Cameron. La plataforma Second Life, un mundo virtual completo con sus casas, negocios, incluso con universidades, lleg¨® a estar habitada por 1.100.000 avatares, dobles de sus usuarios reales, en 2007. Desde entonces, quienes la utilizaban han ido abandon¨¢ndola. Ahora, con el auge de los cascos de realidad virtual, la compa?¨ªa que la cre¨® pretende reconquistarlos para colonizar una nueva tierra prometida. Sansar es el nombre, a¨²n provisional, para un mundo digital completamente nuevo con el que esperan lograr "decenas de millones" de usuarios.

"Mucha gente me pregunta: '?pero sigue funcionando?'. ?Pues claro! ?Tenemos casi doscientas personas en la compa?¨ªa viviendo de Second Life!".?Las exclamaciones salen de boca de Ebbe Altberg (Upsala, Suecia, 1964),?que comanda Linden Labs desde hace un a?o. En la plataforma viven a¨²n 900.000 usuarios y tiene un producto interior bruto de 500 millones de d¨®lares (439 millones de euros). Solo en 2014, sus usuarios obtuvieron beneficios por valor de 60 millones de d¨®lares (52 millones de euros) haciendo negocios en ella.

Si sigue tan activa, ?por qu¨¦ ya no se habla de la plataforma? "Su concepto se adelant¨® a la tecnolog¨ªa disponible". ?Lo puede explicar mejor? "Pues que si invitas a tocar en directo a Duran Duran no puedes tener una plataforma que solo admita a 50 o 60 asistentes a su concierto", responde. El ejemplo del grupo brit¨¢nico, que es real, necesita contexto: "No dispon¨ªamos de banda ancha suficiente, ni los rendimientos que consiguen las unidades de procesamiento hoy, ni la posibilidad de que los avatares se movieran de manera suave y natural, no como robots".

Adem¨¢s, ha sufrido el l¨¢tigo de la era app. "Estos son tiempos de 'mira c¨®mo va esto' y no te gusta, lo dejas enseguida. Second Life supone mudarse a un nuevo pa¨ªs: toma tiempo adaptarse a la pol¨ªtica y la econom¨ªa, y a integrarse en un grupo. La gente no tiene tanta paciencia". Aun as¨ª, para ¨¦l la plataforma es como la vida misma: "No hacemos coches, casas, ropa... los compramos hechos. Pues lo mismo ocurre en Second Life".

La tecnolog¨ªa ha madurado ya lo suficiente como para aventurarse con Sansar: "Significa 'vida cambiante' en hindi. Llevamos diez meses trabajando en un proyecto enorme: construir una plataforma totalmente nueva que aprovecha la m¨¢scara de realidad virtual Oculus Rift DK2 para que puedas entrar de verdad en este nuevo mundo", adelanta a EL PA?S en una conversaci¨®n en Barcelona.

?Puede darnos m¨¢s detalles? "Estamos trabajando en la expresi¨®n facial ¡ªAltberg bromea con el movimiento rob¨®tico de los avatares de Second Life¡ª para que una c¨¢mara lea tus rasgos y ?en tiempo real lo replica en tu avatar, que tendr¨¢ tu misma estructura ¨®sea!". Sansar permitir¨¢ tambi¨¦n que la boca del avatar articule perfectamente cada sonido que emita, para evitar la impresi¨®n de mal doblaje: "Estamos perfeccionando el software para que traduzca directamente un sonido en una posici¨®n de los labios. Y tambi¨¦n dispondremos de sonido 3D: sabr¨¢s d¨®nde est¨¢ el avatar que te habla porque el sonido parecer¨¢ que te llega desde ese lugar".

Queremos ser el YouTube o el WordPress de la realidad virtual"

M¨¢s all¨¢ de ensalzar tecnol¨®gicos ¡ª"?Ah, no olvidemos la f¨ªsica de los movimientos y la iluminaci¨®n", repara s¨²bitamente¡ª, Altberg quiere convertir Sansar en un lugar de encuentro. Reniega de aplicaciones como Conference Call, WebEx o Google Hangouts para las conversaciones entre m¨¢s de cinco personas. Con Sansar quiere "conseguir que se puedan reunir de 30 a 50 personas y que puedan hablar entre ellas de manera coherente", indica. Ahora queda saber cu¨¢ndo. "Comenzaremos a usarlo con usuarios alfa este verano. Los escogeremos en virtud de sus destrezas creando contenidos en 3D", aunque reconoce que "probablemente hasta finales de 2016" no llegue a los usuarios la versi¨®n 1.0.

Linden Labs no ha publicado a¨²n im¨¢genes de la nueva plataforma, si bien Altberg asegura que cuando se combina el realismo visual con el realismo sonoro "el cerebro ya no puede decir d¨®nde est¨¢ la diferencia entre lo real y lo virtual". Eso s¨ª, lejos de la calidad visual que logr¨® la pel¨ªcula Avatar.

La empresa recort¨® dr¨¢sticamente su personal y sus sedes en 2010, pero Sansar ya crea empleo. Cuando se incorpor¨® Ebbe Altberg contaba con 180 trabajadores, que ya son 212. "Probablemente seamos 240 para finales de este a?o, porque estamos invirtiendo mucho dinero". Busca talentos del mundo del videojuego: "Las tecnolog¨ªas se parecen".

No har¨¢ falta que el usuario sea arquitecto para crear su casa o negocio en el mundo virtual. Para dise?ar y construir el nuevo mundo, por lo pronto usan software ajeno de creaci¨®n en 3D, como Maya. "Queremos que sea todo f¨¢cil de usar; nos vemos como un YouTube o un WordPress de la realidad virtual", asegura.

Vamos a ver mucha innovaci¨®n en los dispositivos de entrada, como el rat¨®n o el teclado, para que se pueda trabajar con ellos y con el casco puesto"

Altberg es un pata negra de las tecnol¨®gicas, con un barniz de artista (compatibiliz¨® los estudios de inform¨¢tica con los de bellas artes). Trabaj¨® en gesti¨®n de producto en Microsoft 12 a?os y, despu¨¦s de un periodo poniendo en marcha una start-up que ofrec¨ªa unas p¨¢ginas amarillas para buscar expertos en casi todo, pas¨® a Yahoo y lleg¨® a trabajar en la delegaci¨®n de Madrid hasta que la empresa la desmantel¨® "por el poco peso del mercado espa?ol".

Para el nuevo proyecto ha colaborado con Jeremy Bailenson, fundador del Laboratorio de Interacci¨®n Humano-Virtual de la Universidad de Stanford, con quien comenta la democratizaci¨®n de los dispositivos de realidad virtual. "Hace un a?o los casos de realidad virtual val¨ªan m¨¢s de 3.000 d¨®lares y el Oculus DK2 ahora cuesta solo 350 [2.630 y 307 euros, respectivamente]. Vamos a ver mucha innovaci¨®n en hardware, en especial en los dispositivos de entrada, como el rat¨®n o el teclado, para que se pueda trabajar con ellos y con el casco puesto". La plataforma arrancar¨¢ con una versi¨®n para PC pero, a diferencia de Second Life, tambi¨¦n estar¨¢ disponible para los dispositivos de Apple y en Android.

Cuando se combina el realismo visual con el realismo sonoro el cerebro ya no puede decir d¨®nde est¨¢ la diferencia entre lo real y lo virtual"

La nueva plataforma convivir¨¢ con Second Life, y los propietarios con linden?podr¨¢n usarlos en el nuevo entorno o comprar nuevos (un d¨®lar estadounidense equivale a 250 linden). "Con el tiempo veremos si tiene sentido mantenerlas las dos o no", matiza el directivo.

El objetivo confeso de Altberg es captar usuarios m¨¢s j¨®venes. Second Life solo est¨¢ permitido a mayores de 16 a?os. ?Han perdido el tren de las generaciones m¨¢s j¨®venes? "Bueno, la distribuci¨®n por poblaci¨®n es bastante normal, aunque es verdad que en el tramo de 16 a 18 apenas hay nadie". Sansar va a resultar accesible desde los 13 a?os ¡ªcomo Facebook¡ª y Linden Labs espera tirar de cantera de su Blocksworld, un juego de construcci¨®n pensado para ni?os de 6 a 13 a?os que goza de ¨¦xito.??

Una vez nazca la nueva plataforma, ?qu¨¦ quedar¨¢ por lograr en la realidad virtual? "Lo t¨¢ctil todav¨ªa no se ha logrado, lo olfativo tampoco, as¨ª que todav¨ªa habr¨¢ que dejar algunos sentidos para el mundo real". Con todo, el avance con respecto a hace unos a?os es "espectacular". A Altberg le brillan los ojos al contar esto: "Yo ya he visto a una se?ora con p¨¢rkinson, que en la vida real apenas puede caminar, volar y bailar en la vida virtual. Gracias a eso su cerebro se mantiene activo".