Una m¨¦trica dictamina que esta reuni¨®n ha sido una p¨¦rdida de tiempo
Una empresa estadounidense mide la productividad en la empresa y sugiere emplear las comidas para solucionar conflictos laborales
¡°He sobrevivido a otra reuni¨®n que deb¨ªa haber sido un email¡±. Con este mensaje un meme se hizo viral hace unos meses en Internet. Ten¨ªa tambi¨¦n, por supuesto, su versi¨®n anglosajona porque no importa cu¨¢l sea su cultura empresarial y su contexto cultural: seguramente usted tambi¨¦n trabaja en un sitio donde se hacen demasiadas reuniones.
Seg¨²n cuenta a EL PA?S Nathan Barnett, cofundador de la empresa VoloMetrix, las reuniones son una de las v¨ªas por las que se escapa el tiempo en las empresas modernas. ¡°Se programan muchas reuniones que suelen ser demasiado largas y a la que asisten demasiadas personas. En una empresa convencional solo la reuni¨®n semanal del Consejo de Administraci¨®n consume 300.000 horas del tiempo de los empleados o el equivalente al trabajo a tiempo completo de una persona en 144 a?os". Barnett lo sabe porque lo ha medido con las m¨¦tricas creadas por su compa?¨ªa.
Cambiar reuniones por emails, tal y como dice el meme, tampoco le parece la piedra filosofal para alcanzar la productividad. ¡°Si se usa adecuadamente el email puede ser una herramienta muy ¨²til. Sin embargo, muchas veces se convierte en un incordio. Todos conocemos las interminables cadenas de emails, las listas voluminosas (y nada inocentes) de personas en copia y otros malos h¨¢bitos que hacen del correo electr¨®nico otro ladr¨®n de productividad¡±.
Volometrix, fundada en 2011 en Seatle, forma parte de la ola de compa?¨ªas dedicadas a crear anal¨ªticas de personas para diagnosticar c¨®mo consumen su tiempo en el trabajo. Sus m¨¦tricas son objetivas y an¨®nimas, y bien interpretadas sirven para dibujar una radiograf¨ªa de qui¨¦n es qui¨¦n en una oficina y de los h¨¢bitos que conviene a la direcci¨®n fomentar en sus empleados, o todo lo contrario.
Por ejemplo, gracias a las anal¨ªticas de personas, las compa?¨ªas tecnol¨®gicas han descubierto que es una bendici¨®n que los programadores se vayan a comer juntos. A la vuelta suelen solucionar problemas que hab¨ªan tenido atascados toda la ma?ana. Por lo visto, y siempre seg¨²n las anal¨ªticas, comparten sus dudas con sus compa?eros y entre todos encuentran una soluci¨®n. En cambio, todos los softwares y m¨¦tricas coinciden en que la mitad de las reuniones que se hacen en una empresa sobran.
Todos conocemos las interminables cadenas de emails y otros malos h¨¢bitos que hacen del correo electr¨®nico otro ladr¨®n de productividad"
La compa?¨ªa Volometrix ha desarrollado la m¨¦trica ?ndice de Carga Organizacional (OLI, por sus siglas en ingl¨¦s) que mide el tiempo que un individuo demanda de sus colegas a trav¨¦s de emails y de reuniones presenciales. La medida incluye un OLI score para que los interesados puedan medir y mejorar su gesti¨®n de la jornada laboral. ¡°Hemos visto c¨®mo se hacen reuniones recurrentes sobre temas que no son estrat¨¦gicos para la empresa. Gracias a nuestras anal¨ªticas y al ¨ªndice OLI los amantes de las reuniones han reducido sus encuentros entre un 10% y un 30%¡±, explica Barnett.
Las m¨¦tricas tambi¨¦n intentan determinar el nivel de compromiso y felicidad de los empleados. Lo hacen analizando el asunto de los emails o el tr¨¢fico online de cada ordenador. Si ha llegado hasta aqu¨ª en la lectura de esta art¨ªculo ya habr¨¢ adivinado que para conseguir estos datos los ordenadores est¨¢n siendo permanentemente rastreados al igual que usted, en el caso de que su empresa quiera trabajar con estos programas, tendr¨¢ que aceptar llevar un dispositivo electr¨®nico que medir¨¢ hasta las pausas de sus charlas de pasillo.
Pero no se alarme: la privacidad est¨¢ garantizada, pues seg¨²n explica Daniel Olgu¨ªn, cofundador de Sociometric Solutions, otra empresa de anal¨ªtica de personas, los datos capturados se anonimizan. Un t¨¦rmino aceptado por la RAE para se?alar que un dato relativo a entidades o personas se expresa eliminando la referencia a su identidad. ¡°Cada empleado tiene acceso a su informaci¨®n pero no a la de los dem¨¢s", contin¨²a Daniel Olgu¨ªn. ¡°Todos los datos se agregan a nivel grupal y se comparten con los directivos de la organizaci¨®n sin se?alar a ninguna persona o grupo en particular¡±.
Sociometric Solution, una start up con sede en Boston, va m¨¢s all¨¢ de rastrear emails y las agendas de reuniones, y se dedica a monitorizar la relaci¨®n cara a cara de los empleados. Lo hacen con unos peque?os dispositivos wearables capaces de registrar los tonos y la entonaci¨®n de la de voz y el lenguaje corporal. ¡°Sin grabar el contenido de las conversaciones¡±, aclara Olgu¨ªn. Buscan detectar si la interacci¨®n entre los equipos de trabajo es productiva o favorable para la empresa o todo lo contrario.
Olgu¨ªn asegura que ser¨ªa imposible utilizar esas m¨¦tricas como argumento para despedir a un empleado. ¡°Los empleadores no tienen acceso a datos individuales y, adem¨¢s, en nuestro contrato hay una cl¨¢usula que especifica que ¡°los datos capturados no pueden ser utilizados para despedir a alguien¡±.
Control de los empleados
Por su parte, Volometrics tambi¨¦n anonimiza y agrega los datos individuales. ¡°En los casos en que la propia compa?¨ªa desea que sus empleados tengan conocimiento de sus m¨¦tricas individuales, esta informaci¨®n es absolutamente confidencial y est¨¢ disponible ¨²nicamente para el due?o de esos datos¡±, asegura el cofundador de la compa?¨ªa. Pero en otros casos los empleados ignoran que est¨¢n siendo monitorizados. Ellos o sus ordenadores. La revista Fast Company menciona la herramienta ActivTrak que registra el tiempo que un individuo pasa en una web o en una app y que, adem¨¢s, puede configurarse para hacer pantallazos arbitrarios a lo largo de la jornada laboral. ¡°Aunque no grabamos mensajes de texto ni conversaciones del chat, estos podr¨ªan ser capturados mediante pantallazos¡±, explic¨® Herb Axilrod, presidenta de la empresa con sede en Dallas, quien asegura que ellos recomiendan a sus clientes que informen a los empleados de que van a ser rastreados pero reconoce que la decisi¨®n final la toma la empresa. ¡°Instalar un software y monitorizar el uso de un ordenador sin el conocimiento de los empleados es legal en Estados Unidos, en Europa nos encontramos una ley m¨¢s estricta¡±, reconoce a la revista.
Adem¨¢s de las cuestiones ¨¦ticas referentes a la privacidad, algunos observadores se plantean la conveniencia de aplicar esta estrategia de rastreo en las oficinas. ¡°La m¨¢s m¨ªnima sensaci¨®n de estar vigilado da?ar¨¢ moralmente a un empleado; si la plantilla est¨¢ feliz entonces s¨ª ser¨¢ m¨¢s productiva¡±, se?ala Corey Ciocchetti, profesor de estudios legales y ¨¦tica de los negocios de la Escuela de Negocios de la Universidad de Denver y autor de un estudio sobre la monitorizaci¨®n de empleados en el siglo XXI
Otras investigaciones sugieren que una persona que se sabe vigilada es menos innovadora y arriesga menos. No pierde de vista que lo que punt¨²a mejor es mantenerse en la curva de la anal¨ªtica no salirse de ella. Esa es la teor¨ªa de un trabajo muy citado de la Escuela de Negocios de Harvard firmado por el profesor Ethan Bernstein que demostr¨® que el rastreo hac¨ªa sentir a los empleados ¡°vulnerables y expuestos¡±, lo cual ten¨ªa un efecto colateral devastador: como nadie se sal¨ªa de la norma establecida la creatividad y la innovaci¨®n mor¨ªan de muerte natural.
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