Un profesor con 26 millones de alumnos
Salman Khan ha agitado el mundo educativo con lecciones en v¨ªdeo y ejercicios gratis en Internet. Su m¨¦todo cautiv¨® a Google, Bill Gates y Carlos Slim
Existe un pu?ado de fil¨¢ntropos fuera de serie y luego est¨¢ Salman Khan, un analista de un hedge fund de origen humilde que en 2008, reci¨¦n casado, a punto de ser padre y de adquirir una casa en propiedad, fio todo su futuro y sus exiguos ahorros a un sue?o: hacer accesible la educaci¨®n gratis a todos en cualquier lugar del mundo. ¡°D¨¦monos un a?o a ver si encontramos financiaci¨®n¡±, cuenta en conferencias que le dijo a su mujer. ¡°Es la mayor rentabilidad social que uno podr¨ªa conseguir¡±. Hoy, este hombre, hijo de madre india y padre bangladesh¨ª, tiene 26 millones de alumnos en 190 pa¨ªses. Su ¨¦xito, la Academia Khan, es una plataforma online multiling¨¹e sin ¨¢nimo de lucro que ha conquistado al mism¨ªsimo Bill Gates y est¨¢ sostenida por otras generosas fortunas que han contribuido a auparle como el maestro del mundo.
Nacido en Nueva Orleans en 1976 y criado en un hogar que se manten¨ªa con lo justo, Khan se ha ganado la fama de revolucionario con un sistema surgido de su propia experiencia y de unas cuantas certezas. El ingeniero el¨¦ctrico, matem¨¢tico e inform¨¢tico formado en Harvard y el MIT (Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts) cree que cada estudiante es ¨²nico y tiene ritmos de aprendizaje ¨²nicos que el sistema prusiano de ense?anza, esencialmente pasivo, no puede satisfacer. Lo que ¨¦l plantea es una suerte de escuela al rev¨¦s: se aprende en casa, con lecciones grabadas en v¨ªdeo y los pertinentes ejercicios, y se hacen los deberes en el aula. De esta forma, el estudiante que no ha entendido un concepto, y que quiz¨¢ en clase se siente cohibido y renuncia a pedir ayuda, no tiene m¨¢s que rebobinar la lecci¨®n cuantas veces necesite hasta dominarla. Y el profesor, que dispone de un programa para seguir los progresos y tropiezos de cada alumno en casa, puede invertir su tiempo en resolver lagunas. La escuela tradicional ¡°te castiga por experimentar y fracasar¡± y eso hace que vayan solap¨¢ndose d¨¦ficits de aprendizaje, suele decir Khan. Su propuesta pasa justo por lo contrario: ¡°S¨²bete a la bici y c¨¢ete. Hazlo por el tiempo que sea necesario hasta dominarla¡±. ¡°Si dejas que el alumno trabaje a su ritmo¡±, sostiene, ¡°de repente empieza a interesarse y a evolucionar¡±.
Khan lo aprendi¨® de su prima Nadia, una inteligente chiquilla de 12 a?os a la que en 2004 se le hab¨ªan atragantado las matem¨¢ticas. ?l viv¨ªa entonces en Boston y Nadia, en Nueva Orleans, pero el analista decidi¨® darle lecciones telef¨®nicas cuando descubri¨® que la joven hab¨ªa perdido toda confianza en s¨ª misma por su traspi¨¦s con los n¨²meros. ¡°Era l¨®gica, creativa y tenaz¡±, explica en su libro The One World Schoolhouse. Simplemente, se le resist¨ªa la conversi¨®n de unidades y, sin esa base, era incapaz de seguir interiorizando conceptos matem¨¢ticos.
Exanalista de un ¡®hedge fund¡¯, su lema es: ¡°S¨²bete a la bici y c¨¢ete hasta dominarla¡±
Nadia ¡ªhoy a un paso de entrar en la facultad de Medicina¡ª debi¨® de hablar muy bien de su primo, porque de pronto Khan se vio ense?ando a una quincena de hijos de familiares y amigos. El tel¨¦fono no era pr¨¢ctico, as¨ª que prob¨® con sesiones en grupo por Skype, pero no resultaba tan eficaz. Justo cuando pens¨® en dejarlo, un amigo le dijo: ¡°?Por qu¨¦ no haces v¨ªdeos y los subes a YouTube?¡±.
El so?ador Khan le hizo caso. Dise?¨® unas lecciones muy sencillas con solo tres grandes protagonistas: el cursor sobre una negra pizarra virtual, las im¨¢genes que ilustran los contenidos, y una voz muy enf¨¢tica, la suya. ¡°Ocurri¨® algo interesante¡±, relataba Khan, con grandes dosis de teatralidad en las conferencias TED de 2011. ¡°Me dijeron que me prefer¨ªan en YouTube que en persona. Tiene mucho sentido. Pod¨ªan parar o repetir a su primo sin tener que preguntar y avergonzarse¡±.
Lo mismo les ocurri¨® a miles de internautas. Las clases de ¨¢lgebra y pre¨¢lgebra dise?adas para sus tutelados se convirtieron en trending topic. Por lo que sea, un indocumentado como maestro hab¨ªa dado con la forma de cautivar a estudiantes, adultos sin formaci¨®n, chavales con problemas... ¡°Mi hijo de 12 a?os tiene autismo y le han costado mucho las Matem¨¢ticas. Hemos intentado todo, visto todo, comprado todo. Nos cruzamos con su v¨ªdeo de decimales y lo entendi¨®¡±, le escribi¨® un padre agradecido. ¡°Entonces fuimos con las terribles fracciones. Lo comprendi¨®. No podemos creerlo. Est¨¢ tan emocionado¡±.
Khan plantea una suerte de escuela al rev¨¦s: se aprende en casa y se hacen los deberes en el aula
A principios de 2009, m¨¢s de 100.000 personas segu¨ªan sus v¨ªdeos y demandaban lecciones de otras materias. Henchido de satisfacci¨®n, comenz¨® a coquetear con la idea de dejar Wohl Capital Management y crear una escuela mundial gratuita. No es que no le gustara su trabajo. ¡°Era intelectual y financieramente gratificante¡±, cuenta en su libro. ¡°Pero estaba atrapado en una vocaci¨®n que vi como algo mucho m¨¢s valioso¡±.
Khan y su esposa, m¨¦dico internista, dejaron la compra de la vivienda para m¨¢s adelante y lo invirtieron todo en el proyecto, confiados en llamar la atenci¨®n de alg¨²n fil¨¢ntropo. Pasados nueve meses, la academia, con el cuartel general en el cuarto de invitados de su vivienda en Silicon Valley, crec¨ªa imparable en alumnos, pero no en donaciones y para consolidarlo era necesario perfeccionar el software, contratar ingenieros, especialistas para abarcar desde la F¨ªsica, hasta la Biolog¨ªa o la Historia del Arte. Khan, que ya hab¨ªa sido padre, empez¨® a pensar que lo mejor que pod¨ªa hacer era volver a su antigua vida.
Pero en 2010 cambi¨® su suerte. La primera buena noticia lleg¨® de la mano de Ann Doerr, esposa del multimillonario John Doerr, inversionista en firmas tecnol¨®gicas: una doble transferencia de 10.000 y 100.000 euros. La segunda tambi¨¦n se la dio ella por SMS: Bill Gates estaba contando en una conferencia que hab¨ªa descubierto en Internet khanacademy.org, que estaba utilizando para ayudar con el ¨¢lgebra y las matem¨¢ticas a su hijo Rory, de entonces 11 a?os.
Clase de ¨¢lgebra, por Shalman Khan. / KHAN ACADEMY
Las palabras de Gates se tradujeron en dinero. Su fundaci¨®n transfiri¨® 1,5 millones de d¨®lares casi al tiempo que Google donaba dos. Despu¨¦s se sumar¨ªan otros como el mexicano Carlos Slim. Se consolidaba as¨ª una escuela sin marchamo oficial que se ensaya con ¨¦xito en escuelas f¨ªsicas ¡ªhay un mill¨®n de profesores inscritos para usar sus recursos educativos¡ª y que ha supuesto un revulsivo para la educaci¨®n sin que ¨¦l se haga rico. Salman Khan, una de las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo seg¨²n la revista Time en 2012, no es millonario ni probablemente lo sea nunca. Tampoco es su prop¨®sito, convencido como est¨¢ de que la educaci¨®n puede destapar genios, talentos, en cualquier lugar del planeta. Se lo confes¨® al periodista argentino Andr¨¦s Oppenheimer en una entrevista incluida en su libro?Crear o morir! (Debate). ¡°Sent¨ª que todo esto era demasiado importante como para que solo fuera una empresa¡±.
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