Con flores y sin volante

Hace menos de dos a?os el coche sin conductor parec¨ªa una fantas¨ªa inalcanzable. Tesla, m¨¢ximo exponente del coche el¨¦ctrico, acaba de anunciar una actualizaci¨®n de software para el modelo S, como si fuese un tel¨¦fono o una tableta, para que sus veh¨ªculos puedan usar el piloto autom¨¢tico. Ya hab¨ªa algunos que aparcaban solos, con sensores que evitan roces con las siempre inoportunas columnas del garaje. La novedad es que ahora se cambiar¨¢n de carril en la autopista sin necesidad de tocar el volante. Ya. Esta misma semana, en California.

En noviembre, el coche koala, como se llama de forma coloquial al biplaza de Google, comenzar¨¢ a moverse por los aleda?os de su sede con normalidad. Al igual que sucede con sus inocentes bicicletas, pensadas solo para moverse por los edificios del campus, la experiencia estar¨¢ solo al alcance de sus empleados. Los estudios aseguran que la inteligencia artificial conduce de manera m¨¢s segura que los imperfectos humanos. La realidad es que un grupo de trabajadores ir¨¢ de casa al trabajo y viceversa cada d¨ªa como experiencia piloto, pero tambi¨¦n porque est¨¢n asegurados. Google considera que este hito marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s en el transporte por carretera.

No era cuesti¨®n de que saliera a la calle de cualquier manera, como un huevo soso, aleaci¨®n de materiales ligeros en gris y blanco. Desde la compa?¨ªa hicieron un llamamiento para que los artistas locales presentasen propuestas para decorarlo. La deliberaci¨®n ha tenido un resultado muy hippy. El coche de Google tendr¨¢ las puertas decoradas con la flor del Estado, la California poppy, una amapola naranja, t¨ªpica del paisaje local.

La autora es la espa?ola Inmaculada del Castillo Ditzel (Madrid, 1961). El ¨²ltimo apellido lo ha tomado de su marido, David R. Ditzel, un conocido ingeniero de Silicon Valley. En los ochenta, sus dise?os sentaron las bases de la arquitectura de los procesadores. Se conocieron en Francia. Ella trabajaba en Par¨ªs, en Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, que gestionaba la salida al NASDAQ de la empresa de su esposo.

Ford es la compa?¨ªa que se ha atrevido a poner fecha a la comercializaci¨®n de los veh¨ªculos sin conductor. Seg¨²n sus c¨¢lculos, en 2020 se ver¨¢n con cierta normalidad. Entre los modelos que contempla est¨¢ el uso de coche por suscripci¨®n, sin necesidad de comprarlo. Google maneja otra f¨®rmula para hacerlo rentable. Convertirlo en una alternativa al taxi. Un usuario recibir¨ªa una oferta en el m¨®vil del tipo ¡°tenemos esta mochila que buscabas en Internet en oferta en la tienda, ?quieres que te llevemos?¡±. Adem¨¢s de conseguir tener al cliente en la tienda con una compra casi segura, se suma la posibilidad de incluir anuncios a medida durante el trayecto.

La pintora, que conduce un Tesla, coche de moda en el sector tecnol¨®gico, est¨¢ deseando dejar de prestar atenci¨®n al tr¨¢fico: ¡°Me hace especial ilusi¨®n haber ganado este concurso, porque creo mucho en ello. Conducir me aburre, es peligroso. Una p¨¦rdida de tiempo¡±. Ser la artista que d¨¦ el toque final al veh¨ªculo tiene sus privilegios. Ha sido de las primeras en montar en un coche sin conductor: ¡°No tiene pedales, ni volante, se enciende dando a un bot¨®n y tiene muchos huecos para dejar las cosas. Tiene una pantalla dentro, grande. Lo mejor es cuando te adelanta una bici o pasa alguien al lado, las caras que ponen. No sientes miedo, es seguro¡±.

Del Castillo comenz¨® haciendo fotograf¨ªas para las amigas. Despu¨¦s prob¨® suerte con la pintura, su ocupaci¨®n desde hace m¨¢s de 10 a?os. Adem¨¢s de las amapolas que se pasear¨¢n por las carreteras de California, su creaci¨®n se puede contemplar en el Ayuntamiento de Los Altos, una de las localidades m¨¢s ricas de Silicon Valley. Del Castillo no pretende lucrarse con ello: ¡°Har¨¦ una subasta ben¨¦fica con el dise?o para ayudar a los que lo necesitan. Los que vivimos por mi zona no nos podemos quejar. Somos afortunados¡±.