Un nuevo wifi ¡®pasivo¡¯ gasta 10.000 veces menos en electricidad
El logro de un grupo de ingenieros y f¨ªsicos har¨¢ que las pilas y bater¨ªas de muchos aparatos conectados a la Red duren hasta 15 a?os
Cuando acabe este a?o habr¨¢ 6.400 millones de objetos conectados a Internet en todo el mundo. La Red interconectan los lugares m¨¢s alejados del planeta y, a la vez, hacen ¨ªntimos a sensores de temperatura, electrodom¨¦sticos y hasta grifos de cerveza y posavasos inteligentes. Eso s¨ª, el mundo de lo eternamente conectado necesita consumir una enorme cantidad de energ¨ªa.
Como en solo cuatro a?os la cifra de objetos con acceso a Internet superar¨¢ los 20.000 millones, cabe ir pensando en c¨®mo ahorrar en la factura de la luz (y en el gasto en pilas) que supone tenerlos enchufados. Ahora, unos ingenieros el¨¦ctricos, mano a mano con inform¨¢ticos, han probado un tipo de wifi que utiliza solo la diezmil¨¦sima parte de la electricidad que gasta el m¨¢s ahorrativo de los sistemas inal¨¢mbricos actuales.
De momento, el experimento se ha centrado en un tipo de wifi muy com¨²n, que usan muchas redes inal¨¢mbricas p¨²blicas
Los autores del experimento, liderados por dos j¨®venes doctorandos de la Universidad de Washington (EE UU), ten¨ªan una idea en mente: demostrar que se pueden transmitir datos por wifi sin apenas consumir energ¨ªa. Han acu?ado el concepto de wifi pasivo para describir la base de su sistema: en lugar de que el router tenga que emitir continuamente se?al, aprovechan que las ondas de radio, en determinadas condiciones, tienen capacidad de reflejarse y rebotar. Es lo que hace el chip que usa el experimento con la se?al que le llega desde el router: transmite datos rebot¨¢ndolos y eso exige menos esfuerzo, en energ¨ªa, que emitirlos desde cero.
Ese chip pasivo da nombre a todo el sistema y rompe con la manera tradicional de transmitir informaci¨®n. "Las emisiones de radio que hemos estado usando todos en los ¨²ltimos cien a?os se basan en la generaci¨®n activa de se?al", explica desde Seattle Vamsi Talla, uno de los estudiantes de doctorado embarcados en el proyecto.
De momento, el experimento se ha centrado en un tipo de wifi muy com¨²n, el est¨¢ndar 802.11b, que usan muchas redes inal¨¢mbricas p¨²blicas, pero que no permite mucho ancho de banda. Las esperanzas del grupo apuntan a conseguir aplicar ese fen¨®meno de reflexi¨®n de las ondas, que se denomina retrodispersi¨®n, a otros tipos de wifi: "De hecho, ya estamos trabajando para conseguirlo", recalca el investigador de origen indio. Su grupo acredita cuatro a?os de experiencia en la retrodispersi¨®n. Lo m¨¢s dif¨ªcil, seg¨²n explica, fue conseguir modular (hacer que las ondas transporten informaci¨®n) las se?ales de wifi para hacerlas rebotables.
El experimento ha logrado emitir se?al a una velocidad de 11 megabits por segundo, menos de lo que permiten muchos wifis convencionales, aunque s¨ª mejora la capacidad de transmisi¨®n a trav¨¦s de Bluetooth LE y gastando solo una mil¨¦sima parte de ese est¨¢ndar de bajo consumo. Los investigadores presumen de haber logrado comunicaciones, hubiera o no una pared de por medio entre los objetos conectados, a una distancia de entre 9 y 30 metros, m¨¢s que suficiente para la mayor¨ªa de los aparatos de dom¨®tica.
El grupo va a crear una startup para comercializar la idea. "Creemos que con el wifi pasivo todos los dispositivos m¨®viles y sensores como las alarmas de humo o termostatos, detectores de tiempo o sensores de temperatura consumir¨¢n una diezmil¨¦sima parte que ahora, y eso implica que las bater¨ªas duren 10 o 15 a?os y que en las casas se ahorre mucho por no tener que cambiarlas [en tanto tiempo]", explica con ilusi¨®n Talla, que a mediados de este mes presentar¨¢ su trabajo en USENIX, un foro para expertos en sistemas en red, en California.
Una idea 'positiva', pero a¨²n por consolidar
Jos¨¦ Ignacio Alonso, catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y profesor en su departamento de se?ales, sistemas y radiocomunicaciones, cree que la idea propuesta por la Universidad de Washington es "positiva" porque "va en la l¨ªnea de reducir el consumo y de hacer compatible el wifi, una tecnolog¨ªa asentada, con el Internet de las Cosas". Matiza, en cambio, que solo se ha conseguido con un est¨¢ndar de wifi sin canales separados y en el que se generan problemas de interferencias y congesti¨®n del tr¨¢fico de la se?al. Adem¨¢s, la calidad de ese est¨¢ndar, uno de los m¨¢s antiguos en implantarse, permite dar poco ancho de banda, aunque precisamente el Internet de las Cosas no necesita mucho: "Si yo tuviera que pensar en utilizar este wifi para dar servicio en una biblioteca dir¨ªa que esto no me sirve, pero para establecer comunicaciones m¨¢quina-m¨¢quina s¨ª", ilustra Alonso.
Otra posible dificultad de los chips pasivos, aunque no dram¨¢tica, es que, a diferencia de los actuales, no pueden mandar advertencias a los routers para para decirles que est¨¢n ah¨ª o cu¨¢ndo est¨¢n listos para recibir datos.
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