La pen¨²ltima transformaci¨®n de Apple

Apple cumple hoy 40 a?os y es recurrente establecer alguna analog¨ªa con la crisis que popularmente se le atribuye a dicha edad, pero la compa?¨ªa de la manzana lo pone dif¨ªcil: tiene unas cifras econ¨®micas de v¨¦rtigo y la objetiva virtud de parecer que se ha reinventado cada d¨¦cada. En su ¨²ltimo aniversario redondo, el de los 30 a?os, era distinta: seis de cada diez d¨®lares que facturaba ven¨ªan de la m¨²sica, gracias a su joven iPod y la tienda de canciones iTunes. Ahora, ese mismo porcentaje del negocio se debe ahora a otro trasto que invent¨® poco despu¨¦s del trig¨¦simo aniversario, en 2007: el iPhone, un tel¨¦fono inteligente que ya por su en¨¦sima versi¨®n y ha inundado el mercado.

Pero tal vez la mayor diferencia respecto a 2006 es la ausencia de la todopoderosa figura de su fundador, Steve Jobs. Cuando este falleci¨® en 2011, la duda era si la nueva Apple saldr¨ªa airosa. La respuesta corta es que s¨ª: se disputa con Google el cetro de mayor empresa cotizada del mundo y, en el ¨²ltimo trimestre, bati¨® su r¨¦cord hist¨®rico de ingresos.

Desde el iPad, Apple no ha inventado m¨¢s nuevos mercados

La contestaci¨®n larga es m¨¢s complicada: las ventas de su producto estrella, el iPhone, se estancaron el pasado trimestre por primera vez y la compa?¨ªa cree que empezar¨¢n a bajar. Bajo el tim¨®n de su presidente Tim Cook, ha logrado unos n¨²meros brillantes, en productos vendidos y en d¨®lares contantes y sonantes, pero Jobs tuvo una capacidad de transformar h¨¢bitos de consumo y mercados comparable a la de Henry Ford. Y desde la tableta iPad (2010), Apple no ha lanzado uno de esos inventos con los que invent¨® toda una nueva categor¨ªa de producto: los tel¨¦fonos de tercera generaci¨®n o los iPod. El reloj inteligente, el Apple Watch, a¨²n no apunta maneras de revolucionar el mercado.

As¨ª que la gran pregunta sobre la compa?¨ªa de la manzana es c¨®mo ser¨¢ dentro de 10 a?os, si la dichosa crisis de la edad llega a los 45, o cuando cumpla su medio siglo. Apple naci¨® el 1 de abril de 1976 de la mano de dos amigos, Steve Jobs y Steve Wozniak, quien hace poco liquid¨® en Madrid el bello mito de que la empresa comenz¨® a andar en un garaje. M¨¢s bien fe en sus respectivos cuartos, ya que estaban sin blanca para cualquier otra cosa. Empez¨® como una compa?¨ªa de inform¨¢tica y plantaron cara a IBM con ordenadores de gama alta, para ir acerc¨¢ndose cada vez m¨¢s a la electr¨®nica.

Desde 2011, era la mayor empresa cotizada del mundo, con un valor de medio bill¨®n de d¨®lares, aunque Aphabet (la matriz de Google) la super¨® el pasado febrero. Aun as¨ª, un pu?ado de cifras sirve para ilustrar el dominio de Apple en el mercado: las cifras de ventas de uno de sus trimestres (casi 76.000 millones) superan el PIB de toda Costa Rica, y las ventas que le reportan el solo el iPhone quedan por delante de las de gigantes empresariales como Disney, Goldman Sachs o McDonald's.

Pero hay una diferencia enorme entre Apple y cualquier otro gran grupo: m¨¢s que clientes, tiene devotos que lucen pegatinas de la marca en sus coches o se definen amantes de esos productos de dise?o imbatible. La empresa con sede en Cupertino ha creado una appleman¨ªa que es la envidia de cualquier marca y en publicidad directa se ahorra cuantiosas inversiones gracias a toda la repercusi¨®n medi¨¢tica que genera el lanzamiento de cualquier de sus productos.

Visi¨®n y negocio

No invent¨® la tecnolog¨ªa de la pantalla t¨¢ctil ni del MP3, pero fue la empresa que la hizo popular. Jobs fue un visionario y, tambi¨¦n, como Ford, un pura sangre de los negocios. Para bien y para no tan bien, la empresa se ha convertido en un gran s¨ªmbolo de la econom¨ªa estadounidense. Es significativo que cuando el pol¨¦mico precandidato republicano Donald Trump clam¨® por la reindustrializaci¨®n americana, no destacase sino a la firma de la manzana: ¡°Haremos que Apple fabrique sus malditos aparatos aqu¨ª¡±, dijo.

Sus ventas en un trimestre superan el PIB de toda Costa Rica

En Europa, la preocupaci¨®n institucional tiene m¨¢s que ver con el pago de impuestos. Los reguladores acusan a la firma de utilizar filiales en Irlanda para evitar el pago de impuestos sobre el negocio generado fuera de Estados Unidos y, seg¨²n un estudio de Bloomberg Intelligence, la deuda fiscal alcanzar¨ªa unos 8.000 millones de d¨®lares.

En Estados Unidos tambi¨¦n se ha topado con un incendio con el FBI a cuenta del bloqueo del tel¨¦fono del tirador del atentado de San Bernardino (California).

Pero su gran reto es m¨¢s bien hacia d¨®nde enfocar el crecimiento. La futura Apple quiere m¨¢s pastel de los contenidos. La compa?¨ªa ha inundado el mercado con 1.000 millones de aparatos activos y, sin revoluciones mediante, la v¨ªa de crecimiento tendr¨¢ que venir de las aplicaciones, la venta de m¨²sica o sus servicios de pago.