As¨ª no hay quien toree al profesor
Los port¨¢tiles de Google, que permiten entrar a ver la tarea que est¨¢ haciendo el alumno, avanzan en el mercado. Edelvives se ha convertido en la primera editorial en el mundo que se asocia con la marca
?Cada d¨ªa 30.000 nuevos estudiantes en Estados Unidos se suman a la ense?anza online con chomebooks, los port¨¢tiles con el sistema operativo de Google que est¨¢n copando el mercado. Tanto, que en apenas cuatro a?os se han convertido en l¨ªderes, pasando de representar el 0,6% de las ventas al 50%. ?D¨®nde est¨¢ el secreto? Entre otros alicientes permite al profesor desde su ordenador entrar en la pantalla del ni?o y comprobar si realmente est¨¢ cumpliendo la tarea, orientarle o compartir el trabajo con toda la clase.
"Nosotros no podemos empujar a los profesores a que usen chromebooks. Solo podemos acompa?arles si deciden dar el paso", explica el valenciano Marc Sanz, responsable de Google for Education en el sur y el centro de Europa. "En los pa¨ªses n¨®rdicos avanzan mucho. Cada cinco a?os cambian toda la ense?anza online. Creemos que en Suecia los chomebooks ser¨¢n el principal dispositivo en clase en poco tiempo", prosigue. "En Inglaterra o Alemania, en contra de lo que pudiese parecer, son reacios. Conf¨ªo mucho en Espa?a donde hay hambre de invenci¨®n. Son el ¨²nico pa¨ªs que tuvo la valent¨ªa de apostar por los sistemas operativos libres en los centros educativos". En Espa?a los?chromebooks suponen ya un 13% del total de dispositivos, seg¨²n los datos de FutureSource.
A este hambre de avanzar se ha sumado Edelvives, que ha sellado un acuerdo con el gigante Google. Es la primera editorial en el mundo que lo logra. Desde el curso de viene sus temarios para ni?os de primaria y hasta segundo de secundaria se incorporar¨¢n al sistema chrome con un sistema offline. Eso supone que cuando los estudiantes se quedan sin cobertura de Internet, algo frecuente en los colegios, los estudiantes pueden seguir trabajando. En un centro grande se necesitan una treintena de antenas y cada una de ellas cuesta unos 300 euros. A ello hay que sumar los gastos de mantenimiento. Aun as¨ª no pueden garantizar una buena conexi¨®n.
Edelvives firm¨® el acuerdo con Google for Education en Londres y en presencia de directores de unos 60 colegios -tambi¨¦n invit¨® a EL PA¨ªS- con la idea de que sumen a su iniciativa.? Google no tiene un beneficio econ¨®mico directo, dicen querer contribuir al desarrollo del mundo de forma altruista, pero a la larga se aseguran una cantera de usuarios. Pues los estudiantes se habit¨²an a guardar sus deberes en la nube de Drive, trabajar en archivos comunes que no hay que reenviar o a consultar la cartograf¨ªa en Maps. Y siendo adultos disfrutar¨¢n de estos servicios ya con publicidad.
En Espa?a los chromebooks suponen ya un 13% del total de dispositivos
El director general del Grupo Edelvives, Javier Cendoya explica que la alianza entre la compa?¨ªa espa?ola y Google surgi¨® de la intenci¨®n de "compartir, conectar y trabajar juntos para cambiar el mundo". Edelvives, que tiene 127 a?os de historia, se ha propuesto "un aprendizaje cooperativo real sin ning¨²n tipo de limitaci¨®n del entorno" y eso es algo que Google facilita.
Los chromebooks son ligeros, arrancan en pocos segundos y no necesitan antivirus porque se trabaja a en la nube.? En el colegio concertado Santa Mar¨ªa, de Valencia, los han impuesto como herramienta en sexto de primaria y primero de secundaria. "Los alumnos se enganchan m¨¢s y es una ense?anza m¨¢s ¨¢gil", subraya Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa, el responsable de gesti¨®n de la escuela. Est¨¢ satisfecho aunque pone un pero: "Se cansan de leer en la pantalla cuando tienen mucho que estudiar".
A trav¨¦s del Calendar de Google han organizado las entrevistas de fin de curso de los tutores. Las familias eligieron el horario que m¨¢s les conven¨ªa "y as¨ª no ha habido colas", se felicita el gerente. Adem¨¢s, env¨ªan con los correos electr¨®nicos? circulares a estos padres. "Antes la mitad perd¨ªa el papel seg¨²n sal¨ªa al patio".
Sanz anima a las editoriales espa?olas "a seguir el camino de Edelvives y adaptarse a las nuevas plataformas y tecnolog¨ªas del siglo XXI". El resto de sellos son compatibles con chomebooks pero solo se puede trabajar online y no hay aplicaciones personales.
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