Un paso m¨¢s: cuando la inteligencia artificial tiene intuici¨®n y es creativa
Google logra una mayor sofisticaci¨®n de su inteligencia artificial y anuncia que impulsar¨¢ sus investigaciones sobre esta cuesti¨®n desde su sede de Z¨²rich
Si preguntamos a Google la distancia que hay entre su sede en Z¨²rich y el Cabaret Voltaire, el lugar en el que surgi¨® el movimiento art¨ªstico Dada, nos dice que hay 1,8 kil¨®metros, que se pueden recorrer en 23 minutos caminando. Estos dos lugares tan cercanos de la ciudad suiza tienen una relaci¨®n mayor de lo que en principio cabr¨ªa sospechar. Un siglo separa la revoluci¨®n que supuso la irrupci¨®n del dada¨ªsmo en la cultura y el pensamiento con la que se est¨¢ gestando en las instalaciones de la empresa californiana.
De hecho, en la sede de Google en Z¨²rich se presencian escenas que parecen m¨¢s propias de las alocadas veladas del Cabaret Voltaire: empleados que pulsan las teclas de sus ordenadores mientras andan sobre una cinta mec¨¢nica, otros que realizan carambolas jugando al billar a primera hora de la ma?ana junto a alguien que prepara zumos con extra?os ingredientes. Pero, por muy desenfadado que parezca el ambiente que se respira en ese edificio en el que trabajan 1.800 ingenieros, sobrecoge lo que sucede entre sus muros.
A pesar de que su inteligencia a¨²n no ha alcanzado la madurez, ya es capaz de hacer cosas como sugerir respuestas breves para responder correos con la funci¨®n smart replies o ganar al Go a un contrincante humano.
Google ha anunciado que impulsar¨¢ all¨ª sus investigaciones sobre inteligencia artificial. No se trata en absoluto de un proyecto experimental. Desde 2012, la empresa utiliza lo que denominan aprendizaje profundo en varias de sus herramientas: las b¨²squedas, Gmail y el reconocimiento de voz e im¨¢genes.
La inteligencia artificial de Google se basa en el aprendizaje que las m¨¢quinas hacen de la informaci¨®n que manejan. Algo en lo que muchas otras empresas tambi¨¦n trabajan, como es el caso de Facebook. Pero ninguna tiene acceso a un caudal de informaci¨®n semejante al que manejan los de Mountain View. De hecho, su capacidad para rastrear informaci¨®n es tan grande que los polic¨ªas franceses que investigaron sus cuentas tuvieron que trabajar sin conexi¨®n a Internet. Algo que, seg¨²n Bloomberg, se hizo para evitar que Google se percatase de la investigaci¨®n.
Los correos electr¨®nicos de Gmail, las im¨¢genes de Google Fotos, los v¨ªdeos de Youtube, la informaci¨®n que fluye por los dispositivos Android y la inmensa base de datos de su buscador es la materia prima que est¨¢ haciendo que los ordenadores de la empresa sean cada vez m¨¢s inteligentes.
Google ha anunciado que impulsar¨¢ desde su sede de Z¨²rich sus potentes investigaciones sobre inteligencia artificial
Algo que se traduce en cosas como el espectacular desarrollo del sistema de reconocimiento de voz Google Voice. Tal y como demostr¨® Behshad Behzadi, principal ingeniero de la sede suiza de la empresa, despu¨¦s de pronunciar el famoso OK Google la herramienta no solo entiende cada vez mejor la voz, adem¨¢s es capaz de contextualizar las preguntas que se le realizan. Behzadi pregunt¨® a su tel¨¦fono Android cuestiones cada vez m¨¢s complejas a gran velocidad y las respuestas eran tremendamente exactas. Como explic¨® este ingeniero la tasa de error a la hora de reconocer palabras de Google Voice es ya de solo un 8%.
Al igual que la avi¨®nica estudia a las aves para mejorar el dise?o de los aviones, Google estudia a fondo el cerebro humano para crear su sistema de inteligencia artificial. La tecnolog¨ªa que est¨¢ detr¨¢s del aprendizaje de las m¨¢quinas son las llamadas redes neuronales. Estas utilizan capas de datos que se van interconectando entre s¨ª, como las neuronas del cerebro, para generar nuevas capas de datos que vuelven a ser procesadas. Un mecanismo similar al del propio pensamiento humano.
Un ejemplo de lo que este proceso puede lograr es que Google Fotos sea capaz de determinar que un animal que aparece en una imagen con cuatro patas no es un perro, sino un gato. Una conclusi¨®n a la que llega la inteligencia artificial de Google despu¨¦s de estudiar millones de im¨¢genes alojadas en los servidores de la empresa y fotogramas de v¨ªdeos alojados en Youtube. De esa forma, poco a poco, aprende a distinguir, como lo hace un ni?o, qu¨¦ elementos aparecen en una imagen. Aunque el grado de error en el reconocimiento de im¨¢genes es superior al que se produce con el reconocimiento de la voz.
Los aciertos y fallos en el reconocimiento de im¨¢genes recuerdan a los de un ni?o cuando comienza a aprender las formas que tienen los objetos
Si disponemos de una colecci¨®n de im¨¢genes alojada en Google Fotos podemos pedirle, por ejemplo, que busque puentes que aparezcan en ellas. Como hemos podido comprobar, Google es capaz de detectar las escaleras de acceso un puente rodeado de vegetaci¨®n en una foto nocturna. Algo que muchas personas a simple vista quiz¨¢ no reconocer¨ªan. Aunque tambi¨¦n son bastante llamativos los errores, pues Google tambi¨¦n puede confundir un puente con un escenario o una calle.
Para entender mejor c¨®mo se produce el proceso es bueno echarle un vistazo al experimento que realiz¨® esta compa?¨ªa proporcionando al sistema de inteligencia artificial una foto para que muestre las im¨¢genes que reconoce. El resultado es tan fascinante como inquietante.
Los aciertos y fallos en el reconocimiento de im¨¢genes recuerdan a los de un ni?o cuando comienza a aprender las formas que tienen los objetos. De hecho, la inteligencia artificial de Google a¨²n se encuentra en una etapa de desarrollo temprano. En el encuentro de Z¨²rich, un portavoz de la empresa dijo que una inteligencia artificial como la que aparece en la pel¨ªcula Her podr¨ªa ser realidad en unos 20 a?os.
La tasa de error a la hora de reconocer palabras de Google Voice es ya de solo un 8%
A pesar de que esta inteligencia a¨²n no ha alcanzado su madurez, ya es capaz de hacer cosas como sugerir respuestas breves para responder correos con la funci¨®n smart replies o ganar al Go a un contrincante humano. Un reto mucho m¨¢s complejo que cuando el ordenador Deep Blue venci¨® a Gary Kasp¨¢rov jugando al ajedrez. Mientras que en el ajedrez todo se basa en unas reglas l¨®gicas y vencer depende de la potencia de c¨¢lculo que exista para calcular todas las posibles jugadas, en el caso del Go la intuici¨®n es clave para ganar una partida.
Seg¨²n explic¨® Thore Graepel, investigador de Google DeepMind, la inteligencia de Google ha dado los primeros signos de intuici¨®n y creatividad. Incluso en su explicaci¨®n sobre c¨®mo la m¨¢quina hab¨ªa logrado ganar al hombre jugando al Go habl¨® de un concepto fascinante: la creatividad computacional.
Ahora solo falta saber si las m¨¢quinas creativas ser¨¢n capaces alg¨²n d¨ªa de revolucionar la cultura proclamando que cualquier cosa puede ser arte, como hicieron los miembros de Dada, o si realiza maquiav¨¦licos razonamientos como los de Hal 9000, el orgulloso ordenador de 2001.
En Google se cruzan de brazos cuando alguien pregunta sobre los riesgos potenciales de esta tecnolog¨ªa inteligente. Aunque el hecho de que hayan patentado una suerte de bot¨®n rojo para apagar toda inteligencia artificial por si las m¨¢quinas ponen en peligro a los humanos, demuestra que parecen tener claro que caminan por un territorio desconocido.
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