China, Rep¨²blica Popular de la ¡®start-up¡¯
El Gobierno incentiva la creaci¨®n de j¨®venes empresas en el sector tecnol¨®gico para convertir la innovaci¨®n en motor econ¨®mico. Por primera vez, tienen su espacio en el Mobile World Congress de Shangh¨¢i
Un total de 227.000 millones de euros. Esa es la apabullante suma que el Gobierno chino ha decidido invertir, cada a?o, en la creaci¨®n de nuevas empresas del sector tecnol¨®gico. Quiere convertir a las j¨®venes start-ups en uno de los principales engranajes de su ambiciosa estrategia para hacer que la innovaci¨®n se convierta en el poderoso motor econ¨®mico que necesita para reducir la dependencia de las manufacturas de bajo valor a?adido y crear empleo de calidad. Es un plan nacional estrat¨¦gico para el que no va a faltar financiaci¨®n.
As¨ª se entiende que cada siete minutos nazca una nueva en el gigante asi¨¢tico. ¡°China es ya el segundo pa¨ªs que m¨¢s invierte en I+D del mundo y el segundo mercado para las start-ups del planeta¡±, explica William Bao, socio de SOSV, una aceleradora de empresas que invierte 250 millones de d¨®lares en proyectos de software y de hardware en China, Taiw¨¢n, y Estados Unidos. ¡°Eso ha logrado que haya servicios como WeChat -una mezcla entre Whatsapp y red social- que va muy por delante de sus competidoras occidentales, sobre todo en la integraci¨®n de compras online. En poco tiempo el pa¨ªs se convertir¨¢ en la principal fuente de innovaci¨®n del planeta, y el mundo cada vez se parecer¨¢ m¨¢s a China¡±, augura.
Para reflejar este nuevo escenario, por primera vez la edici¨®n asi¨¢tica del Mobile World Congress (MWC), que ha arrancado hoy en Shangh¨¢i, dedica un amplio espacio a un centenar de estas nuevas compa?¨ªas que llegan con la ambici¨®n de comerse el mundo. Es 4YFN, acr¨®nimo de 4 years from now (4 a?os desde ahora), una plataforma global para start-ups digitales que busca servir de enlace entre las nuevas empresas, los inversores, y las grandes corporaciones que buscan innovaci¨®n fuera.
¡°Es una comunidad en la que ya hay 25.000 empresas y 600 inversores, de los que un grupo ha viajado a Shangh¨¢i para mostrar sus proyectos¡±, explica a EL PA?S Aleix Valls, director de la Fundaci¨®n Mobile World Capital, el organismo al que pertenece el programa 4YFN. Entre las 16 compa?¨ªas espa?olas desplazadas destacan Enigmedia -especializada en soluciones de encriptaci¨®n en tiempo real-, Mybrana -una red social de realidad aumentada-, Soluciones Cuatrochenta -desarrolladora de aplicaciones-, o Adele Robots -rob¨®tica e inteligencia artificial-. La mayor¨ªa busca abrirse camino en Asia a trav¨¦s del MWC, el mayor evento tecnol¨®gico del continente. ¡°Nos faltaba conectar China e India, que se rigen por unas normas diferentes. De hecho, a diferencia de la globalizaci¨®n que han requerido las grandes empresas extranjeras, a China le ha servido su propia demanda interna para crear l¨ªderes que van a marcar las pautas a nivel mundial¡±, a?ade Valls.
De la misma opini¨®n es Mats Granryd, director general de GSMA, la asociaci¨®n de operadores m¨®viles que organiza el MWC. ¡°Asia no solo lidera ya el sector de las telecomunicaciones sino que est¨¢ a la vanguardia en la creaci¨®n de su futuro¡±, comenta. ¡°La raz¨®n es bien sencilla de entender: concentra a m¨¢s de 2.500 millones de usuarios que tienen ya 1.700 millones de smartphones y que suponen el 60% de todo el crecimiento del sector a nivel mundial. Adem¨¢s, varios pa¨ªses, entre ellos China, Jap¨®n, y Corea del Sur, trabajan ya en la puesta en marcha de redes 5G para 2020¡±. Eso es lo que permitir¨¢ lanzar en serio el Internet de las cosas.
¡°Se avecina una revoluci¨®n incluso m¨¢s importante que la industrial¡±, a?ade Yang Jie, presidente y consejero delegado de China Telecom. ¡°Es un nuevo escenario en el que van a ser clave varios elementos: el big data, la inteligencia artificial, y la rob¨®tica¡±, enumera. ¡°De hecho, ya hay restaurantes que han sustituido a sus camareros por robots, y cuando vayan aumentando sus capacidades veremos c¨®mo tambi¨¦n se convierten en trabajadores m¨¢s cualificados, por ejemplo, como los enfermeros¡±, vaticina. Y el presidente del Departamento de Mobilidad de la estadounidense AT&T, Glenn Lurie, asegura que eso es solo el principio: ¡°En 2025 habr¨¢ m¨¢s de 70.000 millones de aparatos conectados entre s¨ª por todo el mundo¡±.
No obstante, para que esos cambios se hagan realidad hace falta una constelaci¨®n de empresas hiperespecializadas que innoven fuera de las grandes corporaciones, que en demasiadas ocasiones est¨¢n lastradas por la burocracia. Y ya lo est¨¢n haciendo. Buen ejemplo del car¨¢cter emprendedor de China es su primer hacker space, Xinchejian, un laboratorio en el que diferentes emprendedores pagan una peque?a cuota mensual para tener acceso a herramientas como impresoras 3D o m¨¢quinas de corte por l¨¢ser que les permitan hacer realidad sus proyectos tecnol¨®gicos.
¡°China se ha convertido en la incubadora perfecta para las start-ups. Porque, a diferencia de lo que sucede en Silicon Valley, donde los inversores apuestan grandes sumas de capital pero son muy inaccesibles, en China la financiaci¨®n es m¨¢s modesta y fragmentada pero tambi¨¦n m¨¢s sencilla de obtener¡±, explica Eduardo Alarc¨®n, ingeniero especializado en rob¨®tica y uno de los socios de Xinchejian, que trabaja en la producci¨®n de los patines el¨¦ctricos Toki y un nuevo sistema de transporte urbano que nunca se detiene. ¡°Adem¨¢s, China es tambi¨¦n un mercado muy interesante, porque cuenta con muchas ciudades de tipolog¨ªas diferentes que permiten probar el producto o el servicio en mercados de caracter¨ªsticas muy distintas¡±.
En esta coyuntura favorable, algunos de los proyectos que surgen en Xinchejian se convierten en empresa y saltan a la contigua Chinaccelerator de William Bao, donde ganan velocidad en el camino para lanzar sus productos al mercado. ¡°Ahora mismo da igual lo buena que pueda ser tu aplicaci¨®n para m¨®viles si no tienes medio mill¨®n de d¨®lares para promocionarla en plataformas cerradas como Facebook o Google. Porque si no nadie la va a ver. Nosotros, sin embargo, hemos desarrollado nuestro propio sistema operativo Android, que funciona ya en 250 millones de m¨®viles -sobre todo en Asia-, y ofrecemos esa plataforma, sin intermediarios, a las start-ups que acceden al programa de Chinaccelerator¡±, expone.
No obstante, Bao no oculta que el auge de China tiene tambi¨¦n un lado oscuro. ¡°Es un pa¨ªs que se rige por unos valores muy diferentes, en el que la gente da por hecho que est¨¢ siendo vigilada y que su privacidad no existe. Adem¨¢s, es imposible fiarse de las estad¨ªsticas oficiales de ning¨²n tipo, porque siempre son falsas. Los blogueros tienen seguidores zombies, los n¨²meros de usuarios de las empresas tecnol¨®gicas se inflan sin cesar, los m¨®viles est¨¢n llenos de malware, y el respeto a la propiedad intelectual es todav¨ªa casi inexistente¡±, concluye.
¡°Al final, el ADN sociocultural determina mucho la forma y el sector en el que se innova¡±, analiza Valls. ¡°En Catalu?a, por ejemplo, predominan los avances en el sector del comercio porque somos mediterr¨¢neos y nos va el mercadeo. Israel, sin embargo, tiene gran fuerza en el sector de la ciberseguridad, porque es un pa¨ªs que se siente amenazado. China, no obstante, lo tiene todo gracias a su econom¨ªa de escala. Porque para poner en marcha transformaciones importantes hace falta un mercado como el chino: gigante y homog¨¦neo. Europa se est¨¢ quedando atr¨¢s porque est¨¢ demasiado fragmentada y tiene muchos idiomas a los que hay que adaptar cada ¡®software¡¯. Eso s¨ª, nuestra legislaci¨®n sobre privacidad es la m¨¢s estricta y eso es un atractivo indudable frente al recelo que provoca todo lo chino¡±.
A pesar de ello, Valls considera que la mejor estrategia es que las empresas chinas no se conviertan en meros proveedores de las occidentales y sean tambi¨¦n socias. ¡°Al fin y al cabo, lo de qui¨¦n copia a qui¨¦n ya no tiene mucho sentido porque China ha avanzado hasta ponerse a nuestro nivel -en el sector de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de la comunicaci¨®n-. De hecho, ya vemos que hay empresas occidentales que adoptan servicios lanzados por compa?¨ªas chinas¡±. La confianza, asegura el ingeniero catal¨¢n, va a ser clave en la nueva era de Internet que comienza ahora. ¡°Creo que las aplicaciones como las conocemos ahora van a desaparecer en favor de una interfaz de voz integrada en servicios de mensajer¨ªa instant¨¢nea. El banco va a ser un contacto, lo mismo que EL PA?S tiene ya su propio bot para interactuar con el lector, y las empresas lo que van a querer es tener acceso a tus contactos. Por primera vez, la identidad ser¨¢ monetizable¡±, avanza. ¡°Es una revoluci¨®n que va a pasar nos guste o no¡±.
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