Activismo y ¡®hacking¡¯: as¨ª naci¨® el videojuego ¡®Watch Dogs 2¡¯
Los 'hackers' est¨¢n de moda. Desde la serie 'Mr. Robot' a los ¡®biopics¡¯ de Edward Snowden, la cultura pop est¨¢ explotando la figura del pirata inform¨¢tico
Un experimentado hacker negro, San Francisco, cuna de la tecnolog¨ªa global, reproducida por entero hasta el m¨ªnimo detalle, y una productora cuyos ingresos ascendieron 917 millones de euros en 2015. Son esos los ingredientes esenciales de Watch Dogs 2, el nuevo cap¨ªtulo del videojuego en mundo abierto con el cual el gigante franc¨¦s Ubisoft espera replicar el ¨¦xito del Watch Dogs.
Dos a?os y medio de trabajo y la interacci¨®n de estudios en seis pa¨ªses distintos han sido necesarios para una producci¨®n que tiene entre sus objetivos enredar en un movimiento, el del hacking, cada vez m¨¢s presente en una cultura popular, que ve a sus protagonistas como oscuros criminales o como h¨¦roes, seg¨²n se les mire.
Antes que nada, pues, San Francisco. Un videojuego que centra su narrativa en el hacking no puede prescindir de esta ciudad, y sobre todo de Silicon Valley ¨Ccuna del presente y del futuro tecnol¨®gico del planeta¨C que la urbe californiana engloba. ¡°Hemos estado en m¨¢s de una ocasi¨®n en la sede central de algunas de las empresas tecnol¨®gicas m¨¢s poderosas del mundo para poder inspirar nuestro proceso creativo¡±, explica Denny Belanguer, director del juego.
¡°Nos hemos preguntado: ?cu¨¢l ser¨ªa el riesgo potencial pasar¨ªa si un motor de b¨²squeda no fuese imparcial a la hora de ofrecer sus resultados? Y a partir de eso hemos desarrollado una historia¡±. Y es exactamente la voluntad de trasmitir este realismo, insiste Belanguer, ¡°uno de los motivos por el que hemos escogido San Francisco". "Quer¨ªamos hablar de tecnolog¨ªa, del impacto que tiene en nuestras vidas. No hay mejor escenario que esta ciudad para hacerlo¡±, prosigue.
El apego a la realidad es uno de los principales hilos conductores en la realizaci¨®n del juego. Uno de los miembros del equipo de Balanguer ha tomado parte en varias ediciones de DEF CON ¨Cuna de las convenciones de hackers m¨¢s importante del mundo que se celebra cada a?o en Las Vegas¨C para enterarse de cu¨¢les son las tem¨¢ticas de m¨¢s actualidad en ese mundo y poder reflejarlas en las mec¨¢nicas del juego.
¡°Es fundamental para nosotros que el hacking que representamos est¨¦ arraigado en la realidad, por eso el proceso de creaci¨®n ha sido muy meticuloso: todo lo que se puede hackear en el juego se puede hackear tambi¨¦n en la vida real¡±, destaca Belanguer.
Ambientamos el juego en una ciudad como San Francisco para reflejar c¨®mo impacta la tecnolog¨ªa en nuestras vidas reales
A partir de esta base se desarrolla la historia del protagonista, Mark Holloway, un hacker negro que, por su raza y por sus excepcionales habilidades t¨¦cnicas, acaba injustamente fichado por la polic¨ªa. Eso lo convierte en un activista y lo lleva a unirse a DedSec, un colectivo de piratas inform¨¢ticos, para poner de manifiesto los malos usos de la tecnolog¨ªa, y hacer visible qu¨¦ compa?¨ªas e instituciones los perpetran.
¡°La historia de Marcus no es muy distinta de la realidad y conlleva un interesante dilema: tal y como ocurre en la vida real, a menudo los hackers ayudan a descubrir malas pr¨¢cticas pero, para ello, rompen la barrera de la legalidad¡±, subraya Violet Blue, escritora estadounidense experta en tecnolog¨ªa, y consultora externa para el desarrollo de Watch Dogs 2.
Y son las habilidades t¨¦cnicas que integran el mundo del hacking que han permitido, seg¨²n esta experta, que el universo que rodea a Holloway sea tan cercano a la vida real: ¡°No solo en las fases de creaci¨®n del producto, sino tambi¨¦n por lo que tiene que ver con las din¨¢micas de juego. La manera de solucionar problemas y de cambiar el mundo que rodea al jugador tiene conexiones muy estrechas con la realidad¡±.
En Watch Dogs 2 el jugador se entera de que existe un mundo paralelo en el interior del donde vive cada d¨ªa: el juego le educa, le permite entender las din¨¢micas de este mundo, dejar de ser un outsider y convertirse en una parte activa de las transformaciones que conlleva. Blue, adem¨¢s, hace hincapi¨¦ en la connotaci¨®n did¨¢ctica de este proceso: ¡°Las herramientas de hacking utilizadas en el juego son reales. Al entrar en contacto con ellas, el usuario puede entender cu¨¢les son las amenazas inform¨¢ticas a las que est¨¢ expuesto en su vida diaria¡±, asegura.
Reproducir de manera tan minuciosa un mundo como el del hacking ha implicado un ingente esfuerzo empresarial. Belanguer asgura que centenares de empleados han trabajado en el proyecto, coordinado por la matriz de la empresa en Montreal, y desarrollado en otros cinco estudios en Toronto, Par¨ªs, Newcastle, Bucarest y Shangh¨¢i (cada uno encargado de desarrollar una parte especifica del juego).
Este despliegue, arguye el director de Watch Dogs 2, est¨¢ motivado por la evoluci¨®n que el mundo est¨¢ experimentando: ¡°La tecnolog¨ªa es cada vez m¨¢s importante y los hackers la observan desde una posici¨®n privilegiada. Trabajan entre bastidores y conocen los entramados de esta metamorfosis. Son como los periodistas: est¨¢n en condiciones de llegar a la verdad, pueden entender qu¨¦ est¨¢ ocurriendo. Qu¨¦ hagan con ella depende del hacker y de sus motivaciones¡±.
En ¡®Watch Dogs 2¡¯ el jugador descubre que hay un mundo paralelo al de su vida diaria
La rapidez con la que evoluciona un mundo que ya no puede prescindir de la tecnolog¨ªa impone, seg¨²n Balaguer, evidenciar la que describe como una suerte de funci¨®n social de estos piratas: ¡°La decisiones que tomamos hoy sobre los aspectos tecnol¨®gicos de nuestro entorno tendr¨¢n consecuencias en el futuro, y tenemos que ser conscientes de ello. Es todo tan novedoso y repentino que no siempre conseguimos entender el impacto que un fen¨®meno tendr¨¢ en 5, 10, 15 a?os¡ los hackers tienen una capacidad excepcional para percatarse de estos cambios que la mayor¨ªa de nosotros no tiene¡±.
R¨ªos de tinta e innumerables pel¨ªculas y series han intentado sumergirse en este mundo tan complejo, a la vez nicho y movimiento cultural planetario. Los creadores de Watch Dog 2 sugieren otra forma de hacerlo: agarrar un mando y jugar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.