Tus selfis ense?ando los dedos pueden suponer un problema de seguridad
Muchas fotos tienen suficiente detalle incluso a tres metros como para extraer la informaci¨®n
Unos investigadores del Instituto Nacional de Inform¨¢tica de Jap¨®n han desarrollado un m¨¦todo que permite copiar las huellas dactilares fotografiadas hasta a tres metros de distancia por una c¨¢mara digital. Algo que deber¨ªa poner en alerta, dicen, a quienes suelen hacerse fotos mostrando el signo de la victoria, el de la paz o incluso el saludo vulcaniano de los trekies.?
Seg¨²n explican, las fotograf¨ªas de las c¨¢maras digitales actuales ¡ªlo cual incluye las de muchos tel¨¦fonos m¨®viles¡ª tienen la suficiente resoluci¨®n y calidad como para lograr una imagen suficiente si est¨¢n bien enfocadas y la luz es adecuada. Dado que adem¨¢s la distancia de tres metros es considerable, cualquier autorretrato de tipo selfie en el que se vea la huella de una mano queda afectado por el mismo problema.?
A partir de la informaci¨®n de la fotograf¨ªa los inform¨¢ticos pueden obtener datos v¨¢lidos para pasar por alto sistemas de seguridad como los que desbloquean tel¨¦fonos m¨®viles, ordenadores, puertas y otros dispositivos, que cada vez son m¨¢s comunes y est¨¢n reemplazando a la identificaci¨®n mediante una combinaci¨®n de nombre de usuario y contrase?a tradicional.?
El problema de vincular la informaci¨®n biom¨¦trica a algo que puede fotografiarse y reproducirse no deber¨ªa ser en principio motivo de alerta, dado que para la mayor parte de la gente su presencia en Internet no es demasiado f¨¢cil de rastrear: muchos rostros (y huellas) son de gente relativamente an¨®nima, por lo cual es dif¨ªcil que un atacante encuentre justamente las huellas de la v¨ªctima cuya identidad pretende suplantar.?
Los investigadores advierten, sin embargo, que para las personas famosas la situaci¨®n puede ser diferente, dado que sus rostros y fotos son m¨¢s comunes y numerosas. Y tambi¨¦n recuerdan que ¨²ltimamente han proliferado los sitios en Internet en los que basta subir una foto de un rostro cualquiera para localizar a esa persona en las redes sociales. Hace un par de a?os un pirata inform¨¢tico afirm¨® haber clonado las huellas de la ministra de defensa alemana, Ursula von der Leyen, aunque no se pudo comprobar si la copia era realmente efectiva.?
Una alternativa ser¨ªa utilizar un tipo de pintura especial transparente que no interfiere con la identificaci¨®n de las huellas pero evita que puedan copiarse, aunque est¨¢ todav¨ªa en desarrollo y no llegar¨¢ al mercado de consumo hasta al menos dentro de un par de a?os. Otra contramedida surge de las propias empresas que desarrollan la tecnolog¨ªa de identificaci¨®n: con la continua mejora de la resoluci¨®n de sus esc¨¢neres dactilares (actualmente los hay que pueden llegar hasta 2000 puntos por pulgada) se complica sobremanera que las fotograf¨ªas tomadas a distancia alcancen esa misma resoluci¨®n.?
A partir de la informaci¨®n de la fotograf¨ªa los inform¨¢ticos pueden obtener datos v¨¢lidos para pasar por alto sistemas de seguridad como los que desbloquean tel¨¦fonos m¨®viles
Con cierto sentido del humor, uno de los experimentadores recomienda mientras tanto hacerse las fotos con la llamada "pose de Ninja", en la que las huellas quedan al rev¨¦s ¡ªhacia el rostro¡ª o incluso recurrir a utilizar guantes o mover los dedos fuera del encuadre. El problema, seg¨²n dice el profesor Isao Echizen es que "si a alguien le roban la contrase?a puede cambiarla, pero las huellas dactilares son para toda la vida". Lo cierto es que todav¨ªa no se han conocido casos sonados ni masivos de problemas de seguridad por un robo de huellas de este tipo.?
La cuesti¨®n tiene algo de gracioso, pero no es balad¨ª: hist¨®ricamente se han utilizado t¨¦cnicas similares para copiar llaves fotografi¨¢ndolas hasta 60 metros de distancia; hace casi una d¨¦cada unos inform¨¢ticos de Princeton utilizaron las fotograf¨ªas de unas llaves de m¨¢quinas de votaci¨®n estadounidense publicadas en la web de la compa?¨ªa Diebold para crear copias que las abr¨ªan ¨C incre¨ªblemente, todas las m¨¢quinas usaban la misma llave. Otros sonoros casos de problemas similares son los relacionados con fotos de tarjetas de cr¨¦dito, billetes de avi¨®n
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