Las ciudades tambi¨¦n necesitan respirar
Los altos niveles de contaminaci¨®n de las grandes urbes impulsan el autom¨®vil el¨¦ctrico
Madrid, empujada por los altos niveles de contaminaci¨®n, restringi¨® el tr¨¢fico las pasadas Navidades a trav¨¦s del sistema de matr¨ªculas pares e impares. La medida era in¨¦dita en la ciudad. Pero la capital de Espa?a, si se compara con otras grandes urbes del mundo, lleva d¨¦cadas de retraso. Par¨ªs ha aplicado el sistema de matr¨ªculas alternas desde finales de los a?os noventa. Pero la capital francesa acaba de estrenar este mes un nuevo modelo en el que las restricciones en la circulaci¨®n se hacen en funci¨®n de lo contaminantes que son los veh¨ªculos. Todos los coches est¨¢n obligados a entrar en el sistema de etiquetas. Existen cinco, y a los motores m¨¢s contaminantes ¡ªlos di¨¦sel con m¨¢s de 20 a?os de antig¨¹edad¡ª se les impide circular durante los picos de poluci¨®n. La etiqueta verde ¡ªla que cuenta con m¨¢s privilegios en la circulaci¨®n¡ª est¨¢ reservada para los veh¨ªculos el¨¦ctricos y de hidr¨®geno.
Los Gobiernos m¨¢s comprometidos miran hacia el coche el¨¦ctrico como una forma de reducir la contaminaci¨®n en las ciudades y como la v¨ªa de lucha contra el cambio clim¨¢tico. Dos cifras: la contaminaci¨®n causa al a?o 520.000 muertes prematuras en Europa (en Espa?a, cerca de 30.000); y los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos ¡ªque los cient¨ªficos relacionan con el calentamiento global¡ª han supuesto m¨¢s de 400.000 millones de euros en p¨¦rdidas en Europa desde 1984. Ambos datos proceden de informes de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que apunta a la incidencia del transporte rodado en los dos problemas.
El transporte en Europa, al igual que en el resto del mundo, est¨¢ enganchado a los combustibles f¨®siles, a la gasolina y el di¨¦sel. Alrededor del 65% de la producci¨®n mundial de petr¨®leo se destina ahora al transporte. Y cuando ese combustible f¨®sil se quema para generar energ¨ªa se emiten los contaminantes que desencadenan los picos de poluci¨®n en las ciudades y los gases de efecto invernadero que calientan el planeta, seg¨²n el consenso cient¨ªfico.
El transporte acumula el 23% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de todo el sector energ¨¦tico. Los Gobiernos del mundo, a trav¨¦s del acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico, se han comprometido a mantener el incremento de la temperatura a final de siglo por debajo de los dos grados cent¨ªgrados respecto a los niveles preindustriales. Y esa meta ser¨¢ casi inalcanzable sin recortes en las emisiones del sector del transporte, que lleva un retraso considerable respecto a otros como el de la generaci¨®n de electricidad, donde las renovables han cogido ya velocidad de crucero.
El transporte acumula el 23% de las emisiones globa?les de gases de efecto invernadero de todo el sector energ¨¦tico
La Agencia Internacional de la Energ¨ªa, que anualmente realiza un an¨¢lisis de la evoluci¨®n de la implantaci¨®n de los veh¨ªculos el¨¦ctricos, calcula que, para cumplir con esa meta internacional de los dos grados, la venta de coches el¨¦ctricos se debe disparar en el mundo en la pr¨®xima d¨¦cada. En 2025, tendr¨¢n que circular 60 millones de estos coches limpios para cumplir el objetivo de los dos grados. En 2030 se debe llegar a los 150 millones (lo que supondr¨ªa el 10% de todos los veh¨ªculos ligeros). En 2050, el objetivo es llegar hasta el 40% de coches el¨¦ctricos, es decir, 1.000 millones.
En el caso de las motocicletas, la implantaci¨®n debe ser a¨²n mayor, seg¨²n la hoja de ruta trazada por esta agencia internacional: en 2030, los el¨¦ctricos tendr¨¢n que suponer el 40% de los veh¨ªculos de dos ruedas, lo que implica un stock de 400 millones, el doble que ahora. Para 2050, todo este segmento deber¨ªa estar electrificado.
Son cifras casi de ciencia-ficci¨®n si se comparan con las actuales. En 2015, circulaban por el mundo 1,26 millones de coches el¨¦ctricos. Si se compara con el resto del parque ¡ªfijado en unos 1.000 millones¡ª, los el¨¦ctricos solo representaron el 0,1% del total de veh¨ªculos ligeros del mundo.
Pero 2015, el ¨²ltimo a?o con datos cerrados recogido por la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, fue simb¨®lico. Por un lado, se super¨® la barrera psicol¨®gica del mill¨®n de coches el¨¦ctricos. Y se registr¨® un aumento del 70% en las matriculaciones de este tipo de veh¨ªculos limpios ¡ªse vendieron 550.000 unidades¡ª.
Por otro lado, tambi¨¦n fue un a?o clave en la tendencia que apuntan muchos expertos: China, con un colosal problema de contaminaci¨®n en sus ciudades, super¨® por primera vez a EE UU como el mayor mercado para los coches el¨¦ctricos. En China, la cuota de mercado de los el¨¦ctricos en 2015 fue del 1%, frente al 0,7% en EE UU. Varias ciudades del pa¨ªs asi¨¢tico tambi¨¦n aplican ventajas de circulaci¨®n a los el¨¦ctricos, como en el caso de Par¨ªs. En 2020, China espera que el 4% de todos los coches que circulen en su pa¨ªs sean el¨¦ctricos. Este pa¨ªs podr¨ªa liderar esta transici¨®n, sobre todo, si EE UU ¡ªcon la nueva pol¨ªtica ligada a los combustibles f¨®siles que quiere abanderar Donald Trump¡ª se retira de la carrera.
Para cumplir con el objetivo de los dos grados, la Agencia Internacional de la Energ¨ªa establece en su an¨¢lisis que el stock de coches el¨¦ctricos en el mundo tendr¨¢ que experimentar tasas de crecimiento anual por encima del 25% en 2030 y entre el 7% y el 10% entre 2030 y 2050. Durante la cumbre que se celebr¨® en Par¨ªs hace algo m¨¢s de un a?o, donde se cerr¨® el acuerdo mundial contra el cambio clim¨¢tico, tambi¨¦n se present¨® una declaraci¨®n espec¨ªfica sobre movilidad el¨¦ctrica y calentamiento global. La meta que esta declaraci¨®n fijaba ¡ª100 millones de coches el¨¦ctricos en 2030 en el mundo¡ª est¨¢ por debajo de la que establece la Agencia Internacional de la Energ¨ªa.
La clave en la implantaci¨®n de los el¨¦ctricos ser¨¢ el desarrollo tecnol¨®gico, como ya est¨¢ ocurriendo en las energ¨ªas renovables, con fuertes ca¨ªdas en los costes de producci¨®n en la generaci¨®n e¨®lica y solar. En el caso de las bater¨ªas para los coches, ya se est¨¢ registrando una fuerte ca¨ªda en los precios. Y, paralelamente, se est¨¢ produciendo un aumento de la capacidad de almacenaje de estas bater¨ªas. En contra del coche el¨¦ctrico est¨¢n las ayudas fiscales y subvenciones a los combustibles f¨®siles que la mayor¨ªa de pa¨ªses desarrollados siguen manteniendo.
Asignatura pendiente
Las emisiones desaparecer¨¢n con el coche el¨¦ctrico. Y los accidentes ser¨¢n historia con la conducci¨®n aut¨®noma. Solo quedar¨¢ una asignatura pendiente, que podr¨ªa incluso empeorar. Y es que con m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n mundial viviendo en megaciudades, un escenario m¨¢s que probable antes de 2050, pasaremos m¨¢s tiempo en los atascos. Pero hay consuelo: en el coche el¨¦ctrico, ya totalmente conectado, el espacio interior se ampl¨ªa. Y cuando llegue el autom¨®vil aut¨®nomo podremos desentendernos del volante y aprovechar los atascos para hacer otras cosas m¨¢s productivas (descansar, ver una pel¨ªcula o trabajar).
El 54% de la poblaci¨®n mundial, unos 3.900 millones de personas, vive hoy en d¨ªa en zonas urbanas; en 2050 ser¨¢n ya el 66% del total, lo que supone incorporar otros 2.500 millones de habitantes m¨¢s a las urbes para llegar a 6.400 millones. Teniendo en cuenta que en 1950 eran solo 746 millones, el crecimiento es exponencial. Estos son algunos datos de la ¨²ltima revisi¨®n (2014) del estudio ¡®Perspectivas de crecimiento de las ciudades¡¯, que elabora la Naciones Unidas.
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