Un iPad hecho en Corea del Norte
El aparato que infringe la marca de Apple demuestra el inter¨¦s del r¨¦gimen por ser autosuficiente y su capacidad para obtener componentes extranjeros pese al embargo
La autosuficiencia es una de las obsesiones del r¨¦gimen norcoreano. Ante el aumento de las restricciones que recoge el embargo dictado por Naciones Unidas, el pa¨ªs que tiene en vilo al mundo con sus constantes pruebas de misiles necesita producir de forma aut¨®ctona casi todo lo que consume. Incluso China, su principal aliado, parece estar cans¨¢ndose del ¨®rdago continuo que Kim Jong-un lanza al mundo y ha decidido dejar de importar su carb¨®n, que es la principal fuente de divisas de Corea del Norte. Pero la dinast¨ªa comunista de los Kim no se conforma con cultivar suficientes alimentos para evitar hambrunas como la que provoc¨® una tragedia en la d¨¦cada de 1990. Con una clase media en modesto crecimiento, el pa¨ªs tambi¨¦n quiere subirse al carro de la tecnolog¨ªa.
Y parece que, en su empe?o, no tiene inconveniente en copiar las denominaciones de su archienemiga estadounidense. Es lo que se deduce de un anuncio que la empresa tecnol¨®gica Myohyang ha publicado en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista norcoreana Fortune Times, y que ha recogido el portal especializado NKnews. En la publicaci¨®n, la compa?¨ªa publicita a toda p¨¢gina el dispositivo que ha bautizado como Ryonghung Ipad. No se parece en absoluto a la tableta de Apple, pero es evidente que la empresa norcoreana no cuenta con autorizaci¨®n para hacer uso de la marca comercial del gigante estadounidense, que no ha hecho ning¨²n comentario al respecto. En cualquier caso, a Apple le resultar¨ªa casi imposible iniciar un proceso judicial contra su inesperada competidora.
La tableta norcoreana es una especie de dos en uno: tableta con estuche para teclado, al estilo de un ordenador port¨¢til, dise?ada con una est¨¦tica infantil y con un procesador obsoleto. Pero es precisamente en sus entra?as donde reside el verdadero misterio del aparato, que no se revela en la publicidad. ?nicamente se se?ala que dispone de un chip de cuatro n¨²cleos que trabajan a una frecuencia de 1,2 Ghz, similar a los que se utilizan en los tel¨¦fonos m¨®viles de gama econ¨®mica, 8 GB de almacenamiento interno, y un sistema operativo con 40 aplicaciones preinstaladas, entre las que se cuentan un lector de libros electr¨®nicos, y la app m¨¦dica Buen Doctor, ¡°capaz de diagnosticar hasta 200 enfermedades para las que ofrece remedios¡±. Seg¨²n el anuncio, el terminal ¡°ha sido certificado por el sistema local GMP (siglas en ingl¨¦s de Buena Gesti¨®n de Proyecto) y ha tenido mucho ¨¦xito entre los consumidores¡±.
Teniendo en cuenta que nada hace pensar que Corea del Norte cuente con la tecnolog¨ªa necesaria para fabricar procesadores propios, una industria que est¨¢ en manos de un pu?ado de empresas (entre las que destacan la estadounidense Qualcomm, la coreana Samsung, y las chinas Mediatek y Huawei), la inc¨®gnita est¨¢ en cu¨¢l es el origen de los componentes que utiliza Myohyang. Y c¨®mo han conseguido saltar el bloqueo que impera sobre el pa¨ªs.
Curiosamente, la respuesta podr¨ªa estar en la hermana capitalista de la pen¨ªnsula, Corea del Sur. No en vano, no ser¨ªa la primera vez que el norte fabrica dispositivos con piezas surcoreanas. Sucedi¨® por primera vez en 2015, cuando el grupo antinorcoreano NKIS (Solidaridad de los Intelectuales Norcoreanos) descubri¨® dos chips de SK Hynix en otro modelo de tablet PC producido por Myohyang. El an¨¢lisis de la placa base tambi¨¦n demostr¨® que el resto de componentes proced¨ªa de China (muchos fabricados por Kingston), y que solo el ensamblaje final se hizo (si acaso) en Corea del Norte. All¨ª tambi¨¦n se instal¨® el software con el idioma local que impide descargar aplicaciones de terceros. Bucear en el Play Store es algo que los norcoreanos no pueden hacer.
Los dispositivos utilizan capas personalizadas de Android, que est¨¢n dise?adas para evitar que los usuarios puedan sortear la censura de la Internet
China tambi¨¦n ha sido clave en el desarrollo de otros dispositivos m¨®viles norcoreanos, como el primer smartphone. El Arirang se present¨® en 2013 y, aunque se present¨® con caracter¨ªsticas ya obsoletas para entonces, la falta de competencia en el mercado local asegura las ventas, ya que los norcoreanos no tienen posibilidad de acceder a otras marcas. Seg¨²n afirman diferentes fuentes, todos los dispositivos utilizan capas personalizadas del sistema operativo de Google, Android, que est¨¢n dise?adas para evitar que los usuarios puedan sortear la censura de la Internet, aunque ser¨ªa m¨¢s propio decir Intranet, norcoreana. El uso de VPN, un software popular en China para sortear la Gran Muralla Cibern¨¦tica, no es posible en Corea del Norte.
Por su parte, China tambi¨¦n ha sido un quebradero de cabeza constante para Apple. De hecho, fue en el gigante asi¨¢tico donde tuvo que pagar 60 millones de d¨®lares para recuperar la denominaci¨®n iPad, que una empresa desconocida hasta entonces, Proview, hab¨ªa utilizado a?os antes para su ordenador de mesa. A ra¨ªz de este caso, se descubri¨® que otras marcas chinas hab¨ªan utilizado tanto la marca iPad como iPhone para bautizar todo tipo de productos, desde zapatos y bolsos hasta cemento. As¨ª aprendi¨® Apple a registrar sus nombres en todas las categor¨ªas de producto.
M¨¢s recientemente, el a?o pasado otro tribunal dio un susto a la multinacional americana al aceptar una demanda de plagio interpuesta por Digione, que acusaba a Apple de haber copiado uno de sus dise?os para fabricar el iPhone 6. La apelaci¨®n permiti¨® desbloquear la venta de los m¨®viles, y finalmente una instancia superior deshizo un entuerto surrealista. Pero en Corea del Norte no hay justicia que valga, as¨ª que no parece que nadie vaya a detener la venta del Ryonghung Ipad.
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