¡®Spaniards to Silicon Valley¡¯, becas para llevar a espa?oles al coraz¨®n tecnol¨®gico

Lola Priego (C¨®rdoba, 1990) no cree que en el enclave tecnol¨®gico mundial de Silicon Valley (EEUU) sean superiores al resto del mundo, pero s¨ª que hay una mentalidad y una preparaci¨®n que hace posible que se creen los productos que usan millones de personas. Tiene una obsesi¨®n, hacer que m¨¢s espa?oles puedan tener la experiencia de trabajar en el coraz¨®n de la innovaci¨®n.

Lleva cuatro a?os en Estados Unidos y es inquieta. Todo le gusta. Empez¨® Medicina, se pas¨® a Telecomunicaciones, hizo un m¨¢ster en Computer Science en Chicago y, desde segundo de carrera, daba clases de programaci¨®n. En cuarto mont¨® un club de emprendedores que sigue funcionando.

Su primer trabajo fue en Seattle en Amazon. De ah¨ª pas¨® a Instagram, en la sede de Nueva York. Se decidi¨® por los de Menlo Park, a pesar de tener otras ofertas sobre la mesa, gracias a un email de Sheryl Sandberg, la n¨²mero dos de la empresa y firme defensora de las mujeres en roles ejecutivos. Lo que m¨¢s le gusta de la red social es su lema:?The best way to complain is to fix things (La mejor manera de quejarse es arregl¨¢ndolo). "Desde entonces voy siempre arreglando cosas¡±, comenta.

Su d¨ªa a d¨ªa consiste en hacer que Instagram funcione en entornos con conexi¨®n escasa y m¨®viles que no son lo ¨²ltimo, lo que denominan mercados emergentes y lugares donde m¨¢s crece la aplicaci¨®n de fotograf¨ªa. Cada a?o hace un viaje de investigaci¨®n para mejorar la conexi¨®n y entender el entorno en que se usar¨¢n sus avances. Ah¨ª es donde conoci¨® a Katie Meyler, quien la inspir¨® para ayudar a ense?ar a programas a m¨¢s chavales. Se fue a Liberia con algunas tabletas Kindle de bajo coste compradas de su bolsillo. Como ya hab¨ªa sido profesora de programaci¨®n y hab¨ªa trabajado en el software de la tableta, asegura que no le result¨® muy complicado crear su propio sistema para aprender sin conexi¨®n a Internet.

La siguiente experiencia que le ha hecho tomar la iniciativa fue tras viajar a Indonesia, otro de sus lugares de acci¨®n. Conoci¨® a un compa?ero que cre¨® un sistema para enviar a compatriotas a Silicon Valley como becarios. Ahora ha creado el equivalente para espa?oles: Spaniards to Silicon Valley. Un programa sin ¨¢nimo de lucro que quiere impactar de manera positiva en los alumnos espa?oles.

¡°No hay dinero de por medio, los que recomendamos a los candidatos no nos llevamos ninguna remuneraci¨®n pero s¨ª una gran satisfacci¨®n¡±, aclara para que no se confunda con los habituales bonus por referenciar a alguien. Priego detect¨® un estado de ¨¢nimo generalizado: ¡°Muchos espa?oles pensamos que es imposible llegar a este nivel. A veces falta motivaci¨®n. En mi clase hab¨ªa gente mucho m¨¢s competente que yo, pero no ten¨ªamos claro el itinerario¡±.

Ella misma se dio cuenta de que las entrevistas t¨¦cnicas es uno de los primeros escollos y comenz¨® a hacer talleres en la universidad para aprender a pasar estas pruebas.

En Spaniards to Silicon Valley cuenta con mentores de Google, Amazon, Facebook, Apple o Microsoft, todos espa?oles, que preparan un programa con ejercicios y soluciones. ¡°Los mentores se comprometen a hacer un ensayo de entrevista y hacer la recomendaci¨®n en sus empresas¡±, explica.

Hay dos puntos muy importantes para los aspirantes: ¡°Que est¨¦n en los ¨²ltimos a?os de carrera y que se comprometan a volver para terminarla. En el programa de Indonesia han comprobado que esta vuelta tiene un impacto positivo no solo en el alumno, sino en toda la clase. Se sube el nivel¡±.

Las pruebas que comienzan en las pr¨®ximas semanas ser¨¢n para los becarios del verano de 2019. ¡°Lo importante es que no lo vean como algo imposible, sino como un sue?o que se puede hacer realidad. El impacto es en todo. Si lo haces bien, te hacen seguimiento y puede que m¨¢s adelante te hagan una oferta¡±, subraya.

Ahora quiere que m¨¢s espa?oles vivan una experiencia parecida a la suya, que sepan c¨®mo es trabajar en las empresas punteras, y despu¨¦s vuelvan a clase a terminar sus estudios con ilusi¨®n y ganas de mejorar. ¡°La empresa gestiona el visado, el vuelo, paga el alojamiento y la comida. El salario suele superar los 6.000 d¨®lares¡±, detalla mientras espera conseguir que diez j¨®venes a los que recibir¨¢n con los brazos abiertos, ¡°En las empresas nos aplauden. Faltan ingenieros¡±.