¡°Es importante que los hombres tambi¨¦n tengan a mujeres como modelo a seguir¡±
La popular creadora sueca habla de c¨®mo su curiosidad la llev¨® a construir robots sin tener conocimientos de rob¨®tica
La popularidad de Simone Giertz (Estocolmo, 1990) se elev¨® como un cohete hace cinco a?os cuando encontr¨® la forma de hacer robots de la nada. La inventora sueca comenz¨® a construir curiosas m¨¢quinas aut¨®matas sin tener conocimientos de rob¨®tica y con la ayuda del hardware libre. Su idea era construir robots que resolvieran sus problemas diarios, as¨ª cre¨® uno que le lavara los dientes, otro que le sirviera el desayuno y uno que le maquillara. Todos fueron un desastre pero los v¨ªdeos en YouTube con sus invenciones fueron un ¨¦xito. Desde entonces Giertz es conocida como ¡°la reina de los robot de mierda¡±.
Tras dejar la universidad, Giertz comenz¨® a explorar sus talentos y a sus manos lleg¨® un kit para principiantes de Arduino, la firma de hardware libre, con el que aprendi¨® un poco sobre electr¨®nica. ¡°Lo primero que hice fue escribir una peque?a pieza de c¨®digo para hacer encender un foquito y recuerdo que cuando logr¨¦ encenderlo pens¨¦ ¡®esto es lo que quiero hacer¡¯. Fue amor al primer destello¡±, cuenta en entrevista con EL PA?S, durante su visita a la feria tecnol¨®gica Talent Land en M¨¦xico.
La joven viv¨ªa entonces en un bote en los canales de Estocolmo y le pareci¨® buena idea mostrar algunos de sus robots en YouTube. El primero fue el casco con un cepillo de dientes. Sus v¨ªdeos eran caseros pero se volvieron populares tambi¨¦n por el ¨¢cido humor con el que contaba c¨®mo construy¨® cada pieza y la creatividad que pon¨ªa en cada uno de ellos. ¡°No fue tanto que sintiera que quer¨ªa hacer robots, eran m¨¢s bien ideas sobre cosas que quer¨ªa construir. Nunca me vi como alguien que estar¨ªa interesada en la programaci¨®n o la rob¨®tica. No fue hasta que tuve estas ideas de cosas que quer¨ªa hacer que me di cuenta cu¨¢les eran las herramientas que ten¨ªa que aprender¡±, explica.
Giertz, ahora convertida en una estrella de YouTube, reconoce que no habr¨ªa podido echar a andar ni uno de sus robots sin la tecnolog¨ªa libre de licencias. ¡°Estoy con la tecnolog¨ªa libre y no es solo una cosa altruista. Creo que est¨¢ demostrando que tiene muchos beneficios porque la gente construye cosas usando el software y hardware libre para cosas que no esperaban hacer¡±, apunta. En inventos como su m¨¢quina para cortar vegetales o el robot que sirve sopa puede notarse el uso de piezas de rob¨®tica prefabricadas y que le han facilitado el proceso creativo.
El robot favorito de toda su lista es el casco que sirve palomitas de ma¨ªz. Tras su ¨¦xito en YouTube, Giertz consigui¨® que el canal Tested la incluyera entre sus inventores y fue all¨ª que junto al dise?ador industrial Adam Savage cre¨® este sencillo robot. La youtuber sueca reconoce que su incursi¨®n en un tema dominado principalmente por hombres la ha llevado a reflexionar sobre su papel como ejemplo para su audiencia. ¡°Es tan importante para los hombres tener mujeres como modelos a seguir, como lo es para las misma mujeres. La mayor¨ªa de mi audiencia son chicos y me doy cuenta de que es porque tienen hijas y colegas mujeres. Si ven a mujeres como ejemplos a seguir, pueden ver a las mujeres que los rodean de un modo diferente tambi¨¦n¡±, apunta.
El presentador estadounidense Stephen Colbert prob¨® en directo el robot que pinta labios creado por Giertz y lo describi¨® como ¡°un episodio sacado de una pel¨ªcula de Quentin Tarantino¡±. El hecho de que sus robots no lleguen a sus objetivos no desanima a su inventora. ¡°Mis robots son mierda porque no trabajan muy bien. Son buenos en ser malos, porque no resuelven el problema para el que fueron hechos¡±, reconoce Giertz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.