El ingeniero espa?ol que lidera la creaci¨®n del primer ordenador cu¨¢ntico
Dar¨ªo Gil es el nuevo director de investigaci¨®n de IBM, que en enero present¨® la primera computadora de uso comercial con esta tecnolog¨ªa
A principios de los 90, Dar¨ªo Gil fue a estudiar el ¨²ltimo a?o de instituto a Los Altos High School, junto a Palo Alto, en California. Y ya no volvi¨®.
En Estados Unidos se licenci¨® en ingenier¨ªa el¨¦ctrica e hizo el doctorado en nanoestructuras en el MIT. Al acabar sus estudios, en 2003, entr¨® en IBM. Hasta hoy que, con 43 a?os y solo desde enero, dirige la divisi¨®n de Investigaci¨®n de IBM, con 3.000 cient¨ªficos a su cargo.
Gil fue nombrado l¨ªder de la divisi¨®n cu¨¢ntica de la compa?¨ªa en 2017. El pasado mes de enero IBM present¨® en Las Vegas el primer ordenador cu¨¢ntico comercial. La computaci¨®n cu¨¢ntica es una de las grandes apuestas para el futuro de IBM. Pero su ¨¦xito es un misterio: "Tiene riesgo, pero desde el punto de vista te¨®rico estamos en una fundaci¨®n extremadamente s¨®lida", dice Gil, en la primera entrevista tras su nombramiento como director de IBM Research, realizada en el marco de Think2019 en San Francisco.
El coraz¨®n de un ordenador cu¨¢ntico es uno de los lugares m¨¢s fr¨ªos del universo
Un ordenador cu¨¢ntico es una proeza de la ingenier¨ªa. Su coraz¨®n es uno de los lugares m¨¢s fr¨ªos del universo. El espacio exterior est¨¢ a 2,73 grados kelvin, el interior de un ordenador cu¨¢ntico funciona sin errores solo a 0,01 grados kelvin, que son -273 grados celsius.
"Si miras esa catedral que hay en Barcelona [la Sagrada Familia] puesta al rev¨¦s, es igual", dice Bob Sutor, vicepresidente del Departamento cu¨¢ntico de IBM.
Esa proeza est¨¢ hoy conectada en la nube y m¨¢s de cien mil personas han hecho millones de experimentos para familiarizarse. Con una enorme salvedad: ese ordenador cu¨¢ntico hoy no hace nada que no haga ya un ordenador personal.
?Cu¨¢ndo ocurrir¨¢ que un ordenador cu¨¢ntico haga algo que ninguna otra supercomputadora actual pueda? Probablemente en la pr¨®xima d¨¦cada. En IBM llaman a ese momento "ventaja cu¨¢ntica". Para Gil, no bastar¨¢ con una discreta mejora acad¨¦mica, un c¨¢lculo, sino un desarrollo real, que "tenga valor cient¨ªfico".
Las exageraciones sobre el desarrollo y las posibilidades de la tecnolog¨ªa cu¨¢ntica no han ayudado a la serenidad.
Hay competencia
IBM no es obviamente la ¨²nica compa?¨ªa que tiene un departamento cu¨¢ntico. Hay un par de start-ups que tienen algo parecido, pero a¨²n sin funcionar. Una de ellas, Rigetti, es propiedad de un exempleado de IBM. Microsoft no tiene de momento hardware. Google promete que ense?ar¨¢ resultados, pero de momento nada: "Nuestros dispositivos est¨¢n ah¨ª, vas a la web y los ves. A toda la gente que habla tanto, les dir¨ªa: ?me lo ense?as? ?C¨®mo funciona?", dice Gil en referencia a los competidores. Es probable que la tecnolog¨ªa cu¨¢ntica, como otras carreras tecnol¨®gicas, sea una donde las compa?¨ªas se dan el relevo para ser las primeras. En China, por ejemplo, es una apuesta oficial pero con unos resultados que por ahora son un misterio.
"La idea de desarrollar materiales computacionalmente es un sue?o desde que se inventaron
los ordenadores"
Para entender el alcance la computaci¨®n cu¨¢ntica, Gil utiliza esta comparaci¨®n. Hace unas d¨¦cadas, el funcionamiento de las armas nucleares se comprobaba en archipi¨¦lagos remotos en el Pac¨ªfico. Dej¨® de hacerse porque se crearon ordenadores capaces de modelar esas pruebas sin la explosi¨®n real. El ordenador cu¨¢ntico ser¨¢ capaz de lo mismo, pero en otro orden de magnitud. La creaci¨®n de nuevos materiales en la humanidad se ha hecho hasta hoy por prueba error, desde la edad de bronce.
Un ordenador cu¨¢ntico ser¨¢ capaz de calcular exponencialmente mejor y permitir por tanto modelar materiales de un modo hasta hoy impensable: "Ahora si hay 50 electrones en una mol¨¦cula que quieres dise?ar, el n¨²mero de c¨¢lculos que debes hacer con un ordenador convencional es del orden de 2 elevado a 50. Imagina que tienes m¨¢s de 100 electrones (la cafe¨ªna tiene m¨¢s de 70). Es imposible. Necesitas usar todos los ¨¢tomos del planeta", dice Gil. En el mundo cu¨¢ntico, no. "La idea de desarrollar materiales computacionalmente es un sue?o desde que se inventaron los ordenadores", a?ade. El resultado: bater¨ªas eternas, fertilizantes perfectos. Todo creado por ordenador, no en laboratorio. La creaci¨®n de materiales es solo una de las aplicaciones cu¨¢nticas. ?Lo veremos? Quedan d¨¦cadas.
C¨®mo llega un espa?ol hasta aqu¨ª
?Qu¨¦ hace un espa?ol en una de las cimas de la investigaci¨®n corporativa mundial? Gil naci¨® en Murcia porque su familia es murciana, pero se crio en Madrid, donde tiene a sus tres hermanos y regresa a menudo. Sus hermanos estudiaron un a?o en Estados Unidos, pero todos regresaron y hoy son abogado y empresarios en Espa?a. La ingenier¨ªa no le ven¨ªa a Gil por tradici¨®n familiar. Dar¨ªo fue el ¨²nico de la familia en seguir en Estados Unidos: "Me qued¨¦ sin m¨¢s planificaci¨®n". Su matrimonio con una americana de Portland (Maine) ayud¨®.
?Hubiera sido posible esa carrera en Espa?a? "En Espa?a no tenemos una cultura de la investigaci¨®n", responde Gil. "Me gustar¨ªa que en Espa?a tener una capacidad de investigaci¨®n de primer orden no se viera como algo accesorio. La diferencia es que si preguntas a [la presidenta ejecutiva de IBM] Ginny Rometty por la importancia de IBM Research, te dir¨¢ que es fundamental, permanente. Pero tambi¨¦n si preguntas en el Estado de Massachusetts, ?qu¨¦ importancia tiene la investigaci¨®n?, te dir¨¢n que mucha. Lo mismo en el Pent¨¢gono o en el Gobierno federal".
"Nos hemos beneficiado como consumidores de investigaciones que han pasado en otros pa¨ªses, pero no es parte del ADN de nuestras instituciones [espa?olas]"
?Y si preguntas en el Gobierno de Castilla La Mancha? "El problema es que no hemos vivido el ciclo del beneficio", responde Gil. "Nos hemos beneficiado como consumidores de investigaciones que han pasado en otros pa¨ªses, pero no es parte del ADN de nuestras instituciones. Se hace casi como caridad. Tenemos a gente con tanto talento en Espa?a. Es un pa¨ªs moderno y rico, que se lo puede permitir".
El respeto por la investigaci¨®n en EE UU no funciona en Espa?a por diversos factores: "El desaf¨ªo es cultural y de liderazgo. Debemos tener instituciones de elite absoluta y no una calcoman¨ªa de otras previas. Coge a los mejores y dales recursos. Hay un momento en que uno se inhibe y empieza a poner l¨ªmites: solo te puedo dar estos recursos, tienes que hacerlo as¨ª, el informe debes escribirlo de esta manera. Empiezas a encasillar. Pero no es magia ni un misterio. T¨² vas a un sitio donde funcione y te lo explican. Pero luego llegas a Espa?a y dicen 'as¨ª no se puede hacer porque viola siete reglas que tenemos'. O, por ejemplo, 'no vamos a pagar m¨¢s a los cient¨ªficos que a los directivos'. ?Por qu¨¦ no?"
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